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Jadsy

Mis ojos están cerrados pero mi mente está despierta.

No sé cuánto tiempo llevo así, con miedo a abrir los ojos, no quiero abrirlos y encontrarme con un desconocido, o quien sea la persona que me está abrazando.

No es tan grave, pero no me fascina la idea de mantener alguna relación con cualquier tipo de persona en este momento.

Se supone que es un momento para mí, para estar sola.

Muevo mi cuerpo para intentar liberarme, pero eso hace que los brazos de aquella persona me presionen contra el.

Si, es hombre porque un olor a perfume masculino invade mis fosas nasales.

Es tan fuerte el olor a hombre que me provoca náuseas.

No está demas decir que no recuerdo nada de ayer, exepto que fui a un club.

De ahí en adelante mi memoria empezó a fallar.

Armando me de valor abro con cuidado un ojo.

Y ahí lo veo.

Máximos.

No sé el porque pero me siento irritada.

Por nada en especial.

Solo la irritación me invade.

Puede ser que ayer haya consumido algo, no lo recuerdo pero creo que sí.

Empiezo a moverme para salir de su agarre pero el solo me agarra más fuerte.

Cosa que me da a entender que está conciente.

-sueltame.-empiezo a patalear para liberarme.

Me sofoca su calor corporal.

El abre los ojos y conecta su mirada con la mía.

-deja de moverte-habla y me mira fríamente.

Cosa que me deja helada por un momento.

Mierda, aún no me suelta.

Siento que si no me suelta en este momento empezaré a gritar.

Siento una presión en mi pecho que en cualquier momento se liberará por mi boca de la peor manera.

-sueltame.-lo miro con enfado.

Estoy tratando de controlar mi irá, inhaló y exhalo lentamente.

El se niega a soltarme, en cambio me agarra del mentón y analiza mis ojos.

-te drogaste-no es una pregunta sino una afirmación.

No digo nada al respecto.

Es ahí que el me suelta.

Cuando al fin estoy libre me levanto de la cama. Pero para mí gran desgracia un mareo se hace presente haciendo que caiga al suelo.

-Mierda-dice máximos que me había está observando en todo momento.

No sé cómo se paró tan rápido de la cama para venir hacia mi.

-¿Estas bien?-la preocupación tiñe su pregunta.

Yo solo frunzo el ceño y me levanto, ignorando su intento de ayuda.

Estoy enojada.

Con él.

Con mi padre, por dejarme sola.

Con todos, pero más conmigo misma.

Máximos

Está enojada, lo veo en sus ojos.

Lo que no se, es la razón.

-a la ducha-le digo y eso hace que se enoje aún mas.

-No eres quien para mandarme-protesta cruzando los brazos.

-soy la persona a la que tu padre le encargo que te cuidara, así que si, me veo con el derecho de mandarte.-imito su postura.

-eso no te da el derecho.

-ve a bañarte para que hablemos-decido no seguir con esta conversación y la espero en la planta baja.

En el sofá de la planta baja está su bolso.

Y solo por instinto reviso que es lo que hay en el.

Veo labial, un perfume pequeño, sigo viendo y veo que tiene dinero y, joder.

Por eso está así.

Cocaína.

Tiene varias bolsas, la mayoria están vacias, menos una.

Joder.

Tengo que hacer algo antes de que se vuelva adicta.

Ya está tomada la desición, incluso desde antes de encontrar esto aquí.

Permanecerá conmigo, aquí.

Le guste o no.





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