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Ella misma, personalmente se había acercado a la agencia. Ya no podía más, estaban haciendo todo sin el consentimiento de ella.

—¿Que es lo que sucede?—Dijo la señora Lu, manteniendo su expresión seria.

Jia carraspeeo su garganta, poniéndose recta.

—No puedo seguir siendo parte de ZGDX—Dije.

Frunció el ceño, levantándo su mirada.

—¿Que es lo que estas diciendo? Ya firmaste el contrato—Dijo.

—Lo sé, pero ustedes están haciéndo todo sin el consentimiento mío. Me están obligando a algo que no quiero, están obligándome, me están exponiendo. Acabé agregida, ¿que acaso eso a ustedes no les importa?—Dije, mirándola indignada.

Sé levantó de su asiento.

—Soy tu superior, me debes el respeto, mocosa—Dijo.

Negue, levantándome.

—Ustedes no me respetaron, yo no la respetaré a usted—Dije, mirándola con seriedad.

—No quieres que te castigue no jugando en el torneo—Dijo.

—Prefiero que me expulse—Dije.

—Eres una insolente—Dijo.

—¿¡Que acaso no le importa que acabé en el hospital!? Ese maldito me agredió, todo el mundo piensa que soy... —Dije, no completando la oración.

—Eso es lo que piensan, yo ya hablé al respecto. Están haciendo lo posible para que esto pare—Dijo.

—Ensuciaron mi imagen, me humillaron públicamente—Dije.

—¡Ya dije que haremos lo posible para arreglarlo!—Gritó ella.

Jia la miró con rencor.

—Quiero firmar mi renuncia—Dijo.

La señora Lu se acercó a ella.

—No puedes hacerlo, firmaste el contrato—Dijo.

Jia negó.

—Están haciendo que mi carrera esté yéndose a la borda, están arruinandome—Dijo ella.

La señora Lu negó, poniendo una mano en su hombro.

—Si en una semana esto no se arregla, prometo respetar tu renuncia—Dijo.

Jia bajó la mirada, asintiendo levemente.

Era eso o nada.

.

.

.

.

Se adentró a la base, recibiendo la mirada de todos.

Pang se acercó a ella, mirándola con los ojos llenos de lágrimas.

—¿Abandonarás al equipo?—Dijo el.

Jia sintió morir cuando vio a su amigo llorar, bajó su mirada, sintiéndose culpable de todo. Soltó lágrimas contenidas, de impotencia.

—¿¡Nos abandonarás cuando estamos en la cima!?—Gritó.

Jia soltó un sollozo, aún con la mirada baja, ocultando su llanto.

Cheng vio aquello, fingiendo que no le sucedía nada.

—No puedes sólo abandonarnos—Dijo Kat, llegando al lado de Pang.

Jia levantó la mirada, viendo cómo aquel soltaba lágrimas.

—No saben ni siquiera lo que es ser humillada—Dijo, quitándose las lágrimas con brusquedad.

K se acercó, se sentía triste, pero aún así la entendía.

—La agencia la arruinó, no podemos cambiar su decisión—Dijo el, poniendo una mano en el hombro de Kat.

—¿No podemos hacer nada?—Dijo Pang en un susurro—¡Hicimos todo por ti!—Gritó el, sollozando.

Jia se alejó, no quería acabar agrediendo a alguno de sus compañeros.

—¿¡Creen que me siento feliz por eso!?—Dijo ella—¡Ellos arruinaron mi maldita carrera!—Gritó—¡Ni siquiera puedo ir sola a las calles porque termino siendo malditamente acosada!—Gritó sollozando.

Pang se acercó.

—No lo entiendes, Pang. Tu carrera no está arruinada—Dijo ella.

Cheng se acercó, poniendo en una distancia a Pang.

—Necesito que se calmen, no llegaremos a nada gritando. Hablaremos como unas personas civilizadas, no gritando como si estuvieran dementes—Dijo el duramente.

Pang lo miró.

—Ni siquiera puedes hacer nada, dejarás que tu novia se vaya del equipo—Dijo Pang.

Cheng frunció el ceño, mirándolo con dureza.

—Aún así no debería de importarles—Dijo el.

Kat agarró del hombro a Pang, pero este lo apartó.

—Es tu decisión, renuncia a todo, no me importará más—Dijo.

Se alejó hecho furia, lágrimas salían de su rostro.
Jia bajó su mirada, llena de tristeza en ella.

Pero ya había tomado su decisión.

Esa sonrisa tuya       |Lu SiCheng|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora