NO
OHM
Conforme los días pasaron deje de sentir malestares por las noches, pero Nanon empezó con nuevos síntomas, lo antojos aparecían a deshoras de la madrugada y cada vez eran más difíciles de ser cumplidos, el sueño lo tenía como su presa todo el día, llegando al punto en que de regreso a casa prácticamente debía cargarlo hasta la cama y los cambios de humor explotaban contra cualquiera que estuviera a su alrededor, aunque si le hacían llorar o estaba molesto, recurría de inmediato a mí para que le defendiera, incluso de las cosas más insignificantes.
— Ohm — sentía un golpeteo en mi brazo y su voz sonaba cada vez más cerca, pero estaba tan cansado que me costaba descifrar si se trataba de un sueño o si en realidad me estaba llamando — Ohm — repitió un poco más insistente, dándome un pequeño empujón que con sus manos apenas si era perceptible — ¡Ohm! — me levanté de golpe abriendo los ojos en una habitación oscura y con la sensación de haber recorrido un maratón.
— ¿Qué pasa? — murmuré mirándole de reojo con un largo bostezo tratando de encontrarlo en la oscuridad, estaba sentando en mitad de la cama con nada más que una sudadera mía encima, hacía un rato había tenido uno de esos ataques hormonales, que sin duda eran mi parte favorita de sus síntomas, así que su pijama debía estar tirada en alguna parte del cuarto, pero él había optado por la sudadera porque decía que al guisante le gustaba.
— Haces mucho ruido, no me dejas dormir — masculló con el ceño fruncido, levanté una ceja confundido, estaba seguro de que no roncaba, si lo hiciera los chicos ya me lo habrían dicho y estaba tan cansado que dudaba siquiera estar soñando antes de que me despertara a la fuerza.
— No estoy haciendo ruido, estaba dormido hasta que me gritaste — musité aun tratando de poner mis pensamientos en orden, acababa de despertar, ni siquiera era consciente de cuánto tiempo había pasado desde que nos acostamos de verdad.
— Sí lo haces, respiras muy fuerte — le miré casi ofendido y me fulminó con la mirada como si fuera la peor persona en el mundo, ¿Cómo podía respirar muy fuerte? ¿Qué pretendía que hiciera? ¿Dejar de respirar?
— Nanon, he respirado exactamente igual desde que duermes aquí — murmuré demasiado confundido para actuar con racionalidad, me estaba gritando sin razón y ni siquiera me había dado tiempo a despertarme propiamente. Me miró en silencio con los brazos cruzados y suspiré pesadamente volviendo a recostarme en las almohadas —Trataré de respirar más bajito ¿de acuerdo? — farfullé cerrando los ojos, necesitaba dormir para ir a trabajar temprano.
— No, tienes que irte a dormir a otro lado — abrí los ojos con el ceño fruncido y levantándome sobre los codos, me estaba corriendo de mi cama en mitad de la madrugada por un ruido imaginario.
— ¿Por qué? No hice nada hasta que me levantaste — mascullé mirándole fijamente, si iba a despertarme en mitad de la noche, preferiría que fuera con sus ataques lujuriosos, no para esto.
— Me molestas, no nos dejas dormir — acusó bastante serio y tenso, levanté una ceja dejándome caer sobre la cama de nuevo.
— ¿A dónde se supone que voy a ir? — se encogió de hombros y se estiró empujándome como si de verdad pudiera sacarme de la cama con sus fuerzas, le miré sorprendido y bufó fastidiado por no poder tirarme al piso.
— Vete, tengo sueño — era en serio, quería que me fuera de la habitación, me miró furioso y suspiré pesadamente tomando mi almohada para salir de la jodida cama, sonrió satisfecho una vez me tuvo fuera y acomodó su lugar en el centro para hacerse bolita entre las cobijas.
— Lo que me faltaba, sacarme de la puta cama — mascullé buscando una cobija en el closet, iba a tener que dormir el sofá donde ni siquiera cabía estirado — Cuando quieras que te follen en mitad de la noche, me voy a ir a dormir a la sala también, Porcelana — advertí mirándole de reojo, pero ni siquiera me puso atención, puse los ojos en blanco y salí del cuarto, pero al llegar a la sala me encontré con el sillón completamente mojado.
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Mío || OhmNanon
FanfictionNanon no debía salir después de las siete, tampoco debía hablar con personas como Ohm ni mucho menos debería estar en una tienda de tatuajes, pero ahí estaba rompiendo todas las reglas de sus padres con tal de celebrar su cumpleaños a su manera por...