Judy dice que estoy loca.
A pesar de que le he explicado mi situación casi virginal, se niega rotundamente a darme otras oportunidades. Dice que debo ser más atrevida, soltarme y complacer al cliente pero hasta ahora he salido corriendo 10 veces, sólo se bajan los pantalones y huyo lejos, muy lejos de su perversidad y de sus posibles enfermedades infecciosas. Lo que hace la necesidad. Y me refiero a mí, mis padres me abandonaron cuando tenía 15 años, ni siquiera sé cómo sucedió; simplemente estaba de compras a dos cuadras y cuando regresé a casa ¡pum! Ya no estaban. Estuve en casa por una semana hasta que llegaron unos señores del banco, dijeron que la casa estaba embargada y que por tanto debían despojarme de mi único hogar, se llevaron las cosas y cerraron todo con grandes candados. Ni siquiera se preocuparon por mí. Sobreviví como pude hasta que un día desmayé frente a la pequeña casa donde me encuentro ahora mismo. Así conocí a Judy que era tres años mayor que yo y a otras chicas llamadas Victoria y Cassandra. Se hicieron cargo de mi durante todo este tiempo, hasta hace un mes y medio que decidieron que me dedicaría a lo que ellas. Hay mucho que contar, pero no me siento lista ni para recordarlo. Fue horrible. Traumático.
-Sé que no es el mejor trabajo y que tampoco te lo mereces, pero es lo que hay. -Judy se sienta frente a mí con la mirada un poco triste-. Al principio es difícil, pero te irás acostumbrando. Va a gustarte.
-Judy, comprendo que tus intenciones son buenas... pero no sirvo para esto. He salido corriendo diez veces, ¡y ya tengo mala fama! -coloco mi mentón en la palma de mi mano y miro hacia abajo-. Estoy ahuyentando a los clientes.
-Ally... está bien, confío en que podrás hacerlo. ¿Quieres que te repita lo que tienes que hacer?
-No, ya me lo he aprendido.
-Bien, entonces... ¿crees que puedas atender al señor Nicols dentro de una hora? -Sonríe un poco divertida- ¿O saldrás corriendo?
Me echo a reír y me encojo de hombros.
-No lo sé, aún me da miedo ver aquello... resulta ser algo asqueroso.
-Mujer, no sabes de lo que te estás perdiendo. Resulta ser, mejor dicho, que las pollas es el cielo en la tierra. -muerde su labio inferior-. Es adictivo.
-¡Asco! -grito realmente asqueada. ¿Cómo puede decir eso sin pudor?
-Venga, tienes 25 años... ¿no crees que ya es tiempo?
Pongo los ojos en blanco.
-Sí, tal vez, pero... yo me lo he estado imaginando haciéndolo con el hombre que amo y que también me ama... ¡no con cualquier tío!
-Ese es tu problema, Ally Baker. ¿Cómo vas a enamorar a un tío si no te dejas llevar por los hombres? Quizás llegue a pasarte como a Marcos y a mí.
-¿Cómo?
Sonríe como idiota.
-Lo conocí como ya sabrás, en una noche de lujuria y alcohol; la primera vez sucedió todo normal, pero cada vez nos frecuentábamos más en la cama, ya era más que sexo, nos enamoramos y...
-Te rompe el corazón...
-Sí, pero no fue porque así lo quisiera... sino que debía irse, dijo que regresaría por mí y míranos... -suspira pesadamente.
-Cada quién por su lado.
-¡Vaya! Al parecer te he contado la historia muchas veces.
Reímos.
-Me la sé al derecho y al revés. -sonrío un poco triste por lo sucedido-. Judy, ese hombre no sabe de lo que se está perdiendo.
-Descuida, ya lo he superado.
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"Atracción Peligrosa" ©
FanfictionCuando la hermosa Ally Baker llega a la habitación 69, donde una mujer misteriosa la ha citado para encontrarse con un hombre que puede meterse en donde no debe, no se esperaba que él resultaría ser un hombre increíblemente atractivo, con unos estan...