CAPÍTULO 12

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Me detengo en la planta baja sintiendo como si mi vida estuviera en un punto en el cual debería tomar la mejor decisión. Todo a mi alrededor se ha vuelto lento y pesado, la gente pasa a mi lado con movimientos en milisegundos. ¿Qué carajo estoy haciendo? El sexy hombre de los tirantes me pidió que me quedara con él, he deseado tanto tiempo que él me dijera esas palabras, y yo simplemente me he ido sin más. Si Fred estuviese aquí ya me hubiera abofeteado en cada lado para que reaccionara. Si Leo me amara como dijo no me hubiese hecho algo así. Me lo hubiera confesado, me hubiera llevado lejos, me hubiera protegido... pero lo que hizo fue ponerme en peligro cada vez que estábamos juntos. En cambio, Michael no me ha hablado de amor... pero desde el primer día quiso protegerme precisamente de esto. Me tuvo en sus brazos, pude respirar su aliento y su perfume a vainilla, pude sentir su calor... pudimos vernos a los ojos y por primera vez vi algo más en los suyos. Creo que me ha extrañado tanto como yo a él. Debería regresar con "M". 

Me giro para regresar al elevador cuando siento que alguien me toma del brazo y me jala. Volteo en automático y veo que es Leonardo. ¿Qué hace aquí? Veo que está serio, me mira a los ojos con profundidad y tiene la frente ligeramente arrugada. 

-¿A dónde ibas? - Pregunta sin soltarme. 

¿Entonces debo enfrentarlo ahorita o debería seguirle el juego?

-Olvidé algo. - Bajo mi mirada a mi brazo para darle a entender que me está apretando con más fuerza del que debería. No hace nada al respecto- ¿Puedes soltarme? 

-Vamos, te llevaré a comer algo -me jala para que camine con él- ¿A donde quisieras ir después?

Aparto mi brazo con fuerza, él mira atento lo que acabo de hacer y vuelve a mirarme directamente a los ojos. 

-¿Puedes decirme qué carajo te sucede, Ally? -dice casi en un susurro, tratando de no llamar la atención de la gente en el edificio. 

-¿Qué carajo te sucede a ti? ¿Por qué me agarras así? -Trato de controlarme para no soltarle que ya sé todo lo que me ha estado ocultando. 

Alza las manos en señal de rendición

-De acuerdo, perdóname... -mira alrededor, nervioso, buscando con la mirada a todas partes- es solo que este lugar me pone los nervios de punta.

-¿Por qué? -pregunto.

Niega con la cabeza

-Nada, solo vámonos, ¿quieres? - vuelve a tomarme del brazo y me lleva a rastras. 

Lo sigo a las afueras del edificio sin intenciones de enfrentar el problema aún, de repente se siente como que estoy con alguien desconocido, como si me encontrara con alguien peligroso. Debería soltarme e ir con el sexy hombre de los tirantes, pero posiblemente estaría poniéndolo en peligro si voy con él en este momento. Leo no debe enterarse en lo absoluto. 

El abre la puerta para mí y me introduce en el auto, cierra la puerta y rodea el vehículo para después entrar en el asiento del piloto. Se pone en marcha sin decir una sola palabra, comienzo a buscar con la vista si hay alguna señal de que este hombre está metido en una clase de mafia con Armando. Abro la guantera en busca de un arma pero no hay nada. 

-¿Qué buscas? -Pregunta él apartando brevemente la vista del camino. 

-Se me cayó algo aquí el otro día 

-¿Es eso o estás buscando algo más? -Dice con seriedad, volteo a verlo y observo que está apretando la mandíbula, su reacción me está lanzando una alerta. ¿Sospecha algo, acaso? ¿Sabrá que ya he descubierto quien es? 

"Atracción Peligrosa" ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora