El Novio del Famoso Idol [Yizhan]

Capítulo 02

Yibo se encontraba en el funeral de su madre, acompañado por el señor Qing. Había faltado a la universidad durante una semana para cuidar de su madre enferma.

Eran los únicos presentes en el funeral, ya que la señora Zhue era una persona muy reservada y rara vez interactuaba con los demás. Yibo heredó esa misma reserva y seriedad de su madre.

— ¿Hoy también será el entierro? — preguntó el señor Qing con voz apagada.

— Sí — respondió con un suspiro. Yibo asintió en silencio, sumido en sus pensamientos.

Así transcurrió la mitad del día, y por la tarde se dirigió a su trabajo de medio tiempo. Mientras estaba allí, su atención fue captada por un comercial en el televisor.

El anuncio promocionaba una marca de teléfonos móviles, pero lo que llamó la atención de Yibo fue el apuesto joven que lo protagonizaba, Xiao. Intrigado, decidió investigar un poco más sobre él en su propio celular.

Descubrió que Xiao Zhan tenía 25 años, y le resultó curioso que ese hombre guapo lo hubiera llamado "Gege" a pesar de ser menor que él.

Sin darse cuenta, una sonrisa se dibujó en el rostro de Yibo. Su jefe, que estaba frente a él, lo observó sorprendido, ya que Yibo rara vez mostraba emociones tan abiertamente.

— ¿Ha pasado algo, Yibo? — preguntó su jefe, el señor Lee, sacándolo de su ensimismamiento y devolviéndolo a la realidad.

— Ah... No, señor. ¿Por qué lo pregunta? — respondió Yibo, tratando de ocultar su distracción.

— No es nada importante. Yibo... — lo llamó.

— ¿Sí? — respondió Yibo, expectante.

— ¿Tienes una novia? — preguntó directamente y con seriedad.

Al igual que el señor Lee, Yibo respondió: — No, no tengo novia — pero en su interior sabía que se había enamorado.

— Entiendo... Y ¿hay alguien que te guste? — continuó.

— ¿Por qué me hace estas preguntas? — dijo Yibo, con una leve molestia en su rostro.

— Es que pareces un iluso enamorado, mirando tu celular todo el tiempo — respondió el señor Lee, observándolo con atención.

Yibo se quedó paralizado al escuchar eso y, sin darse cuenta, se puso nervioso y cambió rápidamente de tema.

— Señor Lee, hoy saldré temprano. Tengo otro compromiso al que debo asistir.

— Entiendo, no te preocupes. Eres un excelente trabajador para tu corta edad — dijo el señor Lee, reconociendo su dedicación.

— Gracias — respondió Yibo, inclinándose en señal de agradecimiento.

Yibo permaneció una hora más en el lugar y luego se marchó para dirigirse al club QingCheng.

— Buenas tardes, señor Qing — saludó con respeto al llegar.

— Buenas tardes. Hoy es un gran día. Ve al camerino de tu madre, desde allí te presentaré al público. ¿Qué canción vas a interpretar? — preguntó el señor Qing, entusiasmado.

— Aún no tiene nombre — respondió Yibo.

— Oh, entiendo. Problemas para componer canciones, supongo — comentó el señor Qing.

— Sí... — murmuró Yibo, asintiendo.

— No te preocupes. Ve a prepararte — dijo el señor Qing, dándole ánimos.