Eres una estudiante de universidad en su último semestre, dónde conoces a un nuevo maestro que viene del subsuelo llamado Sans, quién es un esqueleto que parece que sólo llega a alborotar tus sentidos.
Logras pasar más tiempo con él fuera de las cla...
No puedes negar que disfrutaste mucho esta semana libre, ya que la mayoría de las materias estaban terminando los temas, así que sólo platicabas con tus compañeros o pasaban tiempo en los pasillos de la universidad, salían a algún lado todos juntos después de clases aprovechando que estabas disponible, y el maestro Sans se la pasaba leyendo ensayos en las clases, calificándolos, por lo que les daba la clase libre para salir, o platicar tranquilamente. Te daba algo de tristeza verlo esforzarse tanto, deseabas ayudarlo, pero no podías hacerlo, deseabas hablar con él, pero se veía tan concentrado, que no pensabas si eso era una buena idea.
La semana pasó y también parte de la que sigue, hasta que él te mencionó seriamente durante una de sus clases, casi te dió miedo escucharlo hablar así. Te levantaste de tu lugar, todos los demás conversaban entre si, parecían no darse cuenta de que te había nombrado el profesor, ni siquiera te prestaban atención. El maestro Sans sólo te dijo:
-podría mañana venir a mi oficina?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Por supuesto, ¿A la salida como siempre?
-si.
"Uy que seriedad" pensaste para ti misma, sólo asentiste y regresaste a tu lugar, con algo de nervios por lo que sea que el profesor Sans quiere hablar contigo al día siguiente.
Estabas emocionada por pasar tiempo con él de nuevo, imaginaste muchas locuras esa mañana, locuras que lo incluían a él de formas no muy decentes. Así que impulsada por esos "absurdos" deseos e ilusiones, te vestiste bonita. Una falda no muy corta, una blusa linda, unos zapatos bonitos que raramente te ponías, un lindo peinado, un poco de maquillaje, y estabas lista. Parecía increíble como un poco de cuidado en tu imagen podía hacerte ver tan... Bien. Te sentías bonita, segura de ti misma, y lo eras.
Tus amigos te empezaron a hacer burla, elogiándote por lo linda que te veías, y también preguntaron el porqué de tu look de hoy, obviamente no podías decirles que era por fantasías de tu crush imposible con el maestro esqueleto, así que sólo les respondiste:
-¿Acaso no puedo ponerme linda por el simple hecho de quererme ver así?
A lo que ellos se rindieron con las preguntas, pero aún así estaban un poco dudosos de tus intenciones.