↻ 𝚈𝚘𝚞 𝙰𝚛𝚎 𝙼𝚢 𝙷𝚘𝚖𝚎

"See you soon"

—T/N! Estas lista?–el grito de mi madre de escucho desde el primer piso.

Cerraba mi última maleta con mis pertenencias en ella, me acomodé mi mochila en mis hombros y baje donde mi familia y Jenna se encontraban.

Al ver a Jenna tratando de ocultar su dolor por verme partir, la tristeza no pudo evitar en
mi ser, aunque me brindo su mas sincera sonrisa llena de dolor. Sonreí a medias y fruncí mi cejas en modo de retener las lagrimas.

—Que dije sobre llorar?–Jenna advirtió acompañada con una risa, aunque era obvio que la que lloraría primero sería ella. —Lo dice quien tiene los ojos rojos?–me burle tratando de cambiar un poco el ambiente triste que había.

Mi padre ayudo en subir las maletas a la camioneta, mi hermanos ya estaban dentro de esta, solo faltaba yo por despedirme.

Jenna no era la única quien me despedía.

—Adiós peque.–Ezra me abrazo dejando mi rostro en su pecho quedando su perfume impregnado en mi suéter. —Adios poste.–reí mirándolo.

—Adios linda, espero verte en navidad otra vez.–Grace casi me asfixia con su abrazo y dejo un beso en mi frente.—Te voy a extrañar.–inconscientemente hice un puchero y una de mis lagrimas se escapo de mi órbita.

Amelia no pudo venir, sin embargo me despedí de ella unos días atrás, solo faltaba Jenna, era muy complicado despedirme de ella, era doloroso verla llorar y ahora sentía que me faltaría algo en mi día a día.

Me acerqué a ella, al instante sostuvo mis manos y las entrelazo con las suyas.

Y la abracé, la abracé tan fuerte como si mi vida dependiera de ello, sus tibias lagrimas acariciaban mi mejilla y no pude evitarlo, un mar de lagrimas ya se hacía presente en mi rostro.

Sus brazos se aferraron mas a mi espalda, parecía no quererme dejarme ir, la entiendo, yo tampoco quería irme, pero tenia que hacerlo.

Al fin de cuentas ella y yo tenemos vidas diferentes.

La amargura comenzaba a invadir mi ser sabiendo que la dejaría, ella era mi hogar e iría a casa donde ella no estará mas.

Me destroza que no la veré por un tiempo y las noches serán mas frías sabiendo que ahora miles de kilómetros nos separan.

Ya no podré sostener por un tiempo a copito, ni jugar con el y mucho menos disfrutar de estar con Jenna jugando, las sesiones de besos y las pequeñas bromas entre ambas.

Suena como si nunca la volvería a ver, pero así se sentía, era un dolor tan punzante en mi pecho, y dolía mas por no poder despedirme con un ultimo beso.

Nos separamos mirando el rostro de ambas, su linda nariz estaba roja y sus ojos estaban hinchados. Incluso llorando de ve hermosa.

Sin duda el peor día y como si se tratara de una escena triste, el cielo amenazaba con llover, este era alumbrado por truenos y grandes gotas de lluvia se hicieron presente.

—Te voy a echar de menos.–hable entre lagrimas.—Yo también te extrañare, pero no te preocupes. Ire a visitarte y tendrás tantos mensajes míos que te cansaras de mí.–soltó un risita—y te llamare todos los días, donde sea que tu estés yo estaré ahí, no importa la distancia.

Volví a abrazarla, no podía, dolía. Con sumo cuidado deje un pequeño beso en la comisura de sus labios.

—Ahora sube a ese auto y quiero que no voltees atrás, pase lo que pase no quiero que voltees.–ordenó Jenna mientras desasíamos el abrazo y asentí mientras mis lagrimas amenazaban con salir agresivamente.