𝕋ℕ 𝕎𝕙𝕚𝕤𝕡𝕖𝕣𝕤 ℂ𝕝𝕒𝕨𝕥𝕙𝕠𝕣𝕟𝕖|| Hunter x TN

~𝕖𝕝 𝕔𝕠𝕞𝕚𝕖𝕟𝕫𝕠~

TN era un experimento de unos padres carentes de tacto y de corazón, tenía dos grandes cuernos blancos en la cabeza desde donde según había oído a su padre, podía acomular su poder.
Pero ya hacía ocho meses que la pobre niña de cinco años vivía sola en la calle, dado a que se había fugado cansada de su vida.
Se ocultaba en el bosque y comía de lo que robaba en las tiendas cercanas o frutos del bosque que le solían sentar mal al rato.
Huía como podía de los guardas y alguna que otra vez les gastaba bromas con la poca magia que a base de experimentar había aprendido a hacer.
Se solía esconder de la lluvia en cuevas o creando una barrera que terminaba rompiendo.

Un día, tumbada boca abajo sobre la rama de un árbol vió como alguien encapuchado huía de los guardas, y quien era enemigo del emperador era amigo suyo, por lo cual corrió a ayudarle.
Se puso frente a los guardias teniendo detrás al ser encapuchado el cual paró para ver qué estaba pasando.
Extendió su mano derecha al frente y de la nada sus cuernos se iluminaron y lo que parecían ser las sombras de los árboles atraparon a los guardias dejándolos inmóviles.

Y así ganó tiempo para correr junto a aquella persona a las afueras del bosque.

─Oye, muchas gracias peque.─ Dijo una extraña voz agridulce con la cual la niña se sintió extrañamente cómoda. El ser encapuchado se quitó la capa y resultó ser una mujer de pelo anaranjado con algunas canas. ─¿Te has perdido?─ Preguntó dándose cuenta de que la niña estaba completamente sola, con el pelo muy enredado y con ropa sucia y vieja.

─No, no tengo casa..─ Dijo la niña aún observando a la mujer.

─¿Te.. gustaría venir a vivir conmigo?─ Preguntó giñandole un ojo.

TN accedió rápidamente.

Al llegar a la casa búho, se encariñó mucho de King con simplemente verlo. Se hicieron hermanos al instante.

Y así pasaron los días, iban a la playa a recoger cosas, de excursión a la montaña, desmintiendo leyendas, ... Se divertía mucho, cada día era una aventura distinta.

Una mañana, Eda le pidió que se vistiera ya que iban a salir, le quería presentar a alguien. TN se vistió rápidamente y se montó en el palismán de Eda para ir a donde ella le guiara.

─Mami Eda, ¿a dónde vamos?─

─Pues.. Te quiero presentar a mi novie.─ Dijo sonriendo de forma algo nerviosa.

TN se sorprendió. ─¿¡Tienes novieee!?─

─Sí.. Se llama Raine..─

TN se pasó todo el camino preguntando cosas sobre Raine o sobre el cómo se conocieron, después de todo seguía siendo una muy curiosa niña de seis años.

Al llegar, se presentó con algo de vergüenza, pero al poco se encariñaron. TN veía a Eda y Raine como sus padres, al menos cuidaban de ella como tal.

Tras aquella mañana tan divertida, Raine tuvo que volver a su casa, y ellas también se volvieron a la suya.

Todo parecía maravilloso, pero cuanto algo más brilla, antes se puede quemar.

A partir de aquél momento, Raine empezó a visitar bastante más seguido la casa búho. Se solía unir a algunas de sus actividades pero no a demasiadas dado a que había empezado a ser le superior del aquelarre de bardos y quería dar buena imagen.
Se empezaron a esparcir rumores sobre que Eda y Raine tuvieron una gran pelea, que rompieron y se dejaron de hablar. Todo gracias a Eda, la cual no quería influir para nada en el trabajo de su pareja, aún y las negaciones de le misme.

Un día frío y nublado, estaban dentro de la casa tomando un estornudo de ogro calentito.
TN ya tenía ocho años y estaba sentada en el sofá al lado de su Raine mientras King estaba dormido en su regazo.

Empezaron a sonar hechizos que atacaban la casa y Hooty no podía hacer nada, estaba inmóvil y no sabía porque.

En un momento desesperado, Eda le hizo prometer a Raine que nunca perdería a TN de vista.
Y abrió un portal que daba a unos metros de su casa.

Raine escapó con TN a hombros. Con el talismán de le mayor volaron hasta la habitación de Raine en el aquelarre de bardos, dentro de castillo del emperador.

Eda empleó gran parte de su poder para mantener a los guardias alejados de su casa, creando una barrera protectora alrededor de la misma, la cual devolvía todos los ataques que le lanzaban con intereses. Era un hechizo realmente difícil y Eda quedó muy débil tras conjurarlo, y más que se volvería cada día para mantenerlo.

─Eda.. ¿Y TN..?─ Preguntó King con lágrimas en los ojos.

─Tal vez vaya siendo hora de que pase un tiempo con Raine.. ─ Trató de decir con ternura.

─Pero.. ¿Volverá?─ Preguntó a punto de estallar en llanto.

─Por supuesto que volverá.─ Aseguró abrazándolo. ─Estoy completamente segura..─ Casi susurró.

Al otro lado del titán, Raine trataba de calmar a TN la cual lloraba sin cesar.

─En cuanto podamos los iremos a visitar.─ La trataba de tranquilizar.

─¿P-Prometido?─ Preguntó extendiendo su mano derecha.

─Prometido.─ Afirmó cerrando el trato con magia.

La niña sonrió débilmente.

Ahora la casa de Eda estaría vigilada las 24 horas hasta que al emperador se le bajaran un poco los humos o se centrara en otra cosa que lo absorbiera más.

TN dormía en la cama con Raine, al igual que hacía con Eda. No soportaba dormir sola, no de nuevo. Dormía con una camiseta de manga corta de Raine que le iba más para vestido, pero se tuvieron que adaptar a las circunstancias.

La rutina era algo aburrida:
1. Se despertaban y Raine bajaba al comedor para subirse comida, ambos desayunaban hablando tranquilamente.
2. Raine se solía ir a misiones y TN practicaba pequeños hechizos de riesgo 0 en el cuarto.
3. La comida solía ser igual que el desayuno pero si Raine tenía algo que hacer, TN se escabullía a la ciudad para robar alguna cosa para comer.
4. La tarde se la solía pasar leyendo, cenaba con Raine en el cuarto y luego dormía.
Se aburría mucho, pero no podía hacer nada al respecto.
Pasaba muchas horas observando al otro niño del palacio, un chico de aparentemente su edad que se pasaba las mañanas practicando en el bosque. Alguna vez se atrevió a observarlo de cerca, subida a un árbol, pero nunca había pensado siquiera en entablar una conversación.