◥꧁ᏟᏆΝᎠᎬᎡᎬᏞᏞᎪ ᏴϴᎽ •ᎷᏆΝՏႮΝᏀ•꧂◤

◥꧁𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 ⓹꧂◤

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A decir verdad fue gracioso haber visto a JeongIn llegar desaliñado hacía ellos, aunque a pesar de verlo un tanto confundido, no pudieron evitar tener ciertas sospechas de que el menor del grupo estuviera saliendo con alguien, ya que lograron ver algunas marcas en el blanquecino cuello de Yang.

¿Acaso el pequeño bebé pan tenía pareja y no quería decirles nada?

La traición, la decepción hermano.

Y era por eso que las miradas fijas estaban puestas en el pelirrojo que obviamente estaba nervioso pero intentaba mostrarse normal.

Y para la señora Lee, aquella escena era bastante graciosa.

──Ya niños, dejen de mirarlo así...

──Tienes muchas cosas que aclararnos, Yang JeongIn... ── comentó Félix

──Ya llévame Diosito...

Lo siguiente que se oyó fue la gran risa por parte de TaeYeon.

──Ustedes son un caso único mis niños, nunca cambien...

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Pero toda esa felicidad que había adquirido durante el camino a casa desapareció cuando apenas entró a aquel hogar, mirando a esa mujer tan fría y despiadada sentada en el sofá más grande y también pudo darse cuenta que ambos hermanos estaban sentados a los lados de la mujer, eran como tres leones hambrientos mirando a una pequeña e inofensiva presa que  irrumpió en su territorio.

──Hola...

──Jisung... Acércate por favor...

El menor no dudó en acercarse, abrazándose así mismo cuando aquella bolita de pelos comenzó a ladrar, pues a pesar de ser un perrito pequeño, había dejado algunas severas mordidas en los brazos

──¿Qué necesitas, señorita Lea?

──Quiero que te alejes del futuro novio de mi querida hija... ── la sonrisa de Bahhiyih se ensanchó mucho más por lo que decía su madre.

──¿Disculpa?, Creo que no estoy entendiendo lo que me está diciendo...

──Que Bahhiyih merece estar con ese chico llamado Lee MinHo, no tú. Es decir, ¿Qué podría ofrecerle alguien como tú?, Un mocoso insignificante, tan poca cosa, miserable, patético y tantas cosas más que te hacen ser tan inferior a mi hija... Entiendes, ¿No?

Jisung simplemente asintió con su mirada clavada en el suelo.

──Mi hija es perfecta así que necesito que te alejes de ese chico, comprende tu posición por favor. Ella es como una reina y tú eres un simple sirviente...

──Ya lo entiendo...

──Ahora vete y haz todas tus tareas que de eso depende tu estadía aquí...

El menor mordió su labio inferior y obedeciendo la orden de la mujer, se marchó de ahí, para dejar a la mujer junto a sus hijos. Lea sonrió cuando recibió el abrazo de su amada hija.

──Gracias madre, eres la mejor, sabía que me ayudarías con esto...

──No tienes que agradecerme mi amor. Hago lo que sea por mantenerlos felices...

──Mamá ── murmuró Kai ──A mi también me gusta MinHo...

──Kai, no trates ser igual que tu hermana, busca a otro chico más y ya ── la mujer se puso de pie ──Vamos Bahhiyih, necesito hablar contigo...

La peli-rosa le sacó la lengua a su hermano, riendo por la expresión de este mismo y se fue junto a su madre.

──Vaya, se nota que quieres mantener felices a ambos...

Rió sin gracia, mirando como el de mejillas regordetas limpiaba con delicadeza el suelo.

──¡Mueve el trasero, Han Jisung!, ¡Haz algo bien por un vez en tu miserable vida!

Gritó Kai haciendo que el castaño se sobresalté e hiciera la limpieza. Aunque era bastante típico de Kai, tener que pagar su furia con el pobre Jisung, como si fuera su culpa de que su madre tuviera favoritismo hacia su hermana, mientras que a él, lo dejaba de lado y simplemente no le tomaba tanta importancia tanto como él quisiera.

Siempre fue así. Toda la atención siempre estuvo en su hermana y por eso que se enojaba tanto pero a la vez se sentía tan triste.

──Vamos a salir... Kai, haz lo que quieras. Jisung, en cuanto termines con la limpieza quiero que hagas la tarea de Bahhiyih y después la de Kai...

──¿A dónde irán? ── preguntó Kai con presunto desinterés.

──Iremos de compras. Bahhiyih tiene que lucir bonita para mañana, ya que oficialmente le pedirá a MinHo que salga con ella...

En ese preciso momento, el corazón de Jisung dejó de latir como también hizo un esfuerzo por no llorar en ese preciso instante.

──Ire a limpiar a otro lado...

Y tras decir eso, subió las escaleras para dirigirse a la segunda planta, pero no precisamente para continuar con su limpieza, sino para dirigirse a su habitación y recostarse un rato.

Sintiendo sus ojos picar después de recordar todos esos comentarios hirientes por parte de Lea.

Sonrió con nostalgia mientras que las primeras lágrimas recorrían por sus mejillas.

──Es cierto, ¿Qué cosas buenas podría darle a MinHo cuando soy tan insignificante?

Soltó un pesado suspiro.

──Soy tan patético...

Y ahí iba otro golpe duro de la realidad.

Él pensaba que nunca podría estar con Lee MinHo.

MinHo era hermoso e inalcanzable príncipe.

Mientras que él...

Era un débil y estúpido sirviente.

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(๑♡Gracias por leer esta historia♡๑)