Ellie siempre fue una sargento solitaria, apartada de los grupos y repudiada por sus superiores por no seguir las órdenes, y para su desgracia, John Price no iba a tolerar ninguna de sus actitudes.
[Fanfic Call of Duty]
[Fanfic John Price]
~ Derech...
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Montecarlo, Mónaco
— "Leopardo, ¿dónde estás?"— te pregunta Gaz por radio de manera disimulada paseándose dentro del complejo.
— Estoy llegando, Ghost no puede acelerar con todo el movimiento de gente— respondes terminando de abrochar la correa de la funda de tu cuchillo en tu muslo interno, luego, le echaste la tela del vestido por encima.— Además, lo bueno se hace esperar.
Por fin, Ghost pudo parar el vehículo en la puerta del hotel y se bajó de este para llegar a tu puerta, su pantamontañas y su complexión junto al traje le volvía intimidante. Perfecto para hacerse pasar por un guardaespaldas.
El británico abrió la puerta que daba al asiento mientras le entregaba las llaves a un aparcacoches.
Con delicadeza, bajas del coche haciendo resonar la punta de tu tacón. Agarras el bolso de mano con suavidad y caminas con Ghost detrás, espalda recta y barbilla alta, luciendo tus caros ropajes.
— Nombre, señorita— te pidió la guarda de la puerta.
— Adriana Greco, y él es mi guardaespaldas— le mientras con seguridad.
La mujer revisó las listas, las cuáles modificó Laswell con antelación.
— Pueden pasar— las puertas se abrieron para vosotros.
Entras maravillada por la entrada del lugar.
— No te distraigas— ordena Ghost en un susurro.
—No, teniente.
Caminas observando a todas las personas que había por el lugar, visualizando a Soap asegurando perímetro por el lado derecho, y a Gaz coqueteando con una chica en dirección contraria.
— Iré a visualizar, a ver qué puedo encontrar— avisas a Ghost, quién asiente hacia tí.
Ambos os separais a lugares opuestos, terminando tú por llegar a un salón de comidas y una barra libre. Te interesaste por ver cómo unas personas trajeadas montaban un atril, un micrófono y unos altavoces.
Buscando un motivo para quedarte y estar atenta a la llegada de cualquier persona sospechosa, te acercas a la barra.
— Ponme una copa de vino tinto Cabernet Sauvignon— le pides al barman.
— Marchando, señorita.
— No sabía que te gustaba el vino— miras ubicando a Price, vestido de traje a tu lado.
— Y con cuántos más años mejor me sabe— le respondes—. Gracias.
Coges la copa que te acerca el barman y bebés de ella, degustando el sabor del vino.
— Tienes buen gusto— te halaga—, has escogido el considerado el mejor.
— Mi gusto es exquisito, para todo— lo analizas en su traje y luego miras su cabeza, echando en falta su característico gorro—. ¿Por qué se pone sombrero?