Capítulo 12

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Casa segura de Price,Reino Unido

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Casa segura de Price,
Reino Unido


  Tenías que admitir que la casa de Price era bastante acogedora, minimalista y agradable. Cosa con la que estabas agradecida.

    Te encontrabas sentada en el sofá doble del salón observando a tu capitán hablar con un médico y Judith.

— Vendremos dentro de dos días para revisarla— informa la psicóloga.

— ¿Qué tengo que hacer de mientras?

— Que no haga ejercicio ya que hay riesgo de desgarro muscular, se tiene que tomar estas pastillas— el médico deja en la mesa un bote con los medicamentos—, debe cambiarse y limpiar la herida de bala al menos una vez al día.

— No debe sentir emociones fuertes— Judith empieza a hablar—, su cerebro colapso al final de la batalla y cayó inconsciente, eso puede causarle fallos neurológicos; qué no esté sola mucho tiempo, que escriba sus emociones al final del día y la musicoterapia se ha acordado como el mejor método para ella, que escuche música suave y animada. Vigila que no escuche a Mitski.

— Llámanos si ocurre algún problema. Si padece de terrores nocturnos le recetaré medicación para conciliar el sueño

— Recibido.

— Está bien, nosotros nos vamos entonces— Judith te mira y te apunta con el dedo—. Nada de música triste.

— Nada de música triste— repites dándole a afirmar que la habías escuchado.

— Y nada de ejercicio.

— Nada de ejercicio.

— La tendré controlada— Price calma a las personas con sus palabras y tú lo miras de reojo.

    La pareja de licenciados sale de la casa de Price, quién al cerrar la puerta te mira soltando un suspiro.

— Llevaré tus maletas a la habitación de invitados.

     No respondes apreciando el salón del hombre, sobretodo la cantidad de discos y vinilos
   
    Poco después, Price se sienta en el extremo libre del sofá.

— Bien tienes acceso a mi Netflix y hay un pequeño altavoz si quieres ponerte música, también...— lo interrumpes.

— ¿Por qué te ofreciste para esto?

— Miro por el bienestar de mis soldados— responde tras unos segundos de silencio y tú te arrepientes de preguntar.

— Bien entonces— sacas tu móvil y te pones a jugar a Pizza, sin querer seguir con la conversación.

    John frunce los labios y sientes su mirada un tiempo más hasta que voltea en dirección al televisor, agarra el mando de la mesa central y enciende el aparato, dando lugar a una serie.

Rebelde [John Price] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora