Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚

06/ Volveré Hacia el Mañana.

Hola bebés, perdón por la demora!!  Nils dice que le dejen un corazoncito ❤

NILS BARKER:

—No estaba al tanto que sabías contestar un teléfono. 

—Y eso que no me viste intentando apagar la alarma. Ayer vinieron a casa y conectaron mi celular a un parlante. Se me olvidó sacarlo y la alarma sonó casi por todo el edificio. Me aturdí durante unos buenos minutos. 

Sentí su risa durante unos instantes y me contagió. 

—Bueno, eeeh... Solo te llamaba para... decirte que el regalo... me gustó. Tengo los muñecos en una repisa. 

—Me alegra eso. —Me mordí el labio inferior y me lancé a la cama con una manzana en la mano—. ¿Qué tal estás para la cita de hoy? 

—Ah, según tú es una cita. —Su voz sonaba burlona—. Una cita entre amigos. 

Se me esfumó la expresión juguetona del rostro.  

—Oris, devuélveme los Funki Punki. 

Ella volvió a reír un poquito.  

—Bien, pasa por mí a las cinco, recuérdalo, antes voy a mi curso de tejido. 

—¿Cuántos hobbies tienes? —Le di un mordisco a mi manzana y junté las cejas a la vez.

—Bueno, soy escritora, fotógrafa, hace poco hice un curso de pintura, aprendí a tocar guitarra, hablo latín igual y soy bailarina. Así que tengo muchos hobbies. 

—Lo de bailarina lo tengo muy claro —expresé, risueño.

Supuse que también estaba sonriendo como yo desde el otro lado de la pantalla, y también sentí que estaba nerviosa. Así que continué hablando. 

—¿Y ya le dijiste a tu amiguito sobre nuestra cita? 

Vale, lo dije con malicia. 

—¿A Spencer? Solo somos amigos, Nils. 

—Sí, lo sé, pero a él le gustas. Lo sabías, ¿no? 

—Tiene buenas intenciones. Es atento... Divertido... 

—Sí, bueno, tal vez tenga buenas intenciones, pero créeme, no haría ni la mitad de lo que yo haría por ti.

Me di una encogida de hombros y mordí la manzana. 

El celular se mantuvo en silencio por unos minutos hasta que exclamó. 

—¡Ya deja de coquetearme! 

—Perdón, la costumbre. 

—Pues esa costumbre déjala para... bueno... para la cita de hoy. 

—¿Entonces es una cita? 

—No. Ahora me voy, chao, besos en el trasero. 

Miré el teléfono para verificar que, efectivamente me colgó de golpe. Jimmy se asomó a mi cuarto con el cabello despeinado, con su pijama de oso panda que había comprado en el supermercado y con unas pantuflas amarillas con garras. Eran las tres de la tarde.