Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚

10/ Volveré Hacia el Mañana.

Holaaas, tenemos actualización!! Por favor, acceso VIP al cumpleaños de NILS y traiga su regalo!! 💳🎁

ORIS FARETT

—Oris, ¿estás segura de que sabes manejar? ¡Cuidado el poste! ¡Cuidado!

—¡Que sí sé, Diana!

—El que te dio la licencia... ¿Era un familiar o algo...? —La voz de Jimmy temblaba—. ¡Botaste el basurero!

Frijolito se tapó los ojos con una patita para no mirar.

—¡Ya cállense que me ponen nerviosa!

Los chicos se ubicaron en la parte trasera de mi auto e iban gritando como si no hubiera un mañana. Tampoco era que manejara tan mal...

Habíamos estado los tres en una pijamada el día anterior. Nils había asistido a una reunión con los supervisores de su universidad y me llamó porque su auto estaba donde el mecánico. Me dijo que hubiera llegado a pie, pero se perdió porque no entendía el mapa del teléfono.

—¡Ahí veo a Nils! —Apuntó Diana hacia una esquina—. ¡No te vayas a subir a la acera!

Mi perro ladró con susto. 

—Quiero vomitar... —lloriqueó Jim—. ¡Ah, cuidado!

Iba a frenar, pero lo confundí con el acelerador y terminé por subir a la acera. Frené y la inercia hizo que nos abalanzáramos hacia delante. Las llantas sonaron y la cara de Nils fue de una total rareza.

Entonces, apenas nos detuvimos, me di cuenta de que  estaba con un ramo de flores entre sus manos.

—Qué estilo más novedoso para manejar. —Asomó su rostro cuando bajé el vidrio—. Es como... suicida.

—Solo me falta un poco de coordinación.

—Y de percepción. —acotaron Jimmy y Diana al unísono.

Nils se mordió el labio inferior y abrió la puerta para subirse, pero Frijolito se ubicó en el asiento del copiloto y no dejó que Nils se sentara.

—¿Es en serio?

—Guau.

—¡Deja irme al lado de mi novia!

—¡Guau!

—Yo voto para que maneje Nils —opinó Diana, aunque sonaba más como una súplica.

—No, de eso nada. Iré despacio esta vez. Frijolito, no puedes andar sin que nadie te cargue, mi vida.

Mi perrito suspiró y se fue a los brazos de Diana.

Nils al fin subió en el asiento del copiloto y ¡oh! me había estrechado el hermoso ramo. Me acerqué a él para besarlo y no pude evitar sonreír sobre sus labios. Los días pasaban y cada vez me sorprendía con un par de flores, chocolates o cualquier cosa relacionada a los hobbies que cambiaba cada mes.

—Gracias por esto, Nils, qué lindo... —Miré las flores con una expresión fascinada.

A Nils se le formaron hoyuelos cuando sonrió. Era como si se hubiera sentido orgulloso de que me gustaran.