Epílogo

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Año 1965. 

El otoño ya se hacía notar por las calles que transitaba Nils Barker a diario. Iba de camino a casa después de haber pasado todo el día en la universidad. Como siempre, cargaba un cigarrillo entre sus labios. Decía que algún día lo dejaría, pero para él no había nada más placentero que un par de libros y el olor a nicotina. 

Mientras caminaba, se dio cuenta que su mente ya no le hablaba, más bien su corazón se ocupaba de todo. Era difícil de entender, pero estaba algo confundido respecto a sus sentimientos. El haber dejado a Oris había sido más difícil de lo que él esperaba. Se preguntaba qué hubiera pasado si ella hubiese transitado junto a él por las calles llenas de hojas secas. ¿Le hubiera besado? ¿Le hubiera abrazado? ¿Hubieran alimentado a las palomas todos los domingos hasta envejecer? 

Estaba enamorado, y sabía que le iba a costar un ojo de la cara el sacarla de su cabeza. 

Se acomodó el bolso en su hombro y le dio la última calada a su cigarrillo para después botarlo en la acera. Un aire frío lo golpeó en la cara, así que se acomodó la bufanda y buscó entre sus bolsillos la llave del apartamento el cual compartía con unos compañeros de universidad. 

Pero de inmediato se detuvo y frunció el entrecejo cuando vio una caja sobre la puerta. 

¿Era para él? 

Titubeó un poco, pero al cabo de unos segundos la recogió y le echó un vistazo. Una nota salía de la cinta de regalo, por lo que quedó sorprendido con lo que decía. 

Hola, soy yo de nuevo :D 

Contrajo el rostro y abrió un poco los orificios nasales. Giró el papel y volvió a leer. 

Oris :D 

Nils de inmediato abrió los ojos como platos. Su confusión no era normal. ¿Era esto una broma? 

Tomó la caja y se fue hacia adentro. Se sacó el abrigo y la boina y la dejó en el perchero. Saludó a sus amigos que estaban estudiando en la mesa de la cocina y él se fue a su habitación; se sentó en la cama, rompió el papel y apreció un libro, donde decía el título y el nombre de la autora: Oris Farett. 

Y la mente de Nils al fin hizo ¡click! 

Lo había logrado, ella lo había logrado. 

Pero, ¿cómo es que aquel libro llegó hasta allá? 

Quiso ignorar tal interrogante. ¿Por qué? pues porque deseaba leer el libro. Él sentía que todo lo que fuera escrito por ella iba a ser magnífico y formidable. Así que primero olfateó las hojas y luego lo abrió para gozar de esa gran historia. 

Pero una carta cayó antes al edredón. 

A Nils le abundó la curiosidad. Parte de él temía leerla, pero al cabo de unos minutos se sentó en el marco de la ventana y lo leyó a la luz de la puesta de sol. 

Estoy escribiendo esta carta después de que me dieran la noticia de que mi libro salió en físico. Me ha llegado el primer borrador y no pude evitar pensar en ti. Bueno, siempre estoy pensando en ti; pero desde que me dijiste que querías una copia firmada por mí, me hago muchas ilusiones para poder entregártelo, pero no sé cómo :( 

Quizá suene cursi, pero estoy escuchando I Follow The Sun de The Beatles mientras escribo esto. Resulta que la canción dice que el momento ha llegado y que yo debo marcharme. Y aunque pierda a un amigo, lo entenderás. 

Tal vez tenías razón, Nils; tal vez el tiempo nos haga entender que debemos formar nuestra vida. Y vuelvo hacer alusión a la canción, que cuando pare de llover, debemos seguir el sol. 

Solo quiero que sepas que si los dos nos decidimos algún día a seguir esos rayos de sol, podamos volver a coincidir. Probablemente nos tome tiempo, lo sé, pero si llegara a pasar, me alegraría poder verte como un viejo amigo. Que seamos unos adultos pasando un rato en una cafetería, en un bar o incluso podamos salir a bailar. No lo sé. 

Sé que ahora me duele escribir esto, pero me concilia un montón entender que no podemos mover montañas por amor, sino escalarlas por tus sueños hasta encontrarnos en la cima. 

Este no es un adiós definitivo, Barker. Hoy por hoy me enfocaré en mis sueños y tú debes enfocarte en los tuyos. Si el día de mañana te apareces por mi casa con esposa e hijos, créeme que seré la mejor anfitriona; y si yo quiero retroceder en el tiempo e ir a verte cuando descubras un hecho importante para la física, espero que al menos me esperes con unas patatas con salsas de dudosa procedencia. 

Creo que me está costando un montón finalizar esta carta, pero era más que necesaria. Porque tus sueños son mis sueños, tu felicidad es mi felicidad y tus lágrimas son mis lágrimas. Siempre estaré para ti Nils, en las buenas y en las malas. Porque no tiene precio todo lo que me hiciste vivir. Te lo voy a agradecer una y mil veces. Así que de algo estoy segura, ¿sabes? Tal como lo dice el nombre de mi libro, y si tan solo se pudiera, joder, si tan solo se pudiera, yo te aseguro Nils que... Volveré Hacia el Ayer. 

FIN





Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora