Capítulo 21 ~ Embriaguez

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Capítulo 21 ~ Embriaguez.

Aquel día se encontraba tan soleado que Jungkook podía sentir el sudor bajar por toda su espalda, estaba convencido de que su cabello estaba al punto de encenderse en fuego. El verano había tocado con furia al campo de la universidad, por ello se encaminó rápidamente por los pasillos en busca de que el techo lo tapara de los increíbles rayos de sol.

Taehyung le había invitado a tomarse unos tragos y como era día de semana Jungkook había sugerido hacerlo en el apartamento, por lo que ahora se guiaba por la facultad del castaño para buscarlo en su última clase del día y así poder salir a comprar las bebidas juntos.

Jungkook estaba bastante animado, porque nunca había recibido una invitación como tal de ir a tomar y porque le encantaba compartir su tiempo con el castaño, aunque las cosas estuvieran un poquito diferentes entre ellos, no podía decir que incómoda, pero tampoco podía decir que estaban del todo bien. Era como si cada vez que se veían había ese anhelo de querer decir algo que solo expresaban sus ojos.

Jungkook no era ignorante ante el hecho de que Taehyung se comportaba muy cariñoso y afectivo con él y si bien lo había visto ser cariñoso con los demás a su alrededor, sabía que tenían una especie de relación diferente entre ellos, pero tenía miedo de decir cualquier cosa que pudiera afectar eso, por lo que prefería dejarse llevar, sabía que en algún momento deberían decir lo que sentían pero quizás no estaba del todo preparado para lo que pudiera venir después.

Dejó ir sus pensamientos cuando estuvo frente al salón del castaño, el cual era una especie de auditorio pequeño, pero no pudo detallarlo demasiado porque sus ojos enseguida dieron con el castaño que debajo de un pequeño reflector parecía resplandeciente. Y era tan increíble que de hecho pudo notar que él no era el único atraído hacia su encanto porque todos lo rodeaban mientras él parecía explicar algo con mucho entusiasmo.

Se quedó allí parado por un rato en el que sus pies no pudieron moverse porque lo único que trabajaba en su cuerpo era su corazón latiendo fuertemente, o al menos eso era lo que él percibía, totalmente embobado por la sonrisa de Taehyung, una sonrisa sin duda muy peculiar, muy auténtica y fascinante como el castaño.

Jungkook no pudo evitar sonreír, y justo en ese momento y como si en el mundo existiera la magia que movía a las personas, Taehyung levantó su cabeza y fue algo todavía más mágico el hecho de que aún con una amplia sonrisa, el castaño pudiera ampliarla aún más al divisar la presencia del menor que lo observaba desde la puerta.

Pero nuevamente aquella magia sub real lo llevó a dejar la conversación con todos a su alrededor y dirigir sus pasos hacia el pelinegro que no le quitaba la mirada de encima.

-Hola cariño -lo saludó con un beso en la mejilla con toda la normalidad, haciendo que Jungkook se sonrojara inmediatamente al no esperar ese gesto en público.

-Hola...-dijo pero no pudo decir más porque una tercera voz se unió a la conversación.

-Hey Tae -lo llamó una voz femenina.

Jungkook se volteó de inmediato para localizar a la dueña de esa voz. Era una chica alta de contextura delgada, ojos redondos, sonrisa alegre y cabello rosa. El pelinegro la reconoció al instante, de hecho recordaba su nombre de aquella vez que había visto las fotos que Taehyung le había enseñado en su cámara.

-Hey hola -saludó el castaño -¿cómo estás?

-Estoy bien ¿Qué tal tú?

-Bien -respondió con simplemente para girarse hacia Jungkook, el cual de un momento a otro estaba al lado de él, chocando hombro con hombro -Jungkook, ella es Rosé, mi compañera de proyecto -el menor le brindó un saludo de asentamiento -Rosé, él es Jungkook, un buen amigo mío -dijo pasando una mano por el hombro del menor.

My Dear RoommateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora