My Dear Roommate

Extra 1 ~ Miserable

Extra 1 ~ Miserable

La lluvia caía sobre sus zapatos, mezclándose con la tierra, creando lodo debajo de él. Jungkook se sintió tan deprimido que no le importaba ensuciarse hasta los tobillos, le parecía tan tonto como estaba tan ilusionado esperándolo, como confiaba que aquello no volveria a suceder, quizás ya él lo sabía pero jodidamente seguía teniendo la esperanza.

—¿Me estás escuchando?

—¿Umm? —el pelinegro levantó la mirada —Si, si.

—Creo que dos veces significan que no.

—Lo siento.

—Tranquilo —sonrió.

Jungkook no pudo evitar sonreírle a aquella persona a pesar de sentirse miserable por dentro, porque esta era la cosa con esa persona que lo miraba atentamente, que lo hacía sentir bien en unos segundos, con pocas palabras y una sonrisa confiada. Y no era tonto, sabía que esa persona lo quería, lo había pensando varias veces cuando las cosas se volvían difíciles con la persona que esperaba, pero no podía evitar seguir esperando a esa otra persona, porque típico ¿no? Amas a quien quizás no te ama igual y no amas a quien sabes que si lo hace.

Suspiró, pensar en esa otra persona, quién siempre se mostraba, tranquila, confiada, inquebrantable y levemente poderosa, le daba un sentimiento de melancolía, era difícil decir porqué, pero solo podía extrañar aquellos momentos que le brindaban felicidad.

Cómo cuando Taehyung consiguió su primer papel protagónico.

Taehyung, su esposo, la persona con quién Jungkook había decidido unir su vida, había estudiado para ser actor. Jungkook sabía que su sueño era poder llegar a los hogares de las demás personas mientras les hacía sentir de muchas maneras diferentes sin estar allí en presencia, simplemente con su actuación.

Jungkook sabía que él castaño le encantaba recrear la vida de las demás personas, le encantaba ponerse en sus zapatos, vivir sus experiencias, contar historias, era tan así que había estudiado para ello y aún después de salir de la universidad, se había enfrascado en especializarse mientras hacia algunos pequeños proyectos donde podía adquirir experiencia.

Y luego de todo el esfuerzo, finalmente lo habían aceptado en su primer papel protagónico, y Jungkook no sabía cómo actuar de la emoción, lo único que sabía era que lo apoyaría en todo lo que necesitara.

Solo que nunca creyó que aquello le costaría más de lo que hubiera podido dar.

—Taehyung amor —lo llamó entrando a la habitación que compartían —ya está la cena ¿vienes? —se acercó a él y desde atrás rodeó su cuello con sus brazos.

—Si, en un minuto cuando termine de redactar el correo aceptando la propuesta —contestó girando un poco la cabeza para pegar sus labios con la manilla del pelinegro.

—¡Papá! ¡Papá! —una voz cantarina y dulzona se unió a la conversación.

Enseguida los dos chicos se giraron a ver la dueña de esa preciosa voz.

Su pequeña Aera de cinco años. La cual disfrutaba tanto de la atención de sus padres que cuando se veía sola en la sala, no iba a pensar dos veces lo que tenía que hacer. Ella iba a ir por ellos sin ningún reparo.

—Bebe —Jungkook soltó a Taehyung para llegar hasta la pequeña y sostenerla en brazos.

—¿Qué hacen ustedes dos? —preguntó mirándolos con los ojos entrecerrados mientras hacía un puchero.

Jungkook se quedó mudo durante unos segundos en que la observaba, no creyendo el parecido que tenía la niña con su esposo, era increíble cómo con tan solo anchar sus mejillas y abultar su pequeña boquita, le recordaba a Taehyung, era igualita.