《DESHAZTE DEL CICLO》Fairy-Tail/Fanfic

Capítulo 17

Lucy limpiaba el apartamento, ordenaba las cosas y pasaba un plumero por los muebles para quitar el polvo de ellos, necesitaba terminar pronto para hacer el almuerzo, ya que Larcade llegaría en dos horas más y de seguro con hambre.

Él le había dicho en más de una ocasión que si era de su agrado, contrataría a una empleada para hacer los quehaceres del hogar ahora que faltaban solo pocos días para que entre en trabajo de parto, pero ella se negaba, consideraba que era una pérdida de tiempo y además pondrían en riesgo su secreto.

Le echó una mirada al reloj y en una hora su prometido ya estaría en casa, por lo que se dio prisa y comenzó a preparar el almuerzo.

Haría un guisado de carne.

Estaba de lo más normal picando las verduras cuando sintió un fuerte dolor que la obligó a aferrarse a la mesa mientras sostenía su vientre.

- ¡Ay! - Un estruendoso grito salió de sus labios porque el dolor se intensificó.

Caminó con dificultad hacia el teléfono de la cocina y marcó al móvil de su novio, era importante.

- ¿Qué ocurre? Estoy en clases.

- Larcade... - Lucy respiraba con problemas.

- ¿Estás bien? Te escucho un poco agitada.

- C-Creo que ya va a nacer... - Logró decir ahogando otro grito cuando nuevamente sintió otra fuerte contracción - ¡Larcade, no resisto más!

- ¡Ahora salgo para allá! ¡Solo recuestate en la cama en lo que llego con la doctora y la pareja que lo adoptará!

- ¡¿No podemos ir al hospital?! ¡Me estoy muriendo de dolor! ¡Es horrible! - Gritó afirmándose en la pared, ya que apenas podía estar de pie.

- Estoy en camino - Lo escuchó agitado, de seguro corría al estacionamiento - Lucy, has lo que te digo, sabes que todo debe hacerse con prudencia o mis padres se enterarán - Le recordó - Por favor, ve a acostarte, no tardaré.

- E-Está.. bien...

Lucy dejó el teléfono en su lugar y con mucho esfuerzo se dirigió a la habitación que compartía con él. Llegó y se recostó sobre la cama buscando la manera de calmar las contracciones que se hacían cada vez más fuertes, incluso comenzó a sudar y las lágrimas no faltaron, pues experimentaba el mayor dolor de su vida.

Pasó alrededor de media hora y Larcade se apareció en la puerta con una mujer de aproximadamente 45 años, la cual traía un equipo especial para atender el parto.

Escuchó más voces, una femenina y otra masculina, asumió que se trataba de la pareja que Larcade encontró para hacerse cargo de la crianza del bebé.

La doctora se acercó a ella y la ayudó a alistarse para el nacimiento del niño. Lucy a esas alturas estaba pálida y llena de sudor, sentía que no lo lograría. Larcade se quedó a su lado dándole fuerzas para que no se rinda, pero ella estaba muy débil.

Desafortunadamente su sufrimiento duró alrededor de cinco horas, durante ese tiempo tuvo que esperar a estar lo suficientemente dilatada, luego la doctora le ordenó pujar. Lucy tomó la mano que Larcade le ofreció en muestra de apoyo y pujo una y otra vez con todas sus fuerzas para dar a luz.

- ¡Puja más fuerte!

- ¡No puedo, me duele mucho! - Lucy apretó más la mano de Larcade, quién hacía lo posible para no desmayarse, ya que los gritos de Lucy lo dejaron pensando - ¡No puedo! - Gritó llorosa al tratar de pujar una vez más, pues no veía buenos resultados a pesar de que se esforzaba.

- ¡Tú puedes, no te des por vencida ahora! - La doctora la animaba, aunque no de la forma más linda.

Lucy continuó dando lo mejor de sí misma para traer a ese pequeño al mundo, sentía mucho dolor, pero como dijo la doctora, ella no podía rendirse cuando habían vidas de por medio, la suya y la del bebé.