Capitulo 2

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Sus ojos eran profundos, amenazantes, era muy difícil descifrar lo que había detrás de ellos.

Yo me encogí con temor cuando comenzó a oler mi cuello, estaba con el corazón a mil, sobre todo cuando sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja derecha, eso era tan humillante...

¿Pero qué podía hacer? Si me atrevía a darle un pisotón de seguro me traería la cabeza de mi padre, y eso jamás me lo perdonaría.

- Aún eres muy joven, ¿Pero qué tanto? - Yo lo miré por lo bajo - Muy bien, muéstrame.

- ¿Ah? - No le entendí.

- Tus pechos, quiero verlos - Mi rostro se sonrojó un poco, pero luego sentí un terror recorrerme - Solo debes bajarte los tirantes, quiero ver que tanto te falta para madurar.

Yo miré a todos lados buscando una salida, eso era tan denigrante para una mujer, pero solo me vi con él en esas paredes del infierno. Yo sentí tanta impotencia mientras tomaba cada tirante de mi vestido para bajarlos y así exponer la parte superior de mi cuerpo.

- Quítate el brazier.

- Por favor, no quiero... - Supliqué, eso era aún más denigrante.

- Quitatelos.

- Tengo 15 años, se puede ver a simple vista que apenas he empezado a desarrollarme - Él me observó con sus ojos jades, esperando que prosiguiera, pero yo no quería - Por favor...

- Para tener esa edad estás muy desarrollada, Lucy - Aquella sonrisa divertida que se le formó hizo que me avergüence de mi cuerpo - Está bien, no me muestres más de lo que ya me has permitido ver, pero la próxima vez no seré tan generoso.

- Gracias...

- Ahora - Dijo, yo me había empezado a acomodar mi vestido - La situación es la siguiente.

-...

- Tu padre puede continuar trabajando para mi como si este incidente jamás hubiera ocurrido, me refiero al dinero - Yo asentí - Pero a cambio, tú te vas a quedar conmigo, aquí donde pueda vigilarte hasta que llegue el momento.

- ¿Él momento?

- Te acostarás conmigo, Lucy - Mi cara palideció - Te haré mía tal vez no hoy ni mañana, pero va a suceder y espero que cuando llegue el momento no me salgas con la sorpresa de que ya te has entregado a otro, sé por el historial de tu padre que no has tenido mucho contacto con los hombres, que eres más de las jóvenes que prefieren centrarse más en su formación académica.

- ¿Quiere... mi virginidad...?

- Exacto - Yo maldije, no era el primero que me traía problemas por ese tema.

Pero en esta ocasión estaba de por medio la vida y la integridad de mi padre, nuestra libertad.

- En ese caso - Yo lo miré con seguridad - Por favor, hágalo ahora.

- ¿Hablas en serio?

- No me importa nada, solo quiero estar con mi padre en Italia cuanto antes.

- Entiendo, pero me temo que no es posible.

- ¡¿Por qué?! ¡No le pido que sea gentil, solo que lo haga de una vez!

- No me acostare jamás con alguien que recién empieza a gatear - Sentí ira, era un desgraciado - Prefiero esperar a que estés lista, entonces sucederá y podrán irse tu padre y tú.

- Tengo una vida, quiero estudiar, quiero sacar un título profesional - Le dije desesperada - ¡¿No ve que deseo disfrutar mi vida a cualquier costo?! ¡No quiero pasar mis siguientes días encerrada en este lugar!

- Nadie dijo que estarás encerrada - Yo callé - Vivirás aquí de ahora en adelante, conmigo, será así hasta que seas mayor de edad, y si para ese entonces ya eres suficiente mujer como para complacer a un hombre de mi categoría, pues tendrás tu libertad.

- Eso es mucho tiempo.

- Mis hombres te dejarán e irán a buscar a tu instituto, terminarás al menos la preparatoria - Yo no sabía que decir - Así que siéntete afortunada.

- ¿Y mi padre? ¿Qué será de él?

- Puede quedarse en la celda, la puede utilizar como cuarto si quiere seguir viendo a su hija ya que pensaba renunciar, ¿No?

- Solo le pido que lo mande a liberar ya, necesito hablar con él e informarle todo esto.

- Está bien, dejaré que salga - respondió - Pero recuerdale que hasta que no me hayas servido bien, ustedes no podrán escapar de mi.

[P.n]

Lucy asintió, apretando sus puños le dio la espalda y salió del despacho. Ahí afuera un hombre la guió hasta su padre, el cual al verla sonrió aliviado y quiso abrazarla, pero estaba tras las rejas por lo que no lo logró.

- Papá... - Lucy sonrió aliviada al verlo integro - Papá he logrado que te liberen...

- ¿Qué te hizo ese infeliz? - le preguntó serio - ¡¿Te lastimó?!

- Nada de eso - Ella no quería alterarlo - Papá, debo quedarme aquí por un tiempo, él me dijo que puedes quedarte conmigo...

- Conozco a Dragneel, algo serio te pidió a cambio - Volvió a decir - Dime qué te pidió, Lucy.

Ella dudó, no supo si decirle la verdad a su padre, pero tarde o temprano él lo descubriría por lo que optó por contarle la verdad.

- Quiere que me entregue a él - Jude maldijo apretando los barrotes - Papá, no me importa. Además dijo que sólo debe ser una vez y será cuando sea mayor de edad.

- ¡Eso no cambia nada! ¡¿Por qué entonces te pediría quedarte hasta ese momento con él?!

- No lo entiendo del todo bien, pero dijo que continuaré estudiando, creo que es la mejor salida con tal de que no te mate.

- ¡¿En serio piensas que podré vivir tranquilo sabiendo que a cambio deberás complacer a ese infeliz?! ¡Tú no eres una prostituta!

- Papá...

- Lucy... - Jude sollozo, eso le rompió el corazón a Lucy, su padre se estaba quebrando dentro de él - M-mi pequeña...

Lucy hizo un esfuerzo por mantenerse firme, llorar no le ayudaría en nada en esos momentos, solo tomó la mano de su padre y la besó, prometiendole que ambos saldrían de esa situación.

Así continúo la vida de Lucy Heartfilia, una adolescente que tuvo que mudarse a la base de la mafia perteneciente a los Dragneel's. Ella comenzó a vivir sus días privada de su libertad, pues los hombres comenzaron vigilarla todo el tiempo mientras hacían sus deberes  por ordenes de su superior.

Jude dejó claramente la celda y volvió a su puesto de antes vigilando la entrada de la mansión junto a otros tres hombres, al menos de esa manera pudo asegurarse de que su hija estaba bien, pues al medio día iba a verla a su habitación para comprobar que nadie ni nada la haya lastimado, ya que notó rápidamente que no solo su jefe, sino el resto de los guardias se habían sentido atraídos por su belleza.

Lucy comenzó su segundo año de preparatoria tres meses después, y como se lo prometió aquel hombre, ella asistió a clases con "normalidad", aunque despertó cierta curiosidad en sus compañeros y maestros al verla bajar y subir de uno de los carros mas costosos todos los días.

Jude se encargó de ser su chófer, pero siempre iban detrás de ellos dos carros con hombres armados, para evitar que este huyera con su hija.

Lucy no descuidó sus estudios, se centró en ellos como siempre, pero por otra parte, comenzó a pensar en cómo complacerá al responsable de su encierro para que la deje libre.

Pues para su mala suerte, ella no volvió a cruzarse con él, y lo poco que sabía de su paradero es que cada vez que llegaba a la base, este era recibido por una mujer distinta en cada ocasión, las cuales lo complacían de una y mil formas.

Lucy era muy reservada, tímida tal vez, inexperta, no se veía a si misma complaciendo sexualmente a nadie.

Y menos cuando su objetivo ya había y estaba recibiendo todo tipo de diversión.

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Continuará***

《DESHAZTE DEL CICLO》Fairy-Tail/FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora