《DESHAZTE DEL CICLO》Fairy-Tail/Fanfic

Capítulo 4

Lucy y el notavo se detuvieron cuando llegaron a la puerta de la habitación del jefe de la base, el novato tocó y luego de oír un "adelante" es que ambos ingresaron.

- Señor, aquí le he traído a la hija de Jude como me lo ordenó.

La rubia se quedó sorprendida cuando vio que aquel hombre que conoció el año pasado se levantó de la cama sujetándose una sábana a la altura de la cadera.

- ¿Por qué ordenó que trajeran a esta chiquilla, amo? - Habló la mujer que estuvo debajo él, desnuda.

- ¿Acaso nuestro amo quiere vernos a las tres mientras nos acariciamos? - Habló otra voz, Lucy desvió su atención al balcón, ahí apareció otra mujer desnuda mientras mordía una manzana roja - Usted como siempre tan elocuente, amo.

- Retirate - Le ordenó el Dragneel al novato que en ningún momento lo miró a los ojos a él, ni a las mujeres, luego se retiró dejando a la rubia con ellos - Mi preciosa Lucy, acércate.

Ella trago duró, la visión de ese lugar y de ellos era horrenda, pero por su bien y el de su padre obedeció y caminó hasta él. Se percató una vez que lo tuvo en frente que éste tenía el cabello más largo, al punto de notarle unos pequeños rizos en las puntas y que su cuerpo estaba muy tonificado ahora que lo veía casi desnudo, pues la sábana solo le cubría lo necesario.

- Toma asiento - Él se sentó en la cama y la invitó a hacer lo mismo, ella lo hizo - Chicas, por favor salgan un rato.

- ¿Y eso es todo? O sea... ¿Ni siquiera nos mandarás con tus hombres a comprarnos algunas cosas?

Dijeron ellas molestas.

- No he dicho que su trabajo ha terminado - El hombre las miró frío, ellas retrocedieron - Y que sea la última vez que me hablan de esa forma porque a la próxima serán castigadas severamente.

- ¿C-Cómo que la proxima...?

- ¡Guardias! - Gritó el Dragneel y los hombres no tardaron en entrar.

- ¿Nos llamó, jefe?

- Lleven a estas dos rameras con los chicos de la sección C-4 - Las chicas se miraron entre ellas asustadas - Les dicen que es un presente de mi parte por haber hecho un muy buen trabajo al matar al estúpido de Wakaba durante las elecciones.

- Entendido.

Los hombres tomaron a las chicas, que con mucho pavor le suplicaron perdón, pero que sin ninguna respuesta favorecedora fueron llevadas afuera, donde pronto tendrían que complacer a aquellos hombres.

- Has crecido un poco, Lucy - Él la miró detalladamente - Estás mas bella de lo que recuerdo.

- Gracias... - Lucy se estremeció cuando sintió que él bajó una de sus manos a sus piernas para acariciarla.

- Tu piel es tan suave... - Susurró - Dime... ¿Te sientes lista para complacer a tu señor?

Ella desvió la mirada, tenía tantas ganas de salir corriendo de ahí.

- S-Si... - Murmuró bajo.

- Perfecto...- Natsu hizo que se levante y la sentó sobre él con las piernas a cada lado de su cuerpo - Mi linda y dulce, Lucy...

Lucy no sabía como reaccionar, estaba muy nerviosa, tenía miedo de enfadarlo.

- Veamos que tanto has madurado hasta ahora, pequeña... - Ella no hizo nada cuando él comenzó a deshacer los hilos que sujetaban su vestido a la altura de sus senos, dejandole ver pronto su brazier negro - Oh... veo que aquí ha cambiado un poco...

- Espere... - Ella quiso detenerlo, pues él buscó el broche de su brazier para quitarlo, cosa que logró fácilmente, exponiendo así sus senos al aire.

- Que bella vista...

Lucy estaba muy avergonzada, sus pechos crecieron, eran más grandes que el año pasado, pero todavía no lo suficiente como para estar a la altura de las mujeres que vio anteriormente haciéndole compañía.

- N-No... - Ella sintió una corriente en su espalda cuando él atrapó uno de sus pezones con sus labios - P-por favor...

Pero no le hizo caso, él comenzó a recorrer sus atributos con masajes y besos, tirando de sus pezones con los dientes. Lucy se sobresaltó cuando algo hizo presión en su entrepierna, se trataba de la ereccion que él tuvo debido a los inocentes gemidos que salieron de sus labios femeninos.

- Sin duda eres magnífica... - Él se apartó de sus pechos y la miró sosteniendo su cintura con ambas manos - Pero... ¿Se supone que sólo tienes eso para ofrecerme? ¿Sólo gemidos en negativa?

Lucy se sintió inservible, inútil, sentía que estaba en problemas. Aunque todo se tornó peor cuando la sacudió un fuerte mareo, cosa que él notó rápidamente.

- ¿Qué te sucede? - Le preguntó de pronto - Te veo pálida.

- Y-Yo... - Ella presentó muchos temblores - Y-Yo... n-no... me siento...

- ¡¿Qué te pasa?! - Lo escuchó gritar por última vez antes de que su visión se tornara negra.

...

La vista de Lucy cada vez se hizo más clara, menos borrosa y oscura, cuando por fin su cabeza dejó de dar vueltas echó un vistazo al lugar donde se encontraba. La habitación en la cual había despertado era la misma que vio antes de perder el conocimiento, se dio cuenta de que reposaba en la cama de ese hombre, pero que para su buena suerte habían cambiado las sábanas ya que las anteriores eran rojas y las de ahora eran blancas, además de que aún poseía su ropa y su cuerpo no presentaba dolores.

- ¿Ya estás mejor, pequeña ingrata? - Desvió su atención a su lado y se topó con la mirada del Dragneel mientras se llevaba unas uvas a la boca.

- ¿Q-qué...?

- ¿De dónde sacaste la píldora?

- Yo... - Ella temió que descubriera a su padre - Yo solo quería evitar un...

- Entiendo... - Natsu se sentó y dejó las frutas en el velador - Pero no lo vuelvas a hacer, mi médico dijo que se trataba probablemente de una píldora abortiva, no anticonceptiva.

- Me equivoqué entonces, pensé que eran lo mismo - Susurró - Yo busqué entre las pertenencias de mi padre, él no sabe nada de esto.

- Eso mismo me dijo hoy en la mañana cuando se enteró de que te pusiste mal - Ella se sintió aliviada - No lo vuelvas a hacer, yo no suelo acostarme con las mujeres sin antes haberme protegido, si es un embarazo lo que te preocupa.

- No lo sabía...

- Para tu alivio, ten en cuenta esto - Se acostó a un lado de ella y la observó sin ninguna gracia - Si llegara a suceder, sin duda no lo tendrías.

-... - Ella quedó sorprendida.

- No quiero niños, no los necesito - Habló con frialdad - Puedes corroborar mis palabras con las chicas que me sirven, más de alguna de ellas ha querido amarrarme con esa excusa.

- ¿Y qué ha pasado con ellas?

- No solo ellas, tambien las criaturas - Lucy estaba incrédula - Me he deshecho no solo de una, sino más de una docena de ellas cada que vez que me vienen con esa jodida noticia.

- Tú...

- Las he hecho abortar, aún cuando se confirmó que eran míos.

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Continuará***