Aventura en la isla yoshi

184 12 2
                                    

Otro día más empieza en la Tierra donde no existen días aburridos, y Mario y Luigi se levantaron temprano en la mañana para dirigirse al castillo de la princesa. Luego de anunciarse con uno de los guardias, este entró corriendo para buscar a quien ellos solicitaron, mientras que los hermanos se quedaron parados junto a su carro.

Luigi : ¿Tú crees que la princesa ya regresó?

Mario : Tal vez. Aunque después de todo este desastre intergaláctico no me sorprendería que se quede unos cuantos días más en casa de Daisy. Si terminó exhausta luego de ser secuestrada durante sus vacaciones, no me imagino cómo debe sentirse ahora.

Luigi : Supongo.

Mario se cruzó de brazos mientras apoyaba la espalda sobre el carro en el que iban, viendo hacia el cielo. Luigi, por su parte, se quedó en el asiento del conductor, golpeando ligeramente el timón con sus dedos mientras golpeaba la parte baja del carro con sus talones, tarareando una canción al ritmo que su cuerpo marcaba. Mario no pudo evitar unirse a su hermano, silbando parte de la melodía que él tarareaba, hasta que Toad salió corriendo por la entrada del castillo. Aún llevaba la linterna sobre su cabeza, así como su traje de explorador y su mochila.

Mario (extiende los brazos) : ¿En serio vas a llevar eso a todos lados?

C. Toad : Sí, esto ahora es parte de mi look, Mario. Es parte de quién soy.

Luigi : Y supongo que ya le habrás propuesto esta nueva faceta de tu vida a la princesa ¿eh?

C. Toad : No, aún no. Pero lo haré cuando regresemos.

Mario (se despega del carro) : ¿E~ella ya ... ya regresó?

C. Toad : Ya, de hecho preguntó por ti cuando regresó en la mañana, pero le dije que todavía estabas dormido y ...

Mario salió corriendo hacia el castillo antes de que Toad pudiera terminar su oración, casi atropellando a uno de los guardias en el camino. Cuando ya se había ido, Toad comenzó a reír descontroladamente, ganándose una mirada de desaprobación de Luigi.

Luigi : La princesa no ha regresado ¿verdad?

C. Toad (entre risas) : ¡No! Jajajaja ... ella sigue con Daisy, creo que se va a quedar allá unos cuantos días más jajajajaja.

Luigi (suspira) : ¿En serio, Toad?

C. Toad : ¿Qué? ... Se honesto, tu también lo habrías hecho.

Luigi : C~claro que no.

En ese momento, Mario salió caminando del castillo, con las manos en los bolsillos. Al estar cerca de Toad lo vio de reojo, causando que se le fuera borrando la sonrisa poco a poco.

Luigi (nervioso) : Y he~hermano ... ¿Qué ... qué te di~dijeron?

Mario (serio) : Que Peach va a estar fuera por al menos una semana.

C. Toad : Bueno, supongo que Toadette se olvidó de contarme eso.

Mario le dio un sape a Toad, causando que la linterna le cayera al rostro y se lo tapara por completo. Con una pequeña sonrisa, el hermano de rojo se separó del capitán y se acercó a su hermano.

Mario : Toadette ya nos dio permiso de estacionar esto dentro del castillo.

Luigi : Claro. Ya ... ya vuelvo.

El héroe de verde, aún algo nervioso, se llevó el carro hacia el lugar designado para estacionar los vehículos dentro del castillo. Mientras tanto, Toad terminó de pelear con la linterna que llevaba en la cabeza y volvió a colocarla en su lugar.

La estrella más brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora