Peach conoce a Rosalina

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Al día siguiente tanto Mario como Luigi se prepararon para sus respectivos compromisos, siendo el hermano de verde el primero en salir de la casa. Con el ramo de flores en su mano derecha y aún siendo una bola de nervios, Luigi se dirigió a la salida de la casa con Mario siguiéndole el paso, quien venía con una juguetona sonrisa de oreja a oreja.

Luigi (voltea repentinamente al estar frente a la puerta) : No lo sé, Mario ¿Seguro que ... que luzco bien?

Mario (pone una mano sobre el hombro derecho de Luigi) : Te ves bien, hermano. No vas a ir a una cena formal o algo por el estilo, es solo una visita casual.

Luigi (respirando profundamente) : Claro, claro, solo ... solo una visita casual ... ... ¿¡Pero y si no lo es y Daisy se ofende de que halla pensado eso!?

Mario (sonríe) : ¿Alguna vez se ha ofendido porque le hallas hablado sin llevar puesto un esmoquin?

Luigi (calmándose de nuevo) : Sí, ti~tienes razón.

Mario : Vamos, solo diviértete y sé tu mismo. Si eso no le gusta a Daisy, entonces ella no es la indicada. No le vendas una mentira, o te verás obligado a vivirla de aquí en adelante.

Luigi : De acuerdo ... gracias, hermano.

Mario : No hay de que. (le da una palmada en el hombro) ¡Ve por ella, tigre!

Ambos hermanos soltaron una suave risilla, tras lo que Luigi respiró profundamente antes de dar media vuelta y salir de la casa, dejando a Mario solo. Entonces el hermano de rojo se dirigió a su habitación para tomar el regalo que había comprado para los destellos en la mañana, el cual era casi tan grande como él, y se dirigió a la sala a ver un poco de televisión en lo que Rosalina llegaba. La madre de los destellos no tardó mucho en aparecer frente a la casa de los hermanos, dándole un par de suaves golpes a la puerta para avisar de su presencia. Mario rápidamente apagó la televisión y se levantó del sofá, llevando el regalo entre su brazo derecho y su cuerpo, y fue inmediatamente a abrir la puerta.

Mario (sonriendo) : Hola Rosalina.

Rosalina (le devuelve la sonrisa) : Hola Mario ¿listo?

Mario (cierra la puerta detrás de él) : Por supuesto. (deja el regalo en el suelo y asegura la puerta bajo llave) ¿Y tu?

Rosalina (suspira) : Más o menos. Es solo que esta sería la primera vez que regreso al castillo desde ... bueno ...

La rubia no pudo terminar su oración, lo cual no fue necesario para que el bigotón entendiera de qué estaba hablando.

Mario : Oye, todo va a estar bien ¿de acuerdo? Sé que a veces puede dar algo de terror regresar a un lugar familiar para ti, sabiendo que las cosas pueden ser muy diferentes a como las recuerdas, pero creo que esto te puede ayudar dar por cerrado el capítulo de tu vida en que te aislaste del mundo. Piénsalo como un nuevo inicio.

Rosalina : Es lo que intento, pero aún así se siente raro. No es solo un lugar más que visitaba regularmente ... fue mi hogar. Y aunque he intentado ignorar ese sentimiento desde que acepté reunirme con Peach, sigue estando allí, molestando cada tanto.

Mario : Te entiendo, pero no te preocupes, Peach es muy comprensiva. Si le dices que te sientes un poco incómoda en el interior del castillo seguro que te lleva al jardín trasero para hablar. 

Rosalina : Lo tendré en mente. (desvía su mirada hacia el regalo y lo señala) ¿Y eso?

Mario (levanta la caja con ambas manos) : Es para los destellos, para que jueguen. Espero que no te moleste.

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⏰ Última actualización: Nov 07 ⏰

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