Hyunjin era un respetable hombre de negocios. Serio, imponente y arrogante.
Seungmin aún estaba en la universidad. Un chico tranquilo, amable y obediente.
Ambos eran completos extraños cuando se casaron, sin embargo la gran química sexual que había...
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Minho trataba de ignorar lo que su retrovisor reflejaba y es que el hermano menor de su mejor amigo, un chico que el desconocía y el mejor amigo del esposo de Hwang se estaban besuqueando en la parte trasera de su coche.
Pará empezar, ¿el chico siquiera era mayor de edad? A sus ojos se miraba muy joven.
-Min, yo también quiero unirme, ¿podemos llevarlos con nosotros a casa? -murmuró su esposo mirando al trío por el espejo de su asiento.
-¿Qué? Claro que no Jisung, hoy estuviste lo suficientemente atrevido -lo regañaba en susurros- controla tus hormonas por favor.
-Pero yo quiero -dijo con un puchero mientras dirigía su mano a uno de los muslos del Moreno- vamos amor, solo esta noche.
-¿Estás hablando en serio? -preguntó sin apartar la vista de la carretera pero apretando el volante con fuerza.
-Siempre hablo en serio cariño -susurró el mayor quitándose el cinturón y acercándose más a él para murmurar en su oído- ¿De verdad no te prende que otro me tome mientras tu tomas a alguien más? ¿O que me den todos al mismo tiempo?
-Han Jisung vas a provocar un accidente, pon tu trasero en el asiento y ponte el maldito cinturón.
Jisung sonrió con victoria, sabía que Minho era un hombre celoso y posesivo, era obvio que le iba a molestar la idea de compartirlo, entonces esa noche lo más probable es que le daría tan duro como le gustaba como castigo por estarlo provocando.
Por otro lado, Jeongin se sentía cada vez más caliente, el alcohol y el momento le mantenían en una neblina de lujuria que crecía y crecía conforme los besos se iban intensificando.
-Changbin, ya llegamos -anunció Minho evitando ver a los tres menores- ¿a ustedes dónde los llevo?
-No te preocupes Hyung, se quedarán conmigo -contestó Bin con los labios hinchados- muchas gracias por traernos, se van con cuidado.
Los esposos se miraron entre ellos, el mayor le alzo las cejas sugerentemente.
-Diviértanse -dijo con burla antes de que Minho arrancara de nuevo.
-Vamos -Changbin tomó de las manos a ambos chicos y se introdujeron al complejo de apartamentos.
Iban en el elevador cuando Jeongin recibió una llamada.
-Innie, ¿ya llegaste a tu casa? -preguntó Seungmin del otro lado de la línea.
-Ammm... Si Hyung, no te preocupes.
-Bien, hablamos mañana, ¿si?
-Si Minnie, buenas noches -se despidió con el corazón acelerado, era la primera vez que le mentía a Seungmin.
-¿Todo bien? -preguntó Changbin apretando su mano.
-¿Estás seguro que puedes pasar la noche fuera de casa? -fue ahora Chan quién cuestionó con preocupación.
-Si, no se preocupen -contestó rápido y tratando de no sonar nervioso.
Ambos adultos le sonrieron y salieron del elevador.
-Te trataremos bien -susurró el mayor en su oído lamiendo el lóbulo de su oreja.
-Tu déjate consentir -Changbin le hablaba con voz ronca que hacía al menor endurecerse de nuevo.
Desde que habían entrado al departamento de Hwang no habían parado de besarse, morderse o lamerse. Después de que los tres terminaran desnudos sobre el sillón de la sala de estar y de que Jeongin fuera llenado por el semen de Chan en su boca y su trasero del de Changbin, respiraban agitados tratando de recuperarse.
-Aún me siento alcoholizado -murmuró Chan con una sonrisa divertida y los ojos entrecerrados.
-Pues manejas muy bien tu cuerpo para todo el alcohol que consumiste, Bang-se burló Changbin viendo la nueva erección del mayor.
-No me puedes culpar, tengo a dos chicos lindos dándome el mejor espectáculo de mi vida.
Changbin sonrió y aun dentro de Jeongin se acercó al mayor para plantearle un beso que se tornó demandante por ambas partes. Yang, que se encontraba acostado en el sillón, miraba la escena encima de él, apretando sus paredes ante el estímulo visual, Hwang se percató de tal hecho y comenzó a mecerse con suavidad.
-Acuéstate Changbin -ordenó Chan- Jeongin , encima de él. Ahora.
El menor se estremeció, jamás había escuchado a Chan mandar en el acto, siempre pedía todo por favor y con cariño, esta nueva faceta prometía que se venía algo muy sucio.
Se sentó a horcadas de Hwang quien enseguida le tomó la cintura, ambos se frotaron contra el otro hasta que Changbin se introdujo en él lentamente sacándole un suspiro placentero.
Yang apoyó las palmas de sus manos a los lados de la cabeza de Changbin y estuvo a punto de mover sus caderas cuando sintió un dedo invasor en su ya estirado orificio.
-¿Chan Hyung? -preguntó con la respiración contenida- ¿Qué hace?
-Creo que ya habrás notado, lindo, pero Changbin y yo compartimos todo -explicó introduciendo aún más su dedo medio, el interior ya se encontraba apretado por el pene de Hwang, sin embargo, solo bastaba dilatar un poco más y estaba seguro que él también podría entrar.
-Ah, Hyung, no creo poder tomarlos a ambos -susurró jadeante, la sensación era dolorosa pero él estaba ansioso.
-Me encargaré de que si puedas, lindo.
Bang tomó un bote de lubricante que habían utilizado al principio de su encuentro y lo vertió en el inicio de la línea que dividía las nalgas del menor, esparció el líquido en sus dedos e introdujo tres de golpe. Jeongin grito y cerró los ojos con fuerza, Changbin observaba las expresiones del más joven con fascinación.
El mayor sacó sus dedos y se puso un condón, derramó más lubricante en su pene y repartió besos en la espalda del más joven mientras se introducía lentamente en el lindo anillo de nervios.
Jeongin estaba excitado, adolorido y un poco temeroso. Se iba a romper.
Changbin comenzó a lamer sus pezones para tratar de relajarlo y que Chan terminará de entrar en el menor, cosa que logró a los segundos y se mantuvo un rato más quieto para que el más joven se acostumbrara.
-Es normal sentirte nervioso, pero créeme primor, lo vas a disfrutar -Jeongin no tuvo tiempo de contestarle a Hwang cuando ambos mayores se movieron a la vez.
Yang temblaba de pies a cabeza la cual tenía dando girones, la garganta le dolía ante los fuertes gemidos que sacaba, sus manos temblaban a los lados de la cabeza de Changbin y no podía explicar el placer extremadamente potente que estaba sintiendo en ese momento.
Changbin gruñía fuertes "si", se sentía aún más apretado, podía notar que Chan se encontraba en las mismas, si continuaban de esa manera no iban a durar.
Potenciaron las fuertes embestidas contra el delicado cuerpo del doncel sin perder la coordinación y Chan fue el primero en venirse. Changbin tomó el miembro del menor y lo comenzó a bombear con fiereza, Jeongin babeaba ante el estímulo y se vino sin poder atrasarlo más.
-De rodillas. Ambos -ordenó desesperado.
Tanto el mayor como el menor obedecieron firmemente y se arrodillaron frente al chico.
Hwang se masturbó con fuerza, y Jeongin apenas pudo copiar lo que él mayor a su lado hacía; abrió la boca y sacó la lengua. Ante tal imagen Changbin soltó un gemido y se sacó el preservativo a tiempo para venirse en la boca y cara de ambos chicos.
Jeongin apenas fue consciente del dolor extremo que su espalda baja resintió en ese momento.
