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Hyunjin acariciaba los castaños cabellos de su esposo que se encontraba con la cabeza recostada en su regazo mientras seguía derramando lágrimas.
-Si sigues llorando no te mostraré tu regalo -amenazó el peli negro pues Seungmin parecía que jamás iba a dejar de llorar.
El menor murmuró lo que pareció un "lo siento" entrecortado por el nudo en su garganta que sólo logró intensificar su llanto.
Hwang había descubierto durante esos meses de matrimonio, que los señores Kim influía demasiado en las decisiones que tomaba su hijo, siempre que el menor visitaba a sus padres o que estos a él, terminaba desanimado durante unos días y Hyunjin se estaba comenzando a cansar de eso.
-Minnie, nunca tendrás contentos a tus padres, no importa cuánto cumplas sus caprichos, ellos seguirán presionándote, lo mejor sería que les pusieras un alto -recomendó el mayor.
-Solo quería que estuviesen orgullosos de mi -susurró.
-Y debería de estarlo, vi tus calificaciones finales, no cualquiera puede tener un 10 general en todas sus materias a nivel profesional, lo lograste aun manteniendo una casa ordenada aunque no es tu obligación hacerlo y luciendo lindo y listo para salir a cenar cada que podemos. Eres un chico talentoso, paciente y ordenado, definitivamente serás un buen padre -Seungmin se tensó y él siguió acariciando sus cabellos con suavidad- pero aún no es el momento de hijos, es el momento de ir a abrir los regalos con nuestros amigos.
-Está bien Hyung -aceptó el menor riendo divertido, sus ojos estaban hinchados y junto con sus mejillas se encontraban rojos.
-Ese es mi chico, ahora dame un beso.
Seungmin se levantó avergonzado y tímidamente dejó un beso en los delgados labios de su esposo que correspondió gustoso.
-Hola chicos, perdón por lo de hace rato -murmuró con algo de vergüenza mientras llegaba a la sala de su casa de la mano de su esposo, en donde sus ahora cinco amigos (Minho y Jisung acababan de llegar) les esperaban.
-No pasa nada Minnie, es entendible, además está vez tuviste quien te defendiera -contestó Jeongin con la nariz arrugada por la sonrisa que se plantó en su rostro.
Seungmin miró a su esposo cuestionando lo dicho por su amigo, sin embargo, Hyunjin simplemente le dedicó una sonrisa y le guiñó un ojo mientras saludaban a los recién llegados.
-¿Qué tal si mejor continuamos con esta fiesta? -preguntó Changbin muy animado y trayendo las botellas de la nevera comenzó a servirles a todos los presentes a excepción del más joven- Para ti no niño, te traje jugo de arándanos.
Jeongin aceptó con un puchero que provocó risas en los presentes.
El rato pasó divertido y feliz para todos, Seungmin recibió muchos regalos, su suegra le había dejado una Cajita que contenía unos hermosos pendientes de zafiro, Chan le trajo una rosa que se encontraba dentro de una bola de cristal que parecía que contenía agua pero no era más que reciña, Changbin le dio una caja algo grande envuelta en papel de regalo y un bonito moño rojo que le pidió abriera en otro momento, Jeongin le dio un regalo a ambos: una bonita caja de madera que guardaba dentro un arreglo de una botella de vino y dos copas junto a una nota que decía "¿Quieren ser mis padrinos?" Hyunjin y Seungmin respondieron en seguida que si mientras el último soltaba lágrimas de felicidad. Jisung le dio una bolsa de una ropa de marca que también pidió que abriera en otro momento y por último Hyunjin, que cuando fue su turno de darle su regalo, se levantó del sillón, dobló una de sus rodillas y sacó una Cajita de terciopelo rojo que al abrirla dejó ver un hermoso anillo de oro.
-Se que ya estamos casados, pero quiero hacerlo de nuevo, esta vez, como realmente debería de ser, quiero que te cases conmigo porque tú sabes y yo sé lo que sentimos, y estoy realmente agradecido con la vida por darme a un esposo tan hermoso, amable, confiable y fuerte como tú. Kim Seungmin -el mencionado soltó el primer sollozo mientras el resto los miraba con una gran sonrisa- ¿quieres casarte nuevamente conmigo?
Seungmin sonrió tanto que sus mejillas se abultaron aún más dejando sus ojos como medias lunas y de donde salían gruesas lágrimas mientras asentía una y otra vez lanzándose a los brazos del hombre que tanto quería.
-¡Si quiero! -gritó por fin, todos sus amigos aplaudieron con emoción, Jeongin culpaba a sus hormonas alteradas cuando las lágrimas corrieron por su rostro y un par de manos se colgaron entre las de él, Chan y Changbin le consolaban con cariño.
Después del emotivo momento, todos continuaron bebiendo hasta embriagarse, a excepción de Jeongin, que miraba divertido a todos los adultos con sonrisas somnolientas y rostros relajados. Seungmin y Jisung bailaban en el centro de la sala y el menor se preguntaba cómo es que podían lucir sensuales a pesar de estar sumamente alcoholizados.
Cuándo Changbin comenzó a restregar su entrepierna en el trasero de Chan como perra en celo, Hyunjin creyó conveniente que todos se fueran a dormir, Jisung y Minho se fueron a su casa pues vivían realmente cerca, Changbin, Chan y Jeongin se quedarían en el cuarto que usaba Seungmin antes y él se llevó a su ebrio esposo a su habitación.
-Hyung -le llamó Seungmin mientras Hyunjin preparaba la ducha que el menor necesitaba para bajar su estado- hace calor.
-El baño te hará bi... -Hyunjin se quedó callado ante el castaño quien (no sabe en qué momento) se había desnudado y recostado en la mitad de la cama sin pudor alguno.
-Hyung, ¿puedes enfriarme? -preguntó el chico con voz provocativa, doblando sus rodillas y abriendo las piernas para que Hyunjin pudiera ver su rosa y linda entrada.
-No tientes al diablo Seungmin , el infierno puede ser tan frío que igual terminaras quemado -dijo desabrochando los botones de su camisa y yendo hasta las cortinas de su ventanal, quitó los lazos que las mantenían abiertas y cerrando bien se acercó a su esposo- ¿quieres jugar un juego, My boy?
-Si, Daddy -murmuró el menor antes de morderse el labio. Hyunjin perdió completamente el juicio y se abalanzó sobre el menor.
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✧.*My Boy ✧.* - Hyunmin
FanficHyunjin era un respetable hombre de negocios. Serio, imponente y arrogante. Seungmin aún estaba en la universidad. Un chico tranquilo, amable y obediente. Ambos eran completos extraños cuando se casaron, sin embargo la gran química sexual que había...