Bálsamo

1K 129 3
                                    



Los niños corrieron hasta que frente a ellos se toparon con Rhaenyra, ambos gritaron cuando la vieron en plena oscuridad solo vestida con su ropa de dormir, la bata era blanca por el aire daba la impresión de que estaba flotando, cuando se dieron cuenta que no era un fantasma ambos se calmaron y se pusieron firmes, por que en comparación un fantasma era menos peligroso que ella.

_ Mi luna ve a tu cuarto mañana hablaré contigo y con Aemond de su escapada a la playa en plena madrugada _

Su tono fue tranquilo pero con los pocos años que tenia Lucerys sabía que era peor que así lo fuera.

_ Si mamá _

Lucerys tomo la mano de Aemond para llevarlo dentro.

_ Yo llevaré a Aemond a su cuarto _

_ Pero _

_ Sin peros mi luna _

La replica de Lucerys hizo que Rhaenyra viera directo su cara y una mueca de preocupación se dibujo en su rostro, se agachó a la altura de su hijo.

_ ¿Qué te paso en la cara? _

Ambos niños se pusieron nerviosos.

_ Me caí _

Aemond lo vio incrédulo ¿Enserio eso fue lo que se le ocurrió?, estaba perdido si Rhaenyra se enteraba que estuvo a punto de mutilar a su hijo, aunque la idea no había sido suya sino de Lucerys aun así el era mayor por lo tanto en teoría debería ser más racional y no dejarse llevar por un niño, en general lo era pero cuando se trataba de Lucerys perdía esa racionalidad, siempre terminaba cayendo ante esos ojos azules.

_ Bien, en un momento iré a tu cuarto a curarte, No te duele mucho ¿o si? _

Lucerys le dio una gran sonrisa.

_ No me duele _

_ Bien ahora ve a tu cuarto te curare más tarde, yo me quedare con Aemond _

Lucerys se despidió de su tío, para luego recibir un beso de su madre en la frente he irse, esperaron unos momentos en los que Aemond supuso Rhaenyra le dio a Lucerys para marcharse y no escuchar lo que sea que iba a decirle.

_ Bien vamos _

Rhaenyra tomo la mano de su hermano, esto era tan raro para Aemond que no supo como reaccionar y simplemente la siguió, llegaron a su cuarto donde Aegon ya los esperaba.

Este estaba sentado en la cama y por su cara intuia que estaba esperando un regaño, Aemond hizo lo mismo.

Rhaenyra los dejo solo unos momentos en la habitación, se miraron pero no sabían que hacer, ella volvió con una caja, cerro las puertas y acomodo una silla quedando frente a ellos.

El pánico los lleno, ¿Ella los envenenara? ¿Había matado ya a Helena y Daeron?

Rhaenyra vio el miedo en sus caras y suspiro, no estaba acostumbrada a que los niños la vieran con miedo.

_ No he tenido la oportunidad de hablar con ustedes durante el día, deje que jugarán un poco y exploraran su nuevo hogar, pero ahora debo hacer algo que era necesario desde antes _

Ambos la vieron siguiendo sus palabras sin comprender, abrió la caja y saco un recipiente que parecía tener algo pegajoso, los niños se quedaron sin aliento, ¿Les diría que eran un estorbo y debían morir?, ¿Les haría escoger quien moriría primero?

_ ¿Vas... ¿Vas a envenenarnos hermana? _

Se atrevió a decir Aegon sosteniendo inconscientemente la mano de su hermano menor quien la apretó, la mujer los vio asustada.

Los negros siguieron los sueños (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora