Frio

339 35 3
                                    



El sol era diferente en Invernalia, y esto no era metafóricamente para Helena, sino que literalmente era diferente, pues como normalmente los días eran fríos a pesar de que estuvieran en plena primavera, los muros eran más gruesos y las ventanas pequeñas, por lo que los pocos rayos del sol que lograban colarse por las ventanas eran débiles.

_ ¿Pasa algo? _

_ Nada _

Ambos caminaron al comedor donde la familia los esperaba Daemon y sus hermanos cambiaron su gesto cuando ella les dio una sonrisa despreocupada.

El desayuno fue ameno, algunas bromas aquí y allá, comentarios sobre el frio y algunos sirvientes asustados por los rugidos de los dragones, a los cuales debían acostumbrarse, al menos a los de Dreamfyre que ahora serían recurrentes.

Todo estaba en orden, Helena tenia una gran sonrisa en su rostro, sabía que había conseguido un esposo amable que apoyaría a su nueva familia hasta el final, entonces lo sintió, un escalofrío se hizo con todo su cuerpo, ella los conocía era el tipo de sentimiento que siempre la recorría cuando en su otra vida Jacaerys la miraba, por inercia volteo a donde este estaba y ambos se miraron directamente a los ojos, ahí no estaban los ojos de su sobrino/hermano de los últimos años, ahí estaban los ojos de la reina Jacaerys de su vida pasada, no aparto la mirada hasta que Cregan la llamo.

_ ¿No te gusto la sopa?, puedo pedir que te traigan algo más _

_ ¿La sopa? _ miro el plato lleno frente a ella _ no solo pensaba que hace frio _

Cregan sonrió.

_ Con el tiempo no lo sentirás, es como parte de todos aquí en el norte _

Le sonrió y después volvió a Jacaerys pero este ya estaba hablando con Lucerys, por el resto del desayuno no vio ningún rastro de aquella mirada, pero noto como hacía a un lado a Aegon y Aemond, algo extraño pasaba.

_ Bueno, iremos al muro nos quedaremos por una noche y volveremos mañana, lamento que no quieras ir _

Helena evitaría por cualquier medio estar cerca de un lugar que significo tanto dolor una vida atrás.

_ No te preocupes me quedare con mi hermana y sobrinas _

Rhaenyra junto con las demás mujeres Targaryen despidieron a los hombres que montarían al muro.

Helena junto con Rhaenyra y Rhaena recorrieron los pasillos de su nuevo hogar, que no eran muy diferentes entre si, el lugar en si era grande pero era más funcional que elegante, no importaba ella podía vivir sin problemas en ese lugar.

_ Mi lady, princesa Rhaenyra, princesa Rhaena, ha llegado este cuervo para usted _

Una sirvienta le entrego un sobre, con el sello real.

_ Tiene que ser del rey _

Las mujeres se trasladaron a un salón y Helena abrió el mensaje.

Espero que seas feliz, y que des herederos pronto, cumple con el deber de lady que has adquirido.

Reina Alicent.

Las palabras de la reina no la sorprendieron y las olvido pronto, Helena no se preocuparía por eso, no ahora que estaba lejos de ella y podía tener hijos en el momento que le fuera conveniente, el procrear con Aegon anteriormente fue un tormento, no solo por el acto en si, si no por los meses que le siguieron, las sesiones de oración para tener niños, los brebajes, en fin todas esas cosas a las que se debió someter para asegurarse que su esposo tuviera un heredero.

_ ¡Es una niña! _

Helena estaba agotada, las labores habían iniciado después del desayuno, estaba con su madre y Aemond en ese momento, Aegon llevaba dos días sin aparecer.

Los negros siguieron los sueños (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora