En esta historia Ayanokouji Kiyotaka no va a la Sala Blanca y es educado en casa donde su madre y padre están al tanto de su educación. También tendrá a su mejor amiga y sirvienta personal Matsushita Chiaki con la cuál irá a ANHS para estudiar.
¿Qué...
Dije para mí mismo, viendo el hermoso paisaje frente a mis ojos.
Ya nos encontrábamos todos los alumnos de primer año dentro del crucero. Y con ello, las verdaderas vacaciones de verano dieron inicio.
Observé como las aves volaban en el cielo con todo su esplendor, y no pude evitar sentir una sensación de tranquilidad de paz.
— Es increíble, ¿verdad?
Hasta que se vio arruinada.
Escuché alguien decir atrás mío. Al voltear vi a Kushida con su mirada angelical falsa y una sonrisa de oreja a oreja.
Se posó frente a la varandilla, mientras me miraba sonriendo.
Era obvio decir que solo estaba fingiendo ser amable conmigo debido a mi posición como líder de clase.
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— Supongo que es emocionante.
Solo dije eso para seguirle la conversación, pero en realidad, solo quería irme de aquí lo más pronto posible.
No me sentía cómodo con la presencia de Kushida, más aún sabiendo que ella es una posible aliada de Nagumo.
— Dices eso pero no muestras expresión alguna. Eres muy sombrío.
— Ambos sabemos que si he mostrado expresiones, solo que muy limitadas, además... Actuo sombrío cuando estoy viendo una presencia desagradable.
Kushida dejó escapar una pequeña risa seca, mirando a su alrededor con cierta serenidad. Después, su sonrisa se agudizó un poco.
— En verdad que tienes un humor muy agrio, Ayanokouji-kun.
— Lo siento, pero solo dije la verdad. Además, tengo que irme. Tengo otras asuntos que atender.
Sin decir nada más, me di la vuelta y me retiré, dejando a Kushida a mis espaldas. Sé que no ganaré nada provocándola, pero de todas formas es divertido.
Es muy seguro el saber que ella me odia, pero no podría importarme menos. En algún punto, Kushida va a caer.
Aunque lo que no sé, es si ella caerá debido a su propia culpa, o si yo o alguien más deberá de tirarla de su posición.
Caminé hacia mis demás compañeros que estaban por ir a la piscina y decidí acompañarlos por aburrimiento.
En el camino, vi a Chiaki jugando con Satou, Shinohara, Mori y Onodera en la piscina. Voltearon a verme y me señalaron que me acercara.
— Hola, Kiyotaka.
— Ayanokouji-kun, buenos días.
— Holaaa...
Todas me saludaron con una sonrisa. En verdad que me siento cómodo con estás sonrisas, pues me muestra cuánta confianza tienen ellos en mi.
Les devolví el saludo y comencé a hablar con ellas tranquilamente, o era asi hasta que escuché un grito detrás mío.
