Prólogo.

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Preguntaré algo y piensa detenidamente lo que responderás. ¿La sociedad es justa? ¿acaso todas las personas son iguales? Tal vez pensarás que para un niño pequeño hacer estas preguntas sea tonto. Al final, ¿qué niño pensará en eso? Bueno, soy ese niño.

Desde que nací tuve muchos privilegios. Un hogar grande, una madre amorosa, sirvientas que me cuidan y un padre, que a pesar de parecer frío, sé que me quiere.

Ahora entiendes un poco más mi pregunta inicial. Siempre lo tuve todo desde el nacimiento. Pero, nada es fácil de conseguir. También tuve que esforzarme para poder conseguir muchas de mis habilidades actuales. Estudiar mucho, hacer ejercicio, practicar artes marciales, etc.

Pero, el esfuerzo siempre tiene sus recompensas. Estaba más versado en muchos campos que personas de mi edad, aunque también se debe al hecho de que soy un genio de nacimiento.

También pude aprender sobre la comunicación y expresión desde casa debido a cierta persona. Matsushita Chiaki. Ella nació algunos meses antes que yo, y es la hija de la sirvienta más confiable de mi padre. Se le permitió a la señora Matsushita tener a su hija en nuestro hogar, siempre y cuando su hija ayudará a las labores y estudie al mismo tiempo. Luego, con mi nacimiento, se le pidió que Chiaki siempre me hiciera compañía.

Bueno, regresando al tema. Mi respuesta a mi propia pregunta, sería un no. Y yo mismo lo supe al ver las situaciones de Chiaki y mías. Las personas pueden nacer privilegiadas o pueden nacer en situaciones complicadas. Pero, al final, si logra superar las dificultades y avanzar puede lograr grandes cosas.

Y eso, me lo demostró esa niña que creció a mi lado y estuvo ahí para mí.

......

Abrí los ojos y me senté en mi cama, recordando la pregunta de mi yo de hace 8 años. Hoy es primero de abril, lo que significa que el nuevo año escolar comienza. Es mi primera vez en una escuela. Mentiría si no dijera que estoy algo nervioso, aunque sé que me irá bien.

Advanced Nurturing High School, o ANHS por sus siglas en inglés, es la escuela a la que estoy a punto de asistir. Su tasa de empleo, o posibilidades de ingreso a una universidad, para los graduados es del 100% y es conocida como la escuela más reconocida de Tokio.

Después de tomar una ducha, me puse el uniforme escolar. Este consiste en una camisa de botones blanca de mangas largas, una corbata azul marino, un pantalón verde, zapatos cafés y un saco de color rojo. Es algo raro usar este uniforme, pero puedo acostumbrarme.

Terminé de vestirme y me dirigí al comedor, dónde me esperaba mi madre y Chiaki.

Mi madre, una mujer hermosa de pelo castaño oscuro y ojos cafés. Ella es una mujer con un carácter fuerte, para aquellos que le lleven la contraria, pero muy cariñosa con sus seres queridos. También es la única persona que logra tener dominio sobre mi padre.

Y luego está Chiaki. Ella tiene el pelo castaño que le llega a más abajo de los hombros, ojos azules y una sonrisa que siempre me hacía darle toda mi atención. No lo negaré, ella es hermosa y se lo he dicho en cumplidos sutiles.

— Buenos días, cariño.

— Buenos días Kiyotaka.

Ambas me saludaron con sus características sonrisas cariñosas, a las que ya estaba acostumbrado.

— Buenos días a las dos.

Tomé asiento en una de las sillas y comencé a revisar mi celular. Ahí se encontraban dos mensajes, uno de Eiichiro y otro de Tsubasa.

Ambos eran buenos amigos míos y de Chiaki. Los conocí gracias a mi mayordomo, Matsuo. Eiichiro era su hijo y Tsubasa una amiga de este último.

Abrí ambos mensajes, para encontrarme con sus respectivos hasta pronto:

Eiichiro: [Cuídate mucho, Kiyotaka. Nos veremos el próximo año en ANHS.]

Classroom Of The Elite: Una Misión De Elite (Ayanokouji X Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora