Capítulo 7 Madre

26 5 3
                                    

/Después de la discusión en el comedor – en el despacho/

Tras escuchar las palabras que Saya le había protestado, se mantuvo encerrada parte del día en su oficina pensando. Pasando alrededor de una hora, salió en busca de su hijo, lo primero que hizo fue a buscarlo en el dojo, después de todo le había enviado ahí; una vez llego vio que no había señal de él. El lugar estaba bien ordenado, cada cosa en su lugar, y sin ningún rastro de él. Pensó en ir a buscarlo con su amiga, lo más probable era que estuviera con ella; pero por culpa de su orgullo decidió dejarlos solos.

Nuevamente volvió a su despacho para pasar el resto del día ahí encerrada con aquel remordimiento en su pecho. Mientras más pasaba el tiempo, y por primera vez desde la muerte de su difunto marido, volvió a sentirse de la misma forma que esa noche; todo se le vino encima, no podía respirar, ni siquiera podía pensar, y le era mucho peor por el tan cerrado espacio en el que se encontraba.

Sin pensarlo dos veces, salió de su hogar sin dar ninguna explicación a nadie, caminando sin un rumbo fijo. Esa noche, recuerda haber cometido un grave error, había vuelto hasta muy tarde, y de la misma forma de la que se fue, había regresado; camino hasta su habitación, pasando primero frente la de su hijo; había notado lo tan tranquilo que él descansaba, así que, sin más camino hasta su habitación con la esperanza de poder olvidar su anterior incidente.

/En la actualidad/

Ya habían pasado cerca de dos meses desde aquel percance que tuvo; y estaba a solo semanas de haber notado el extraño comportamiento de su hijo.
Lo poco que llegaba a verlo desde la ventana, noto que se comportaba más ansioso, sus ojos se notaban alegres; eso mismo le paso a Masaki cuando en su momento, ella acepto ser su novia.

Tras recordar eso, supuso que eso mismo le estaba pasando, tal vez, se estaba ilusionando con una linda niña que debió haber visto por ahí.
Debía reconocerlo, por una parte, pensó en ir a corregir lo descuidado que era con sus entrenamientos, pero las palabras de Saya aun permanecian en su cabeza, además, no quería ser tan dura con él, aun tenia un pendiente que hablar con él. [pensó nerviosa] Por ello, esa misma tarde le pediría a Saya que preparará la cena para los dos.

Espero a que la tarde llegara, y cuando solo eran minutos para la cena, decidió ir a la mesa con un a par de papeles que leería mientras esperaba.
El par de mujeres se habían sorprendido al ver que lo que había dicho la matriarca era verdad, solo estaba a la espera de que su hijo apareciera para poder comer; así que, sin más ambas se habían apresurado en poner la mesa y terminar la comida, esperaban que Garu al fin pudiera comer con su madre.

Reiko: Saya, ¿Dónde esta mi hijo? [dijo aun mirando los papeles]

Saya: esta arriba, no debe tardar en bajar. [dijo algo animada]

En cuanto ambas lo escucharon bajando las escaleras, Saya corrió a esperarlo al pie de la escalera para decirle que su madre lo estaba esperando.

Saya: Garu, la com... [la interrumpe]

Garu: perdón nana, tengo algo que hacer. [le besa la mejilla en forma de despedida] Vuelvo más tarde.

Sin haberla dejado hablar, Garu salió por la puerta perdiéndose entre las calles de la aldea, tal y como actualmente lo venia haciendo.

Desde el comedor, Reiko había escuchado la respuesta que su hijo le había dado a la mujer, y sin esperar más, le había pedido a la más joven que le sirviera la comida.
Le había dolido el rechazo de su hijo, pero supo perfectamente ocultándolo, mientras fingía leer tales documentos.

Desde lo lejos de la habitación, Saya pudo notar la extraña postura que tenia su amiga; no parecía estar resentida por lo de hace unos momentos, más bien parecía tener molestias, como si quiera vomitar la comida. 

Otra Historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora