Capítulo 12 No quiero dejar de verte

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Tras escuchar la sospecha que tenía Saya con su madre le fue mucho más complicado conciliar el sueño, ahora tenia otra cosa por la que pensar. A pesar de que no quería darle tantas vueltas al asunto, su cabeza no dejaba de jugarle otra cosa.

Los días siguientes estaba mucho más atento, y las miradas entre él y Saya eran señal de estar de acuerdo con los malestares que presentaba Reiko.
Los primeros días Reiko mostro ligeros mareos, solía cansarse más de lo habitual, había veces que se sobaba el pecho, pero lo que más resaltaba era el desagrado por los olores fuertes, era algo que ella no soportaba.

Garu, nunca, en ningún momento se le acerco a preguntar o a exigirle alguna explicación por su estado, esperaba que fuera ella quien lo dijera y que hablara sobre aquel hombre. Era algo que, parecía que nunca llegaría, cosa que le molestaba realmente.

Por el momento creyó que sería bueno esperar, después de todo, no tardara mucho más tiempo escondiéndolo.

Por otro lado, a pesar de la situación en casa, nunca dejo de pensar en Pucca, sin duda, de todas las niñas que pudo haber conocido, ella era la única que, a pesar de la situación en la que ambos se encontraban, ella era la única que nunca pudo salir de su cabeza.

Quería volver a verla, al menos una ultima vez...

A pesar de conocer la historia de sus clanes, no se tragaba ese cuento de que los Tanabe los hayan traicionado, al costo de destruir su propia aldea, era algo estúpido.
La relación que había entre ellos, antes del ataque, era pacífica y tranquila, además le dijeron que ambos habían buscado la alianza, era un acuerdo mutuo, así que, si hubieran querido acabar con los Sanada, pudieron haberlo hecho en el momento en el que viajaban hasta sus tierras.

Tal vez sí, hablaba con ella... conocería la otra parte de la historia.

El único problema, era que tal vez, tendría que ir a Tanabe. Era arriesgado.



/Por la tarde/

Ya había cenado, y todos estaban caminando directo a sus casas para poder descansar, era la hora perfecta para salir. Primero iría a aquel rio, aunque, seria un milagro encontrarla ahí. Pero de lo contrario, tendría que ir allí, por ello es que llevaba puesto su traje, por si algo se presentaba.

Camino hasta tener que llegar ahí, y una vez lo hizo, dudo un momento, pero al final, algo lo había hecho reaccionar.

Pucca: ¿Qué haces con eso? [Dijo mientras que miraba su katana]

No se había fijado de su presencia, la verdad no esperaba el tener que encontrarla ahí. Por suerte para él.

Garu: iba, a ir a buscarte.

Pucca: si, ya me imagino para que. [Dijo a la defensiva]

Garu, tras ver la reacción de la chica bien sabia que no era buena idea tener su arma cerca de él, así que lo único que hizo, fue quitarse el estuche y arrojarlo lejos de él, tal vez, así lograría que lo escuchara.

Garu: escucha, no quiero atacarte... [Dijo arrogando so katana] Solo quiero hablar.

Pucca: ah si... ¿De qué? [Hablo de la misma forma]

Garu: [Suspira] Escucha... recién me entere de la historia, se lo que paso... pero hay algo que no cuadra y quiero conocer tu historia.

Al juzgar por su mirada, tal vez había algo entre ellos que los hacía pensar igual, pero debía estar seguro.

Garu: si traje eso, [Señala su katana] fue porque creí que tenia que ir hasta Tanabe para buscarte, pero ya que estas aquí, pues...

Pucca: ¿Qué es lo que piensas? [Lo interrumpe]

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