Fin

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Dicen que una muerte en medio de una guerra solo significa un impulso para los que quedan, una nueva etapa en el horror de una batalla, lo habíamos perdido a el y no perderíamos a nadie más de nosotros.

Hipo aún cegado por lo que acababa de pasar, aunque no recordara mucho de su vida con Patan en Berk pude ver el dolor en su andar, como no podía creer lo que había pasado y su único desquite fue Daven, quien yacía en el suelo, cansado por la batalla Hipo lo miró con desprecio

—Levántate

—Ya matame, no se que esperas

—Toma tu espada y levántate, yo no seré un cobarde como tú

—Vamos Hipo Haddook, tú y yo sabemos como acabara esto, no quieras hacerlo diplomático

Esperaba que Hipo no se convierta en asesino, que la parte de el que le quedaba humanidad ganara, pues simplemente sabía que no se lo perdonaría.

Y de nuevo Daven se puso de pie y volvieron al combate, solo el choque de las espadas y algunos golpes y caídas eran escuchadas a lo largo de Berk, Dragones escupiendo y luchando con otros dragones mientras los vikingos peleaban unos por otros por La Paz, Daven esta ves estaba ganando, Hipo ya se mostraba cansado pues apesar de su nueva destreza en combate ya era demasiado y comenzó a ceder algunos golpes y su piel comenzó a sangrar, y así como un abrir y cerrar de ojos Hipo estaba en el piso, intenté correr a ayudarlo, pero a mi misma me estaban esperando en combate, tardaría demasiado en ayudarlo, solo podía mirar de reojo y escuchar la batalla.
Hasta que hubo un silencio y voltee directamente, pero ahora Daven estaba en el suelo y la espalda de Hipo en su abdomen, el miraba incrédulo lo que acababa de hacer, su pecho comenzó a moverse rápidamente intentando recibir más aire, era como un ataque de pánico, no creía lo que acababa de suceder y vi a Hipo incarse.

—Astrid!—Grito Patapez señalando hacia el mar donde barcos de guerra se preparaban para lanzar bolas en llamas listas para quemar todo a su paso

Yo corrí buscando esconder a los habitantes en el gran salón intentando salvar a los más que fueran posibles

Cuando regrese mi mirada a Hipo, estaba en el suelo con las manos en la cara buscando un escondite de si mismo, se veía destruido y más aún cuando uno de los cañones llegó cerca de él mi corazón se detuvo por un segundo y corrí hacia el

Parecía que mis gritos no eran más que palabras sordas en el
No parecía entrar nada en su cabeza

—Hipo vamos tenemos que escondernos moriremos si nos quedamos así de expuestos—gritaba y con todas mis fuerzas intentaba quitar las manos de hipo, necesitaba que me mirara para intentar calmarlo, el parecía estar aterrado de lo que pasaba en su exterior golpeaba su cabeza en búsqueda de dejar de pensar.

—Hipo te lo ruego tenemos que irnos

—Vete, Astrid enserio vete, no puedo no sale de mi cabeza, escucho su voz, escucho muchas voces no me dejan pensar no puedo moverme estoy...

Y tome su rostro y lo bese, corto pero significativo, lo había logrado, tenía su mirada en mi, confundida pero parecia escucharme, tiré de el hasta que estuvo de pie y corrimos arriba en busca de un refugio seguro.

—Astrid...—decía aún agitado por lo que habíamos corrido

—Basta, lo siento Hipo no supe que más hacer, se que hablamos de esto y yo...

Y como un deja vu senti sus labios en los míos, tersos y fugaces y de inmediato fueron reconocidos, continué su beso como si fuera el primero pues así parecía, había pasado tiempo desde que un beso me movía tantas cosas, no importó lo que pasaba alrededor ni que hubo otros besos de por medio esto era lo que yo tanto había buscado.

Lejos de ti|HiccstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora