Lejos de ti|Hiccstrid

Una nueva oportunidad

Los meses habían pasado y Daven y yo cada vez pasábamos más tiempo juntos, dejando de lado que entrenábamos mucho y que nos habíamos vuelto los mejores del campamento...el y yo al salir siempre paseábamos, hasta un día el me beso
Fue inesperado, había olvidado esa sensación en la que alguien más traspasara su calor.
Era el sentimiento de amor más puro y el me hacía sentirlo o bueno recordarlo.
Y aunque en mi pensamiento aparecía Hipo de ves en cuando intentaba hacerlo menos recurrente.

—¿Es hermoso no?—muy pocas veces me sentaba a apreciar la belleza de ese lugar, aparte de estar lleno de estaciones de entrenamiento tenía una estructura y una arquitectura muy hermosa,
Las cabañas eran bastante cómodas adornadas cada una de igual manera con una antorcha en la parte de afuera y hechas con madera negra.

—Si—dije—Aunque no puedo dejar de compáralo con mi viejo Berk—

—¿Enserio extrañas ese lugar?—me molesto un poco su comentario, pero muy pocas veces solía pensar en Berk y todos allá pues me dolía

—Un poco, intento no pensar en eso—

—Me alegra mucho—Se detuvo y se puso frente a mi—Creo que podemos empezar a creer en el futuro—con su mano recorrió mi brazo hasta llegar a mi mano—Un futuro nuestro

—¿A que te refieres?—estaba muy confundida, el muy pocas veces se notaba romántico

—Astrid tú y yo merecemos algo mejor, ¿no has pensado en que harás saliendo de aquí?, solo piénsalo, podríamos viajar, unirnos a el ejército, seríamos solo tú y yo

—Daven yo no se, fue realmente duro para mi dejar a mi padre para venir aquí como para dejarlo ahora para siempre

—No quiero separarte de tu familia, pero deberías de pensar en formar una nueva familia...—su voz se suavizó y sentí como se acercaba más a mi rostro—...conmigo.

Pensé por un momento su propuesta, aunque mi corazón se sentía preparado para estar con el y ya estaba con el, una fuerza mayor no me dejaba desprenderme.
Pero por otra parte, nunca podría dejar de luchar conmigo misma si no me alejo.

—Está bien—apreté su mano, quería que supiera que estaba con el

Después de ese momento el me beso y nos quedamos juntos todo el resto de esa tarde, estábamos ahí, no sabía que deparaba el futuro.
Estábamos apunto de terminar el entrenamiento y una nueva vida se aproximaba.

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—Rápido, Remen soldados, somos niños o vikingos—gritó El Capitan desde la parte más alta del barco

—ALTO CAPITÁN—gritó un marino

—Repórtese marinero, ¿Que es lo qué pasa?

—Allá en la orilla, veo un bulto—

—Atención tripulación, tendremos que acercarnos con cautela—

El Capitan de ese barco tenía un lazo muy estrecho con Berk y por secuente con Estoico el Vasto.
En ese viaje, se dirigían de camino a el norte, muy opuesto de la isla. Sin embargo no dejaba de ser el pueblo
Más cercano
Y por esa época invernal las tormentas de nieve no dejaban a los barcos avanzar tan rápido; ese día a lo lejos observaron tierra lo cual fue muy gratificante pues tendrían buscar un poco de madera, al acercarse aún con la increíble tormenta que los avecinaba pudieron ver algo y no muy seguros de lo que era se acercaron cuidadosamente

—Capitán es lo que creo que es?—hablaban los marineros anonadados con los que era

—No estoy seguro, debemos regresar a Berk ahí tendremos respuestas y podremos ayudar

—YA ESCUCHARON AL CAPITÁN, TOMEN TODO Y REGRESEMOS A BERK

El viaje a Berk fue duro, los movimientos en el barco eran monstruos, en el camino se toparon con barcos de otras islas ahí fue cuando bajaron la velocidad y después  siguieron su camino.
El viaje duro un día y una noche,
El clima no parecía mejorar pasaron de un frío imponente a una lluvia catastrófica; pero por fin con la luz de un nuevo día observaron a lo lejos su destino, o su nuevo destino
La tierras de Berk en las que la lluvia se fusionaba y bajaba como unas pequeñas gotas,En donde podrían descansar por fin de su largo viaje y obtener respuestas, a su llegará el jefe de la isla el imponente Estoico los recibió un poco extrañado de su regreso

—¿Capitán?, no lo esperábamos aquí tan pronto—dijo aquel robusto hombre

—Estoico, estábamos en ruta pero nos encontramos con algo que creímos que tú podrías ayudarnos, estábamos aún muy lejos de el siguiente pueblo y decidimos regresar—decía El Capitan aún desde su barco

—Claro adelántate saben que Berk es su casa, es casa de todos, pasen—

—Gracias Estoico, ya escucharon chicos, descarguen y anclen el barco—

Todos los marineros asintieron y bajaron aquel cargamento misterioso, estoico miró aquella caja o lo que parecía ser.

—Adelante entren al gran salón ahí hay comida para todos

—Gracias Estoico—tomó por el hombro—en el camino en una isla encontramos algo que bueno no queremos alarmarnos pero creemos que encontramos un pequeño campamento de unos piratas—

—¿Piratas? ¿En esta época?—

—Sii creo que son los más peligrosos pues atacan a los mercaderes y bueno a los dragones—

—Lo entiendo tendremos que descartar cualquier cosa—dijo estoico mirando como descargaban la cajas del barco y entraba a el gran salón Pero de un momento a otro mientras comían, entró un marinero a toda velocidad gritando

—CAPITÁN, DESPERTÓ ESTA ATACANDO A TODOS—

—¿QUE? SOMETANLO RÁPIDO

—¿QUE? ¿SOMETER A QUIEN?-estoico del levantó de su asiento igual asustado

—Con las cajas estaba uno de los que creemos un pirata, creímos que podríamos interrogarlo, al principio pensábamos que estaba muerto—decía rápido El Capitan saliendo de el gran salón y a su espalda el jefe de la isla

—Está bien Capitan, RÁPIDO AYUDEN A EL CAPITÁN SOMETAN AL PRISIONERO—Gritaba Estoico

Luego de un rato de forcejeo uno de los marineros logró golpear y noquear a el pirata,

—Levántele la Cabeza—Dijo El Capitan—¿Quien demonios eres mal nacido? ¿A quien le eres leal?— el pirata estaba muy noqueado no respondía nada

Estoico tuvo que ver dos veces, su corazón casi se detiene, gracias a los dioses que su amigo Bocón estaba a su lado y pudo detener su desplomo.
Estoico miro a Bocón, este sabía a lo que se refería con su mirada, aún quedaban dudas y Bocón no quería ilusionar a su amigo
De inmediato y sin avisar llegó el furia nocturna probando torpemente una nueva cola que Bocón había echo cuando Astrid se fue y no podía sacarlo a Volar

—Estoico!—gritaba Cubeta—Chimuelo no se que tiene—

—Wowow grandulón qué pasa?—dijo Estoico aún pálido,el dragón parecía desesperado por meterse entre la multitud

Estoico miro a Chimuelo y este olfateaba a aquel pirata.
El padre de Astrid miraba aquella escena y de inmediato supo que debía de contactar a su hija.