Lejos de ti|Hiccstrid

Hijo prodigo REESCRITO

Te lo digo es cierto, el Hijo de Estoico...
—¿El desaparecido?
—Si el mismo el que ha llamaban el domador de dragones una cosa así, apareció!
—¿Muerto?
—No no, Vivo! Y dicen que quedó transtornado...Escuche que peleó con todos los hombres de Berk y hasta atacó a el mismo Estoico
—Pero ese chico era un poco...flacucho, no?
—Tiempo pasado, no e logrado verlo pues Estoico lo tiene muy escondido pero dicen que está totalmente cambiado, ahora si parece un vikingo
—Pues bien por Estoico, por fin puede estar orgulloso de su hijo
—Así mismo
—Pero en fin, esto es muy reservado, no lo divulgues
—Tranquilo no lo haré

Ambos hombres después de un fuerte portazo, quedaron horas más hablando de lo increíble que había sido la desaparición y ahora resurrección del hijo pródigo.

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Astrid esa mañana

No podía dejar de ver a Hipo dormido en mi sala se veía tan tranquilo dormido, pero por más que lo veía no podía evitar mirar cada parte de su cuerpo
No era el
No era como yo lo recordaba
Podría decir en qué parte Hipo tenía todas sus pecas pero ahora...ya no era mi amigo, ya no era el
Estaba lleno de cicatrices y me daba la impresión que tenía aún más por dentro
Lentamente así como se durmió, despertó

—Hey Hey, tranquilo!—dije al ver cómo Hipo miraba a todas direcciones con miedo—Estoy aquí, ¿Porque gritas?

Hipo así como el día en que bueno lo volví a conocer comenzó a atacarme
Rápidamente estaba encima de mi y solo sentía sus manos grandes y ásperas sobre mi cuello, nunca había sentido dolor más grande, esta ves era peor que la anterior no podía pensar mucho.
Sentía como con cada bocanada de aire se me iba la vida, pero no se como ni porque pero el aire volvió a mi, sentí como gloria como mis pulmones comenzaban a llenarse.
Cuando pude incorporarme solo vi la mirada de...miedo de Hipo alejándose rápidamente de mi, arrastrándose por el piso...no dejaba de mirarme se veía aterrado

—Hipo..Que pasa?—dije aún agotada

El no respondió en cambio se levantó tan rapido al ver que intentaba acercarme

—No debo estar aquí—dijo tan rápido como se fue, salió por la puerta de la habitación y antes de que yo pudiera alcanzarlo ya había corrido por el pueblo
Yo solo corrí un poco pero lo perdí..
Estaba dispuesta a ir más tras de el hasta que un pequeño jalón en mi brazo me hizo detenerme

—Hey!, ¿Pasa algo?, estás pálida—Mire hacia atrás y estaba Daven,vestido muy elegante y acorde a el frío característico de Berk, con unas botas claro regalo de mi padre pero sin evitar su estilo en negro con adornos en blanco que tenía en su traje, este era una armadura por la parte de arriba, nada ostentosa pero lo suficiente para estar preparado para cualquier imprevisto y en su cintura una espada, una costumbre de su pueblo, estar siempre armados.
Me miraba con desconcierto y cierto miedo por lo cual intenté tranquilizarme

—No, todo esta bien tranquilo—dije lo más lento que pude

—¿Pasaba algo con el?, ¿porque vino a buscarte?—dijo en un tono que no pude identificar si lo decía en celos o de una manera neutral
De igual manera lo defendí

—Hipo puede venir cuando quiera—dije secamente

El no dijo nada, parecía asombrado, no recordaba que el conoció a la depresiva Astrid, no a esta
A la Astrid de Hipo la que no se dejaba y renegaba por todo.

—Vamos a desayunar—dijo intentando dejar atrás todo, no pude decir nada más
No tenía porque hablarle así, me tomo de la mano y acepté irnos así juntos.