Lejos de ti|Hiccstrid

Causa

Después de algunas islas y de reconocimiento Hipo y yo no nos habíamos dirigido la palabra ya en 2 días, la platica de la otra noche no me dejaba dormir, pues lo que dijo era muy cierto, yo seguía esperando a mi Hipo y aún no aceptaba que el que estaba ahí frente a mi ayudándonos no era ya, era alguien que yo no conocía con un rostro que yo amé pero con un interior diferente y roto....

Pero igual como el dijo creo que lo importante es terminar con todo esto y después podremos conocernos, tengo fe en que no solo pueda yo encontrar este nuevo Hipo si no que el me encuentre a mi y si no, poder dejarlo ir de una ves por todas.

—Astrid, Estoico dijo que estamos listos, según los otros grupos Drago debe de estar en la siguiente lista—Decía Patan desde la borda

—Bien, seamos sigilosos, busquemos un lugar seguro donde encallar

Más que nada después de tanto era importante el mantener el enfoque en la batalla, un descuido y nos costaría la vida, esta ya era el mundo real, ya no éramos niños jugando a ser jinetes con nuestros dragones viviendo aventuras inocentes, hoy ya éramos adultos con cicatrices y pasados turbulentos, con el único propósito de buscar un futuro mejor para el pueblo, y eso era lo único que de verdad importa, pero no dejo de pensar en Hipo, en todo lo que el significa para mi, en lo mucho que me duele estar sin el, y peor aún siento algo de dolor estando juntos, me siento lejos, siento que no lo conozco y es cierto no lo conozco, y desperdicie el tiempo buscando algo que solo existía en mi cabeza porque nisiquiera su exterior es el mismo, ahora cubierto de cicatrices y con un cuerpo formado por el trauma claro que no podría ser el niño tierno pero testarudo que me enamore era un hombre que buscaba el perdón de un pueblo y más aún el perdón consigo mismo, no va a preocuparse por recuperar algo que nunca pudimos llegar a tener, todo este tiempo solo pensé en mi, desde que Hipo se fue pensé en cómo yo me sentía, en que significaba eso para mi, y cuando regreso pensé sólo en cuanto me dolía y cada ves que intentaba el volver en si mismo y recordar yo solo lo atacaba con cosas mías, aquí la egoísta fui yo, desde un principio no lo apoyé lo suficiente porque pensaba en mi y no en lo que el le dolía no poder seguir sus sueños, ¿en verdad lo quería?, o amaba  lo que yo cree en mi mente. Algo era cierto, tenía un fuerte sentimiento por Hipo, más que decir, tengo un sentimiento por el, pero ¿era suficiente como para perder esa ilusión que cree en mi mente?.

—Debemos avanzar, Drago suele dejar trampas a lo largo de su base, mientras más halla es más seguro que el este aquí, nunca está desprotegido—Dijo Hipo sin dejar de caminar, sin darme cuenta ya habíamos tocado tierra, todo había comenzado.

Nos movimos en silencio, a lo lejos pudimos ver los demás grupos acercándose, con señas avanzamos lento pues como Hipo dijo había demasiadas trampas.
Las trampas normales no eran mucho problema, lo eran los dragones entrenados o como decía Hipo, los enfermos, pues estaban en un estado inconsciente y al más mínimo ruido se alertaban, con uno que notara nuestra presencia los demás alertarían y Drago nos descubriría.

pudimos ver su base, y lo que parecía ser el centro de control.
Gracias a Hipo y Estoico idearon el plan de dividir el ataque en secciones pues así se dividirían y por lo menos algunos podríamos llegar a Drago, los elegidos eran por supuesto Estoico, Patan, Hipo y Yo.
Al ser lo más afectados (por así decirlo) todos iban a buscar matarnos, por lo tanto debíamos atacar al final y sólo preocuparnos por Drago y Daven, era algo que aún no me convencía del todo, simplemente el asesinato no era algo en mis planes pero no estaba dispuesta a morir ese día, haría lo fuera necesario.

Y comenzó, lo que después se llamaría el socavón pues de tantos ataques divididos los habíamos tomado de sorpresa, nunca esperaron que llegáramos a atacarlos más aún que avanzáramos tanto, gracias a unos explosivos que patapez creo hicimos agujeros en la tierra que nos permitían ventajas de terreno y además de eliminar algunos cuantos, nosotros nos manteníamos     expectantes a lo que pasaba mirábamos sangre correr, sangre amiga y enemiga, todos por igual, un miedo corrio por mi, pero la balanza comenzó a ponerse en nuestro lugar, nuestra inteligencia era mayor y más aún que no se esperaban lo que venía.
estábamos impacientes de poder divisar a Drago y Daven, no parecían querer salir hasta que una choza llamó nuestra atención.