Capítulo 11

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Enid Sinclair

Los días anteriores habían sido difíciles de llevar, la idea de lastimarse no le preocupaba demasiado como ver desesperada y aterrada a Merlina y eso debería ser algo para preocuparse, ¿por qué no le interesaba estar a salvo? Merlina podía sentirlo y eso la había irritado más de lo normal, por eso cuando llego a su habitación y vio un enorme baúl casi de su tamaño, miró confundida ¿Merlina trataba de darle alguna sorpresa? Tal vez era una disculpa por su repentino molesto comportamiento.

— ¿Dedos? —la niña trató de saber si él estaba dentro del cofre o cerca de ella, pero no obtuvo respuesta, dispuesta a saciar su curiosidad se acercó al baúl y lo miró detenidamente.

Con su mano derecha abrió el cofre rápidamente y así ver que se encontraba dentro, sin embargo, no había nada y eso la hizo fruncir el ceño. Se quedo unos segundos mirando en su interior y hubiera seguido así si no fuera por el escalofrió que recorrió todo su cuerpo. Enid giró velozmente y tomó la muñeca de su agresor para así tumbarlo ágilmente, su sorpresa fue enorme al ver que se trataba de Merlina.

— ¿Sorpresa? —su mirada se clavó en el bate tirado a un lado.

— ¿Merlina? —Enid soltó el agarre y se levantó mientras ayudaba a su mate a hacer lo mismo—. ¿Qué demonios?

La chica la miró molesta y limpió su uniforme del polvo que la había manchado, Enid no necesitaba unir muchos cabos para tener idea de lo que su mate planeaba, podía sentir la vergüenza cosquillear en su marca al ser descubierta, aquellos eran sentimientos de la pelinegra.

—Mamá quería que fueras a casa y fortalecer vínculos... tú sabes, esas tonterías.

— ¿¡Y planeabas darme un batazo y meterme a ese horrible sarcófago!?

—No es feo, solo vintage.

—Merlina Addams —a este punto estaba a solo un paso de echar humo—. ¿Te piensas que soy tonta? Crees que no sé qué quieres alejarme de la escuela, estas tan absorta en protegerme que no ves que puedo ayudarte ¡Podemos descubrir juntas quien es el monstruo! Y así tal vez tu visión cambie.

—No pienso arriesgarme.

— ¿No? Pues no es tu decisión Merlina, solo yo decido si me quedo o me voy —Enid estaba enojada, Merlina no solo había sobrepasado un límite, sino también pensaba en dejarla de lado y eso la entristecía.

Estaba por irse de la habitación, quería alejarse de sus sentimientos abrumadores y de Merlina, pero incluso antes de acercarse a la puerta esta se cerró de un portazo y sacó chispas, la rubia pegó el grito y dio un paso hacia atrás, en menos de un minuto ya tenía a Merlina a su lado.

—Quédate cerca —Enid pareció recuperarse de la sorpresa inicial y quedo a espaldas de la pelinegra mientras giraban observando la habitación, sus garras había hecho acto de presencia y pronto de otro chispazo un hombre apareció de la nada.

Enid estaba por atacar, pero el brazo de Merlina se lo impidió, Enid estaba confundida, pero al mirar la enorme sonrisa de su mate guardó las garras, no sabía quién demonios era la persona frente a ella, pero para que Merlina reaccionara de esa manera sabía que se trataba de alguien importante.

— ¡Puedo sentir la tensión desde acá! —las chispas en su mano brillaron.

— ¡Tío Lucas! — ¿Tío?

—Hola mi pequeña tormentosa tu padre dijo que tal vez necesitabas ayuda.

—Pensé que estabas lejos de casa.

—Lo estaba, ahora estoy escapando de la policía, pero eso es otro cuento, ahora necesito saber ¿Qué clase monstruo es?

—No lo sé, ningún libro habla de él —era algo que claramente le molestaba bastante.

Soulmates || WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora