Soulmates || Wenclair

Capítulo 15

Final

Enid Sinclair

La falta de calor detrás de ella y la ausencia de peso en su estómago la hicieron despertar, se movió incomoda en su cama y empezó a tantear aun lado de ella solo para darse cuenta de que Merlina no estaba. Enid se levantó sobresaltada aun sosteniendo las sábanas en su pecho y comenzó a mirar la habitación con detenimiento, su novia no estaba, no después del momento tan intimo que habían tenido.

Se arreglo lo más rápido que pudo y por consiguiente salió de la habitación con el corazón apachurrado al no despertar junto a su novia. Enid sabía que era patético sentirse así, sabía que Merlina la amaba y probablemente había salido sin creer que la lastimaría, pero los lobos eran sensibles y su novia parecía olvidarlo en todo momento.

—Hey —Enid casi chilla de alegría al ver a Eugene, él podría saber dónde estaba su chica—. ¿Has visto a Merlina?

—No la he visto —Enid bufo al escuchar aquella respuesta, no era lo que buscaba—. Pero podría estar en el patio ¿Has ido? —Eugene se veía nervioso al ver como la rubia arrugaba la frente.

—Iré ahora, nos vemos luego Eugene.

Enid fue al patio, fue a la biblioteca y a todos los lugares en los que se le ocurría que Merlina estaría, pero simplemente no la encontraba. Había estado molesta al principio, pero entre más pasaran los minutos y no viera a su mate más empezaba a preocuparse, para su suerte o no, pasaba por la dirección cuando vio la puerta abrirse, sus ojos se iluminaron al ver a Merlina salir de ahí, pero la chica parecía ajena a su alrededor.

—Merlina —la chica giro sobresaltada al escucharla, pero fue lo suficientemente rápida para volver a su mascara de siempre.

—Enid.

— ¿Qué hacías en la dirección? ¿Sucedió algo?

—No es nada, Weems quería hablar algunas cosas conmigo, nada importante.

— ¿Estas segura?

—Lo estoy Enid —la chica relajo sus hombros al escucharla con seguridad, era su mate, debía creerle si decía que todo estaba bien—. Ahora puedo sentir tu molestia en mi marca —el rostro molesto de Enid inmediatamente cayó a un puchero de tristeza, Merlina suavizo su rostro serio sabiendo que tendría que mantenerla bajo control.

—No estabas cuando desperté —se quejó.

— ¿Es eso un problema? —Enid abrió la boca indignadísima mientras le daba un pequeño golpe en el hombro.

— ¡Lo es después de compartir un momento tan intimo! —Merlina parecía no entenderla—. Soy un lobo sensible, necesito a mi compañera después de un momento importante como el de anoche ¿Lo puedes entender?

—Creo que un poco —Enid resoplo perdiendo la paciencia.

—Normalmente cuando sucede eso en las parejas no se van al día siguiente así de la nada, al menos debiste haberme avisado ¿Sabes que pude haber pensado? ¡Que me dejaste sin más!

—No pude haberte dejado, estamos unidas por el destino.

—Me refiero a que... ¡Olvídalo! —Enid dio la vuelta lista para tomar camino lejos de Merlina.