ch.07

122 22 6
                                    

REPARTIENDO
INJUSTICIA.
TÁNTALO ES UN IDIOTA

TAL Y COMO LO VEÍA TÁNTALO, LOS PÁJAROS DEL ESTÍNFALO ESTABAN EN EL BOSQUE OCUPADOS EN SUS PROPIOS ASUNTOS Y NO NOS HABRÍAN ACATACADO SI ANNABETH, PERCY, TYSON, Y YO NO LOS HUBIERAMOS MOLESTADO CON NUESTRA MANERA DE CONDUCIR LOS CARROS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TAL Y COMO LO VEÍA TÁNTALO, LOS PÁJAROS DEL ESTÍNFALO ESTABAN EN EL BOSQUE OCUPADOS EN SUS PROPIOS ASUNTOS Y NO NOS HABRÍAN ACATACADO SI ANNABETH, PERCY, TYSON, Y YO NO LOS HUBIERAMOS MOLESTADO CON NUESTRA MANERA DE CONDUCIR LOS CARROS.

Yo era partidaria de la justicia y sabía que aquello no lo era. Nos condenó a los cuatro a patrullar por la colina, es decir, a fregar platos y cacharros toda la tarde en el sótano con las arpías de la limpieza. Las arpías lavaban con lava, no con agua, para obtener aquel brillo super limpio y acabar con el 99,9 por ciento de los gérmenes. Así que Percy, Annabeth y yo tuvimos que ponernos delantal y guantes de asbesto.

A Tyson no le importaba; sumergió sus desnudas manos y empezó a fregar, pero Percy, Annabeth y yo tuvimos que soportar durante horas aquel trabajo peligroso y sofocante, especialmente porque había toneladas de platos extra. Tántalo había encargado a la hora del almuerzo un banquete especial para celebrar la victoria de Clarisse: una comida muy completa que incluía pájaros del Estínfalo fritos a la paisana.

Lo único bueno del castigo fue que nos proporcionó a Percy, Annabeth y a mí un enemigo común y tiempo de sobra para hablar. Se sentía bien, había ignorado a mi amigo por ser un estúpido, y oírlo hablar sobre Grover nuevamente sólo me cabía su preocupación por él.

—Si realmente lo ha encontrado —murmuró Annabeth con el relato de mi amigo—, y si pudiéramos recuperarlo...

—Espera un momento —dijo Percy—. Actúas como si eso que Grover ha encontrado, sea lo que sea, fuera la única cosa del mundo capaz de salvar al campamento. ¿Qué es exactamente?

—Les voy a dar una pista. ¿Qué es lo que consigues cuando despellejas a un carnero?

Percy respondió:

—¿Montar un estropicio?

En cambio, yo:

—¿Lana?

Annabeth me vio con leve esperanza.

—Casi, Cíon. Un Vellón. La piel del carnero se llama vellón o vellocino, y si resulta que ese carnero tiene lana de oro...

—El Vellocino de Oro. ¿De verdad?

Dejó en la lava un plato lleno de huesos de pájaro.

—Cíon, ¿recuerdas a las Hermanas Grises? Dijeron que conocían la posición de lo que Percy andaba buscando, y mencionaron a Jasón. También a él le explicaron hacia tres mil años cómo encontrar el Vellocino de Oro. Conoces la historia de Jasón y los Argonautas, supongo.

La miré con incomodidad. Sabía que no era bueno aparentar con ella.

—¡Yo sí! —dijo Percy—. Esa vieja película con los esqueletos de arcilla.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐄𝐀 𝐎𝐅 𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑𝐒 ──── pjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora