Renesmee (Amanecer parte 3)

Capítulo 14

Rosalie me dejó quedarme en su cuarto. La verdad es que todas las habitaciones tienen una cama por mi. Lloré toda la noche hasta que me empezaron a doler los ojos me puse un vestido cómodo de mi tia. Al salir de mi casa no me di cuenta de que estaba lloviendo. Alice apareció más tarde con un tarro de helado de chocolate en la mano.

-Creo que lo necesitas más que nosotras - Sonreí por el mal chiste y lo acepté. Estuvimos toda la tarde del domingo viendo películas las tres abrazadas hasta que mi madre se atrevió a tocar la puerta.

-Sé que es incómodo para una hija hablar de cosas de mujeres y la verdad es que a mi nunca me apetece hablar de ellas y creo que tú no necesitas información sobre eso que ya sabemos.

-Mamá porfavor ven y calla.- Me reí por la forma de liarse con las palabras.

-No necesitas esa conversación no..? - Miré a mis tias y mis tias negaron con la cabeza

-Creo que mis tias ya me han dado la información que tú no quieres darme asi que ven y abrazame mamá. - Mi madre me abrazó dándome besos.

-En que momento mi hija se hizo tan mayor? - Seguimos todas en la ultra cama de Rosalie mirando películas de risa, recordando cosas graciosas que nos han pasado.

-Por cierto Silvia se despertó y volvió con su nieta. Parece no tener problemas con la sangre algo que a jasper ya le empieza a dar rabia, esta de muy mal humor.

-Entonces estuvisteis fuera solucionando eso? - Comí una cucharada de helado.

-Si, dice que cuándo quieras puedes volver pero quería ver a su nieta. Así que se fue corriendo.

-Mamá, no podría dejar la universidad? - Mi madre rechinó los dientes

-Tú decidistes ir. Que tal si te sales de la clase de Jacob? - Mi corazón de volvió a romper al escuchar su nombre.

-Que le den a los hombres - Susurró Rosalie y Alice la miró con desaprovación.

Empezamos a gritar mientras discutiamos sobre si debería de cambiarme de uni o salir de la clase de Jacob hasta que le di con la almohada a mi madre. Todas nos paramos en seco con la boca abierta.

- Renesmee Cullen, me acabas de pegar con la almohada?

En un segundo la puerta estaba llena de hombres desde mi padre hasta Jacob. Cogí la almohada y le pegué a Jacob gritando.

-Vete y no vuelvas. Te odio. Te odio! - Jacob se fue corriendo y yo me acabé callendo al suelo llorando y haciendome bolita en el suelo. Mi madre se acercó y se sentó a mi lado abrazándome.

-Tranquila los hombres son difíciles - Dijo mirando a mi padre.

-De verdad me culpas a mi de todo? -Bufó mi padre- No era porque te podía matar ni nada. Si no fuera por mi no estabas viva. - Mi madre se cabreó y me arrebató la almohada .

-Yo sola era y soy capaz con todo Edward Cullen. Más te vale irte con Jacob porque te juro que para ti tambien hay. - Mi padre se rio poniendo las manos en alto.
-Sabes que eres mi vida. Y vengo en son de paz. Puedo hablar con mi hija?
Mi padre miró a mis tias y ellas se marcharon sin quejarse.
Mi padre se acercó y se sentó a mi lado pasándome las manos por la espalda.
-Todos sabéis que estoy esperando a que me aviseis para echar a patadas a ese perro sarnoso pero hay algo en lo que estoy seguro y es en que te quiere.
-Cómo lo sabes papá? Pues yo no lo veo así. - Mi padre hizo una mueca arrugando la nariz.
-Jacob con los años no ha bajado el tono de sus pensamientos. Prefiero a los vulturis que escuchar todo el rato a Jacob.
Algunos rayos de luz comenzaron a inundar la habitación haciendo que mi padre, que está más cerca del ventanal comenzara a brillar. Desde pequeña los veo y siempre me parecieron diamantes.
Le doy la mano a mi padre recordando lo tranquila que me deja ver esos reflejos en su piel.
-Papá, mamá, os quiero.
Los abrazo con fuerza intentando proyectar el amor que siento.
-Sé que nunca me dejasteis sola.
Los miro mientras ellos intentan aparentar que no saben de lo que hablo. - No estoy ciega. Os vi todos los días mirándome por la ventana de mi cuarto o mientras trabajaba en el bar. Los brillos llaman demasiado la atención.
-Creo que es hora de que vayas para clase hija. - Dice mi madre con una sonrisa.
-Ten cuidado y ya sabes que siempre intentamos estar ahí para ti.