Otra clásica historia de amor

VIII.

Al día siguiente llegué a la escuela, me dirigí a mí salón de artes después salí al receso como siempre estaba con Cris y Da, el domingo iríamos a verlo en su partido. Al dar el toque para entrar a las siguientes clases me fui a clase de psicología ya solamente faltaban 3 clases más y salía.

Al llegar a mi salón, mis nervios volvieron a parecer, estaba el castaño ahí parado sosteniendo su guitarra.

-Hola señorita.
-Hola Javier
-Me alegra poderla ver, dijo mientras agarraba la mochila que tenía en el suelo.
-lo mismo digo
-¿Quieres acompañarme a un lugar después de clases?
-si, dije sin pensarlo

Él se marchó después de sonreír de una manera muy tierna.
Hice mis dos exámenes y la última clase, sentía que el tiempo corría muy lento, a cada rato miraba las manecillas del reloj.

-¿Todo bien?
-Si Grecia, todo bien
-Te noto muy nerviosa desde el primer examen y eso es raro teniendo en cuenta que eres una de las mejores alumnas de la clase.
-Es que ya quiero salir tengo algo que hacer
-Melisa, ¿ya tienes novio?
-No, dije riendo
-¿Quién es el chico?
-No somos nada, solamente amigos, lo acabo de conocer.
-Oh dios, quiero ser testiga de está historia, dijo mientras dibujaba un corazón en mi antebrazo.

Por fin acabaron mis clases, salí del salón y ahí se encontraba aquel chico, se veía increíble con su ropa negra y la guitarra en su espalda.

-¿Estás lista para una tarde increíble?, dijo mordiendo su labio inferior
-Si
-Luciana, ¿no tienes miedo?, no me conoces y te he invitado a un lugar del cuál aún no sabes nada, dijo con un tono algo irónico.
-Javier, eres tú y no creo que sea nada malo.

Él solo sonrió, tomo mi brazo y me llevo hasta la salida de la escuela, nos subimos a su auto, que si era muy lindo era azul dándole al negro, él puso unas canciones de Oasis y no dijo nada más, se veía muy lindo manejando, después de 20 minutos llegamos a un lugar que nunca había visto, era una casita de un piso en medio de un jardín algo grande con flores como orquídeas y rosas, había unos columpios y una fuente, a lado de esa casa había una cafetería y un par de restaurantes de comida nocturna.

-Luci, bienvenida al lugar de la magia. dijo sonriendo mientras se le marcaba su hoyuelo.
-¿Qué es este lugar?
-Mi lugar favorito de todo el mundo

Sin decir nada más me tomo del brazo y me llevo a esa casa, entramos y no era una casa normal más que nada era como un club, habían unos sillones muy lindos, una pequeña cocina y decoraciones muy interesantes, me dejó ahí sentada en uno de esos sillones y el salió, si me daba algo de miedo pero era Javier y sabía que no haría nada malo, algo me lo decía.
Minutos después llegaron otros tres chicos.

-Luci, te presento a mi banda "black hearts"
-No me esperaba eso, que increíble

Los tres chicos saludaron se veían muy buena onda, uno tenía cabello azul, el otro amarillo y el último era el pelirrojo del cuál ya tenía conocimiento.

-Este lugar era el favorito de mi mamá siempre venía acá pero cuando crecí ella me lo regaló para hacer mi club con mis amigos, al poco tiempo cuando cumplí 18 años empecé a venir a tocar la guitarra y dos años después decidí formar mi propia banda aunque apenas estamos comenzando es toda una aventura.
-Que maravilloso, dije algo nerviosa
-Aunque es algo precipitado decidimos apoyar a nuestro amigo y me alegra que seas nuestra primer invitada me llamo Francis, dijo el chico de cabello azul 
-Un gusto en conocerte soy Iker, dijo el chico pelirrojo
-Me alegra que hayas venido Lucí, me llamo Roberto, dijo el chico de cabello amarillo.

Honestamente esa tarde fue maravillosa, escuchar tocar por primera vez a Javier era muy lindo, su banda tenía potencial, Iker era el baterista, Francis era el pianista, Roberto y Javier eran los vocalistas, por ahora solamente hacían covers de canciones especialmente de pop, metal y rock, tiempo después terminaron de ensayar.
Los tres chicos se despidieron y se fueron.

-Vamos lucí, la llevo a su casa
-Gracias por traerme
-Gracias por venir señorita, honestamente no estaba seguro de invitarte pero me alegro de haberlo echo

Después de eso no dijo nada más y manejó hasta mi casa, me abrió la puerta del auto y tomo mi mano para bajar, era muy lindo aunque en su rostro se veía muy serio y frío, se despidió, yo entre a mi casa, subí a mi habitación e hice tareas escuchando Oasis cuando nunca había hecho eso solo conocía una canción pero yo ya era la más fan, baje a cenar y después de unas horas me dormí.

×××NOTA
Si ustedes fueran Luciana, ¿hubieran aceptado ir?
¿Qué más sorpresas tendrá Javier?

Espero que les esté gustando<3
esperen los siguientes capítulos