XXVI

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20 minutos después llegamos a la cafetería quería estudiar entonces creo que la cafetería era una gran opción, me gustaba llevar mi laptop a dónde fuera.

-Se terminó el viaje, dijo Mateo riendo

Su sonrisa era muy bonita, escucharlo reír era divertido, tenía una risa que contagiaba.

-Gracias, ¿Cuánto te debo?
-Un café, dijo sonriendo
-Okay, te lo compro
-Vale, otro día salimos, dijo sonriendo
-Esta bien
-Me voy, cuídate Luci, por cierto tu nombre me recuerda a una princesa

Nos despedimos y él se marchó, entre a la cafetería y pedí un capuchino no tenía ganas de un latte de vainilla, 2 horas después dieron a las 8:30 me dirigí a mi casa.

Me sorprendí al ver a Javier afuera de mi casa, mi mamá tampoco había llegado del trabajo por lo cual nadie la había abierto la puerta.

-¿Javier?
-Luciana, ¿Dónde estabas?, ¿Por qué a estás horas?
-Todo está bien Javier
-Te dije que me avisarás, no recibí mensaje de ti, me preocupe y decidí venir a verte porque me importas Méndez, no lo vuelvas a hacer y perdón por dejarte venir sola.
-No te preocupes, me quedé en la cafetería estudiando.

El me abrazo y susurró:
Nunca voy a volver a elegir nada sobre de ti, siempre serás lo que más me importa, te quiero Méndez.

-Javier te quiero, ya es noche maneja con cuidado
-La noche te gustaba cuando estabas conmigo
-Siempre me va a gustar más si tengo tu compañía
-Te veo mañana, descansa Méndez

Después de eso se marchó, me fui a mi habitación a dormir, ya habían pasado dos días de clases estaba algo cansada.

Al día siguiente me desperté un poco más tarde ya que no tendría mi primer hora, llegué a la universidad y estaba Cris con dos chicas del curso esperándome, pase la mañana platicando con ella mientras entrábamos a las siguientes clases, salí al receso para comer con Daniel y Cris.

-Lu, ayer fui a tu casa en la tarde y no estabas.
-Si, salí con Javier, un rato
-Cierto, ¿Cómo te fue?, dijo cris
-Luciana, ya no me cuentas nada, dijo molesto Daniel
-Ay, lo siento es que fue precipitado
-Bueno, te lo paso está vez
-Me fue bien pero llevo a Amy
-La chica que estaba con él en diciembre
-Si, es muy grosera
- Déjala Lu, eres mucho más bonita que ella, dijo Daniel

Estuvimos platicando mientras comíamos, los momentos con ellos eran muy bonitos, minutos después llegaron los amigos de Daniel.

-Me voy, tengo clase de psicología
-Cuidate, iré con Iván a comer asi que te veo en tu casa en la noche, dijo emocionada Cris
-Si, está bien
-Adios pequeña, dijo Daniel
-Adios Da

Me marche del lugar esperando ver a Javier pero no lo vi, me dirigí a mi salón después de intentar buscar a Javier con la mirada en la cafetería, a lo lejos vi caminar a Amy junto con Javier, me daba celos que pasarán tanto tiempo juntos a comparación de nosotros.
Entre a mi salón pensando en eso, realmente ya no quería darle mucha importancia al asunto, sabía que eran amigos aunque él y yo también lo éramos, había pasado mucho tiempo que no nos veíamos por mi viaje y tenía miedo de aceptar la realidad y creer que él ya no me quería.
Pasaron mis últimas clases y estaba algo triste por lo mío con Javier, quería que fuera claro conmigo, aunque sabía que probablemente estaba sobre pensando en algo que podía ser o no cierto.

Aunque cuando te enamoras de una persona no quieres que eso termine, no quieres que llegue el final de la página o de la historia porque sabes perfectamente que te brinda una felicidad increíble y tan especial, aunque en algún punto eso se termina y aunque tú seas feliz, los sentimientos de la otra persona están cambiando y cuando la realidad te golpea sabes que te dolerá porque te imaginabas una historia de amor con esa persona.

Minutos después salí de mi universidad, tenía ganas de encontrarme a Daniel pero recordé que tenía entrenamiento de fútbol los miércoles, me dirigí hacía mi casa cuando de pronto escuché que me hablaron.

-Luci, ¿Vas para tu casa?

Al voltear mire a Mateo, caminando hacia mí sosteniendo una guitarra y su mochila.

-Hola Mateo
-Me puedes decir Matt, si quieres, dijo sonriendo
-Esta bien
-Perfecto Luci, entonces, ¿si vas para tu casa?
-Si, y ¿tú?
-Trabajo hoy
-Que bien
-Si, oye te invito a comer
-En otro momento te lo acepto, dije
- Perfecto, ve con cuidado, ¿Solo te llamas Luciana?
-Luciana Melisa, dije sonriendo
-Ah, Melisa, me gusta, digo suena bien Meli

Yo solo lo mire por unos segundos hasta que se marchó, se me hacía un chico muy buena onda, aunque casi no lo conocía, llevarme bien con los amigos de Javier era algo que se me facilitaba mucho.

Llegué a mi casa, comí algo y a los minutos llegó Cris, pasamos la tarde platicando y escuchando música, eran los momentos que me hacían más feliz.
Después de unas horas se fue, hice tareas y me quedé dormida.









Nota:

¿Qué les pareció el capítulo?
¿Qué opinan de Mateo?

Gracias por su apoyo<3

Esperen los nuevos capítulos

Buenas vibras.

Otra clásica historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora