Relatos +18 de las Hijas Dimitrescu x lectora/OC.
[☆] Todos los oneshots son TRADUCCIONES. Doy créditos a sus respectivos autores.
~~~Imagen de portada: AcousticMalta (Twitter)
Summary: Daniela te pide que vayas a sus aposentos después de la cena.
(Versatil!Daniela)
Palabras: 6068
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Limpias la mesa con una toalla mojada asegurándote de quitar la sangre de las hijas. Siempre comían tan erráticamente que la sangre salía por todas partes mientras masticaban la carne, por eso todas las sirvientas siempre se molestan justo después de la cena.
Tú en cambio no lo estás, te alegras por un lío tan grande como el que tardarías una eternidad en llegar a la habitación de Daniela. Ella te había pedido específicamente durante la cena, lo que provocó algunas miradas de la criada y miradas furiosas de sus hermanas.
Haces todo lo posible por no pensar demasiado en la solicitud. Ella es la hermana más trastornada y fuera de control de las tres, se sabe que ataca salvajemente a una sirvienta solo si está cerca.
Tu respiración es temblorosa mientras retiras la toalla de la mesa de mala gana, miras hacia la mesa y ves que toda la sangre se ha ido. Miras a la sirvienta del otro lado pero ella ni siquiera te miró a ti. Típico.
Temías este momento, realmente no tenías otra opción, tenías que salir del comedor. Sorprendentemente, el comedor es más seguro que cualquier otro lugar. Lady Dimitrescu no se toma muy bien los asesinatos durante la cena.
Tomaste el camino largo hacia la habitación de Daniela, sabías que ella te quería allí en el momento exacto, pero preferirías enfrentarte a ella matándote instantáneamente antes que verla por más tiempo. Daniela es hermosa, no es fea, pero toda su presencia envió un escalofrío más grande que Lady Dimitrescu por tu espalda.
La has visto reírse de placer cuando destripó a una criada por el simple hecho de mirarla. La viste cortarle el estómago hasta el pecho y luego se agarró los intestinos y se untó toda la sangre. Tal vista no es infrecuente, pero te perforó la cabeza porque ella sintió que la mirabas, sus ojos brillantes se asomaron debajo de la capucha mientras mirabas su sonrisa manchada de sangre. Levantó un dedo, riñón en mano, y lo presionó contra sus labios y luego se echó a reír cuando retrocediste.
Ese es exactamente el tipo de persona que está detrás de la puerta frente a la que estás ahora mismo, una asesina a sangre fría. Una persona que ha matado a todas las amigas que has hecho, que te ha estado atormentando tanto tiempo que no estás segura de cuándo ibas a morir en este momento.
La única razón por la que sobreviviste tanto tiempo es porque recordaste su interés por los libros, si no podías encontrarla en ningún lado, siempre estaba leyendo en la biblioteca. La recuerdas inmovilizándote contra la puerta cuando accidentalmente la interrumpiste, con la hoz en la mano y una amplia sonrisa en el rostro. Se rió mientras pasaba la hoz por tu mejilla y luego lamía el corte hacia arriba con un gemido.
