Relatos +18 de las Hijas Dimitrescu x lectora/OC.
[☆] Todos los oneshots son TRADUCCIONES. Doy créditos a sus respectivos autores.
~~~Imagen de portada: AcousticMalta (Twitter)
Summary: Bela te encuentra y se desahoga en la cama
Palabras: 3074
Top!Bela
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El día fue tan normal como siempre contigo simplemente haciendo tus tareas antes de que un frío apretón contra tu cintura y una suave risa llegara a tu oído, lo siguiente que supiste fue que la hermana mayor te estaba llevando. Pasaron los segundos y tus ojos se enfocaron a tu alrededor para notar dónde estabas, sus aposentos.
Te colocaron en medio de su habitación, todo organizado al lado de su cama. Había algunos juguetes sexuales esparcidos por allí, que parecían haber sido usados justo antes de que te llevaran aquí y escucharas cómo se cerraba la puerta. Algunas moscas pasaron zumbando a tu lado y regresaron a la piel de Bela antes de que te dieras cuenta de la situación en la que te encontrabas ahora.
Nunca habías puesto un pie aquí, eras una simple doncella y tu corazón era tan rápido como lo era tu respiración de pánico al no tener idea de por qué te trajeron aquí. La idea de arruinar una tarea sin querer pasó por tu cabeza antes de que notaras a la rubia en su cama y sonriendo.
Tenía el labio entre los dientes y se veían sus colmillos puntiagudos asomando por las puntas, su rostro libre de la sangre habitual y su cabello luciendo errático. Se había quitado la capucha y viste sus ojos mirando tu cuerpo y notaste que su capa habitual fue reemplazada por un fino camisón negro y su gargantilla permaneció puesta.
Lamiéndose los labios, habló con una voz ronca: —Pequeña doncella, ¿alguien te ha dicho alguna vez lo maravilloso que es tu aroma?
Parpadeaste, confundida. Ella se rió entre dientes y se puso de pie, luego estuvo frente a tu cara y se inclinó ligeramente, levantando tu barbilla con su dedo índice.
—Por supuesto, nadie lo ha hecho, nadie puede olerte como yo —su sonrisa se ensanchó cuando tu cara se sintió roja y caliente.
—S-señorita Bela- yo-... —jadeaste cuando sentiste que el aliento golpeaba el frente de tu cara, más cerca que antes.
—Silencio pequeña, dame la orden y luego pararé. De lo contrario, te arruinaré para cualquier otra persona —su voz resonó en tu mente y no tenías idea de por qué fuiste elegida para lo que fueran sus pensamientos. El orgullo fue la principal emoción que obtuviste de esto y asentiste.
—Palabras, dame tu consentimiento antes de que lo único que puedas decir sea mi nombre.
—Sí, señorita Bela —murmuraste en respuesta. Un empujón fue todo lo que te dio antes de clavarte contra la pared, sus ojos brillaban y su sonrisa lucía demoníaca y lujuriosa.
Rápidamente, Bela te besó bruscamente en los labios y tú gemiste suavemente en su boca. Sus labios capturaron los tuyos y rápidamente comenzaron a dominar cualquier esfuerzo que intentaste devolverle. Cualquiera que fuera el estado de ánimo en el que estuviera, te excitaba inmensamente.
