💛 Estoy hablando con Ella, pero Ella también puede sentirlo

3.7K 203 100
                                    

Autor: stealthandsafety

Summary: La sonrisa de la mujer volvió. "Quería conocer al pedazo de carne que pensó que podía tocar lo que es mío".

"Técnicamente," tu voz era más clara que nunca, tu tono puntiagudo, " usted tocó lo que es mío".

Tu esposa ha estado follando con alguien en el Castillo Dimitrescu.

Palabras: 13233

Denisa te había llevado a su granja el día después de su boda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Denisa te había llevado a su granja el día después de su boda.

Habías estado allí antes, por supuesto, varias veces en la relación, incluso habías estado viviendo allí todo el mes antes de la ceremonia, pero esta vez fue diferente.

—¡No, amor!

Denisa sonrió con la misma sonrisa del día que se conocieron. La que gritaba promesas, emoción, adoración por ti. —¡Pero querida, es la tradición! —Insistió, sus ojos verdes brillando de felicidad cuando te alzó en sus brazos, ignorando tus protestas a medias mientras empezaba a llevarte al estilo nupcial. —Si no crees que voy a llevar a mi esposa al otro lado del umbral de nuestra casa, ¡estás tristemente equivocada!

Nuestra casa.

Le habías sonreído en el cuello. Nunca habías tenido un hogar antes que ella. Ni una familia. No verdaderamente.

Por eso se sentía tan diferente, te diste cuenta. Esta vez vendrías a casa.

Hiciste una mueca cuando abrió la puerta de una patada, riendo como niñas mientras se tambaleaba sobre una pierna por un momento antes de recuperar el equilibrio y llevarte a su, tu casa.

—¡Muy bien, estamos adentro! ¡Ahora bájame antes de que te rompas la espalda!

—¿Romperme la espalda? —Denisa resopló exageradamente—. ¡Eres tan ligera como una pluma! —Resoplaste, manteniendo tu agarre mientras ella te guiaba por la casa, su objetivo final era extremadamente familiar para ti.

—Es temprano en la tarde-... —Gritaste cuando ella te arrojó sobre tu cama. Ella se rió, cayendo detrás de ti.

—Es el día después de mi boda —dijo en voz baja cuando la risa se apagó. Ojos brillantes se clavaron en los tuyos—. Si quiero tener sexo con mi esposa, entonces lo haré.

Tú tarareaste, sonriendo amablemente. —Bueno, ¿quién soy yo para discutir eso?

Labios, cálidos y suaves, presionados suavemente contra los tuyos. —Exactamente. Cállate. —Denisa bromeó antes de capturarte en un beso apresurado y desatar la parte delantera de tu vestido. Manos suaves inmediatamente comenzaron a agarrar y acariciar, no pasó mucho tiempo antes de que estuvieras jadeando debajo de ella.

<><><><>

Algún día me casaré con esa lengua.

Dorință si Sânge || Hijas DimitrescuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora