Relatos +18 de las Hijas Dimitrescu x lectora/OC.
[☆] Todos los oneshots son TRADUCCIONES. Doy créditos a sus respectivos autores.
~~~Imagen de portada: AcousticMalta (Twitter)
Summary: Sabiendo que eres Omega, eres sensible a muchas feromonas mixtas. La Dama alta tiene un gran radio de feromonas en su castillo. Pero Bela se aseguró de que solo puedas olerla a ella y a nadie más.
(Alfa Bela x Omega reader)
Nota:Odio el "t/n" en los fics, pero como este lo tenía, no sabía de qué otra forma reemplazarlo.
Palabras: 6299
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Bela cierra la puerta de su habitación. La rubia camina con la espalda recta, como la Alfa que aprendió a ser de su madre. Siempre ordenada y con la cabeza arriba. Sus hermanas deberían aprender el concepto.
Bela camina lentamente, sin hacer mucho ruido, pero su aura irradia poder. Las criadas en el pasillo miran de reojo con la cabeza baja. Nadie podía darse el lujo de mirar a las dueñas del castillo a la cara a menos que les hubieran preguntado algo o estuvieran teniendo una conversación.
Ellas lo sabían. Sabían que este lugar es como cavar tu propia tumba. Nadie tenía nada que decir cuando las sirvientas desobedientes fueron arrastradas al sótano suplicando el perdón de las alfas.
La rubia sigue su camino ignorándolas. Bela, silenciosa como siempre, llega a la parte que últimamente se ha convertido en su favorita. Escaleras al primer piso. Siempre está esa cara familiar que se ha vuelto muy agradable de ver para la rubia. Bela forma una sonrisa, decide observarte trabajar desde el último escalón. Realmente hay un lío de sangre. Desde que trabajas aquí, Bela nunca ha oído una queja tuya. Sin miedo, de hecho eres muy, muy obediente. Bela te ha estado observando durante mucho tiempo. Demasiado como para aprender tu rutina de limpieza. Sabiendo que eres Omega, eres sensible a muchas feromonas mixtas. La Dama alta tiene un gran radio de feromonas en su castillo. Pero Bela se aseguró de que solo puedas olerla a ella y a nadie más. Además de ser la única Omega trabajando en el castillo, Bela se ha encargado de mantener a los hombres invasores lejos de la habitación de las criadas, solo porque estás ahí cerca del cuarto de las criadas
—Pareces muy distraída hoy, corderito —Bela dice llamando tu atención.
Ella espera que mires hacia arriba, como siempre lo haces, y ahí está. Tu mirada brillante e inocente. Eres demasiado bonita para la Alfa rubia. Tu vestido de sirvienta realmente te queda bien. Bela se ha imaginado quitándotelo y poniéntose un vestido de verdad. Estás arrodillada, con un paño viejo, manchado de sangre, tus delicadas y finas manos se van ensuciando con la sangre de quien corrió con la desgracia. Tu boca entreabierta... A Bela le gustas mucho.
Apartas la mirada, volviendo a tu tarea, pero la rubia ve esa pequeña sonrisa en ti.
—Me está distrayendo, Lady Bela —dices, tan suave como todo lo que eres. No la miras. Sumerges el paño sucio y empapado en carmesí en un balde. Lo haces dos veces y lo aprietas.
