Un viejo problema

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Estaba caminando perdida por las calles de Numazu como ha sido durante los últimos días. No quería ir a casa, no quería regresar a mi cabaña de la playa a descansar tan siquiera. Si tan solo me detenía un instante en un solo lugar, los pensamientos sobre You volverían a dominar por completo mi mente.

- *suspiro* N- No puedo... - me repetía a mí misma cada vez que pensaba en ella -. Quiero verla... Necesito verla... Pero no puedo...

Mi corazón se estaba culpando una y otra vez cuando su nombre llegaba de repente. No estaba lista para poder decirle la verdad y mucho menos estaba lista para poder verla y hablarle. Al final, no pude hacer otra cosa más que evitarla cuando la veía acercarse o poner alguna tonta excusa que me diera tiempo a "escapar". Era patética...

- You... - aquellas letras, solo pronunciarlas me llevaban casi al borde del llanto -. El amor realmente puede ser tan cruel...

En medio de mi paseo sin rumbo fijo terminé por llegar a la playa otra vez. Era curioso, pero casi parecía que sin importar qué hiciera, terminaba llegando a este lugar, mi pequeño "santuario" donde viendo el mar podía calmar un poco mi tristeza. Pero ahora ni siquiera mi vieja amiga podía cumplir con su cometido y al final, el azul del mar se convertía en mi mente en los hermosos ojos de You.

- ¿Cómo puedo decirle esto?... - me preguntaba mientras caía de rodillas en la arena -. So- Solo quiero que ella esté a mi lado otra vez... 

De repente mis palabras se comenzaron a quebrar y de mis ojos pequeñas lágrimas brotaban casi en súplica, pidiendo que por favor dejase mis temores lejos y solo fuese a buscar a la chica de quién me enamoré. Estaba perdiéndome en la soledad y la debilidad de no tenerla cerca, cuando de repente una sensación cálida me cobijó. 

Extrañada levanté mi mirada un poco solo para encontrarme con un gentil abrazo rodeándome. La dulce sensación de su calor junto a mi estaba consolando mi llanto y acariciando mi corazón. Esa comodidad, esa sensación de cariño... Solo podían venir de una persona para mí.

- Yo- ¿You? - pregunto aun con pequeñas lágrimas mientras veía perdida el horizonte -.

- Soy yo Chika... Ya, todo estará bien... Tranquila - me hablaba lentamente, con cariño y paciencia sin alejarse ni un centímetro de mi -. Si quieres llorar, deja que las lágrimas salgan... Yo estaré aquí para consolarte...

- Yo- *sollozo* ¡YOUUU! ¡Ahhh! L- Lo siento... ¡Lo siento! - con mis sentimientos desbordados por completo no pude controlar más mis emociones, terminando por sacar toda la tristeza que tenía reprimida en llanto -.

- No Chika... No tienes que disculparte de nada - sus manos de repente habián comenzando a acariciar mis brazos mientras sentía como ella también lloraba un poco -. 

- Lo siento... *sollozo* Y- Yo te he estado evitando todos estos días... 

- Tontita *sonrisa* Claro que lo había notado... Pero dime ¿Por qué? ¿Hice o dije algo malo? Porque te prometo que, si hice algo que te lastimó, me castigaré por el resto de mi vida...

- ¡No! *sollozo* Claro que n- no hiciste nada malo You... - le respondo con total sinceridad mientras ponía mis manos sobre las suyas -. 

- Pero entonces... Q- ¿Qué fue lo que pasó?

- Y- Yo... You... *sollozo*

No había caso, tenía que ser sincera con ella y decirle la verdad. Sin importar qué pensase luego de esto, de si terminase enojándose conmigo y marchándose de mi lado para dejarme de vuelta en la soledad que creí que amaba... Tenía que ser sincera...

- L- Lo que te pasó hace años... E- Eso que te hizo tanto daño... *sollozo* Es culpa mía... 

- Q- ¿Qué? Vamos, eso es imposible Chika jaja... Ya te lo dije, quién me hirió fue otra persona

Manual de la perfecta 𝑪𝒂𝒔𝒂𝒏𝒐𝒗𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora