Caprichos de una belleza (Segunda Parte)

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- ¿En verdad crees que sea una buena idea Riko? - me pregunta Kanan mientras ambas regresábamos a casa -.

- ¡Claro que lo es! Quiero decir viste a esa chica nueva ¿Verdad? 

- Pues si pero ¿Qué necesidad hay de seducirla? ¡Ya estás llena de citas ahora mismo!

- Pues una extra nunca viene mal ¿No crees?

- *suspiro* Es inútil hablar contigo sobre esto...

- Vamos *risita* No seas aburrida Kanan, además es imposible que falle - digo con mi ego tan alto que incluso yo misma me sentía extraña -.

- Pues hablando de eso - dice señalándome la entrada del instituto -. Creo que ahí esta tu "reto"

Efectivamente, la chica nueva estaba parada en la entrada apoyada sobre una de las rejas. Lucía increíblemente atractiva y madura, por poco y hacía que mi corazón latiera más rápido, pero igual no era rival para mi. 

- Jeje~ solo mira como trabaja una profesional - le digo a Kanan dándole mi maleta y caminando hacia ella -.

- *suspiro* Y ahí va otra vez...

- *risita* ¡Hola! Eres nueva en el salón ¿Verdad linda? - le digo parándome junto a ella -. 

- Oh hola... No te había visto ¿Estás en mi clase? - me pregunta con una curiosa sonrisa -.

- *¿No se fijó en mi? Bueno, es nueva, de seguro solo no se dio cuenta* Si jaja, me siento atrás, cerca de la ventana

- Hmm... No te recuerdo... 

- Bueno Riko debo irme - me dice Kanan pasando junto a mi y dándome mi maleta de vuelta -. Te veo mañana, ah y adiós You 

- Ah claro ¡Adiós! - le digo tomando de nuevo mi maleta -.

- *risita* Adiós Kanan, cuídate... - se despide You con una fragante sonrisa -.

- *¿¡Qué!?* Co- ¿Conoces a Kanan? - le pregunto con curiosidad -.

- ¿Hmm? No, para nada... Solo escuché su nombre en el salón, se sienta un par de puestos tras de mi

- *¿¡Y NO SE FIJÓ EN MI!?* Y- yo me siento junto a ella

- ¿En verdad? - me dice con un tono casi burlón -. Lo siento, no me di cuenta...

- *ESTA CHICA...* - pienso frustrada pero aún sin dejar de lado mi plan -. N- no pasa nada ja ja... De hecho quería preguntarte si te gustaría salir conmigo en la noche 

- ¿Salir? Lo siento, estoy un poco ocupada el día de hoy... - me dice saliendo del instituto -. Quizás en otra ocasión Riko

- ¿Ehh? Pe- ¿Pero no dijiste que no sabías mi nomb- ¿¡Hmp!? - antes de poder terminar de hablar puso su pulgar con delicadeza sobre mis labios para luego acercarse a tal punto que por poco nuestras narices rozaban -.

- *risita* Dije que no me fijé en ti preciosa... Pero eso no quiere decir que no he escuchado sobre ti

- *Qui- ¿¡QUIEN SE CREE ESTA CHICA!?* *respiro* D- ¿De que hablas? 

- Nada en especial querida - dice tomando de nuevo su maleta y saliendo hacia su hogar -. Solo te recomiendo que vayas buscando una nueva agenda...

- N- no entiendo lo que estás diciendo...

- Lo harás *risita* en algún momento

- E- ¡Espera!

- Nos vemos muñeca... *beso*

Y sin más, luego de ese beso al aire se alejó completamente despreocupada, dejándome totalmente extrañada y frustrada en la entrada del instituto.

- E- esa chica... argh - me digo tratando de recuperar algo de mi orgullo -. ¿A quién cree que le está hablando? - esa extraña había hecho que se me acelerara el corazón, pero aunque alguien me lo quisiese decir jamás lo admitiría -. Bueno, esto no se quedará así mucho tiempo... Un día de estos caerá a mis pies 

Me digo mientras regresaba a paso lento a mi hogar. Iba tratando de aclarar un poco mis pensamientos, a la vez que pensaba en calmarme un poco, cuando de repente recordé algo verdaderamente importante.

- *suspiro* ¿Cómo es que logró hacer que se me acelere el corazón? You Watanabe... ¡Ni siquiera es bonita! *gruñido* - al parecer o mi estómago estaba molesto también o es que ya me estaba dando hambre -. Rayos... ¿Qué hora es? - me pregunto viendo mi reloj -. ¿Las cuatro de la tarde?... ¿¡CUATRO DE LA TARDE!? - reacciono corriendo hacia mi casa -. No no no ¡NO! Olvidé por completo que le dije a Annie y Shiba que saldría con ellas... No no no... Solo tengo diez minutos... 

En momentos como este en verdad me sorprende mucho lo rápido que puedo llegar a correr. Antes de pensar en qué iba a hacer para llegar a la cita a tiempo ya estaba en mi hogar. Ahora tenía un nuevo problema.

- ¿Donde? ¿Donde puse las entradas del planetario? - me digo rebuscando por cada centímetro de mi habitación -. ¿¡Donde las puse!?... ... ¡Mi chaqueta! - digo corriendo hacia el armario -. Vamos... dime que si... ¡Genial! *risita* Y ahora a llamar a Shiba... - marqué el número y esperé a que me conteste -. ¿Hola?

- Hola Riko... - sonaba extraña, como nerviosa -.

- ¿Hmm? ¿Ocurre algo Shiba?

- Pu- pues veras... Lo que ocurre es que tendré que cancelar la cita que íbamos a tener...

- ¿Qué? ¿Por qué? 

- Lo siento, surgió algo y pues... Lo lamento

- Bueno *risita* no pasa nada, en ese caso iré a buscar a Annie

- De hecho... ella está aquí conmigo

- ¿Hmm? ¿Pero no dijiste que-

- ¿Qué ocurre chicas? - habla una voz lejana del otro lado del teléfono -. El cine acabó de abrir *risita* ¡Vamos!

- ¡Ya vamos You! jeje~ - gritan mis supuestas dos citas en coro -. Bueno, debemos irnos ¡Adiós Riko!

- ¡No! E- ¡Espera! *suspiro* Di- ¿Dijo You? - me pregunto extrañada mientras me tiraba sobre mi cama -. *niega* De seguro solo escuché mal... En verdad me afectó ese encuentro con ella para que ahora escuche su nombre hasta en llamadas... 

Y así me quedé acostaba sobre mi cama, sin hacer nada realmente, simplemente esperando a que el tiempo pasara o hasta que finalmente cayese dormida. En ese instante me di cuenta que hace mucho que no tenía una tarde sin planes, usualmente quedaba para salir con alguien, ahora en cambio me estaba matando el aburrimiento. Antes de darme cuenta ya habían pasado casi dos horas y media. Cansada decidí asomarme por la ventana de mi cuarto y ver hacia la playa, allí fue cuando vi algo que complicó mi día por completo. 

- E- esa es...

Efectivamente, en medio de la playa se encontraban caminando Annie y Shiba tomadas afectuosamente de la mano de...

- ¿¡YOU!? - reacciono casi al borde de un desmayo -. ¿¡EN VERDAD ERA ELLA!? ¡ELLA SE ROBO MIS CITAS!

Seguía quejándome cuando de repente You regresó a verme, o al menos lo sentí así, y con esos injustos ojos celestes me dio un pequeño guiño seguido de una pícara sonrisa.

- Esta chica... *quejido* ¿¡Se está burlando de mi!?... Pero esto no se va a quedar así You Watanabe... Ya verás...

...Lo que pienso hacer...


Próximo Capítulo: Caprichos de una belleza (Tercera Parte)


Manual de la perfecta 𝑪𝒂𝒔𝒂𝒏𝒐𝒗𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora