¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
xiii. what?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nori no se siente como ella misma últimamente. A veces incluso no recuerda que es ser ella. Las cosas se han tornado extrañas y sabe que se trata de algo más allá que la mera adolescencia.
No, definitivamente no tiene que ver con simples problemas de adolescentes. De hecho, hay tantos factores a los que podría culpar que su mente no hace otra cosa más que sobrepensar acerca de ellas.
Divagues, angustias y dolores de cabeza que no se marchan. No hay nada que ya no haya intentado para curar sus aflicciones en este punto. Ha hecho visitas constantes a Shoko en un intento de detener sus males de raíz, pero, en palabras de la propia doctora, no tiene nada fuera de lo normal y probablemente se trate de algo que va más allá de sus habilidades.
"Deberías mantener la mente ocupada en algo más, despejarte un poco"
Ha entrenado esmeradamente en los últimos días, tanto que las palmas de sus manos se sienten ásperas y los tobillos le duelen de tanto que ha caído sobre ellos. Se levanta con el primer vistazo del sol y duerme las horas necesarias—incluso cuando le parece increíblemente difícil conciliar el sueño—para mantenerse en un buen estado. Ha comido lo justo para seguir dando más de sí misma e intenta mantener la calma aún cuando se siente en descontrol.
Pero entonces, ¿por qué no se siente mejor?, ¿por qué su mente sigue sintiéndose externa? ¿por qué el agotamiento es la única prueba de que sigue unida a su cuerpo? El encuentro entre escuelas es su principal meta en mente pero ni siquiera eso es capaz de hacerle sentir mejor.
El encuentro entre escuelas. ¿Realmente su espera y trabajo servirían de algo?
Dudas. Está cansada de ellas pero son como una plaga ágil que no consigue erradicar del todo y solamente puede pretender que no las ve, pero esta en particular se encuentra postrada sobre su nariz, mirándole a los ojos atemorizados.
Abrocha su uniforme y se da un vistazo antes de salir. Por más que intenta convencerse, el uniforme no se ve igual que antes.
Fuera de su habitación se encuentra Nobara, tan enérgica y efusiva como siempre. Es extraño que se encuentre lista antes que ella. Tiene puesto el uniforme y sostiene un par de bolsos de equipaje. Su expresión cambia a una de confusión cuando ve a la castaña salir sin nada entre manos.
