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Contemple la pequeña ropa de bebé. Toda muy linda, adorable, de niño y por supuesto estaba absurdamente todo a un precio altísimo. Admito tengo dinero ahorrado para regodiarme comprando lo que yo quiera, pero esto es un jodido robo.

Solté un gruñido de exasperación al no encontrar un diseño más adorable de osito, había uno de color celeste, pero yo quiero uno amarillo o morado claro. ¿Por qué la sección de niños no tiene morado?

Finalmente opte por un conjunto verde agua y fuí en dirección a la caja registradora. Odio venir a comprar a la calle, estar embarazada siendo una niñita provoca muchas miradas juzgadoras y ser criticada por personas que nisiquiera se empeñan en disimular al menos un poco por respeto.

Me basta con lidiar todas la mañanas despertandome en este inútil cuerpo de adolescente con una panza notoria.

──¿Vas a comprar eso? -rebatió la cajera con una mueca.

──Si, ¿algún problema? –conteste a la defensiva por comentarios que ya eran costumbres–, voy a pagarte no a robarte. Si lo hago o no, no te incumbe.

Enarco una ceja con total indignación. ¿Es que se piensa que debo darle explicaciones? Me molestan las personas que solo saben hablar de la vida de los demás o juzgar por como se ven, sienten que tienen el derecho de deducir toda su vida por hablar y verles un jodido segundo.

Salí de esa tienda con la ropita, iba a comprar más ropa, pero esa cajera me a quitado el entusiasmo y arruinado mi día por completó. Las personas pueden ser poco consideradas con el daño que pueden ocasionar con sus prejuicios.

Murmullo groserías a quién se atreva a siquiera mirarme porque el que se topará conmigo ese día no tenía mucha suerte.

Estoy a dos meses y medio de tener a mi pequeño bebé, un niño. Yo quise una niña al principio, ahora soy feliz con un pequeñito. Aunque estoy atemorizada con el tema de ser mamá, ¿como ser madre? Digo, no tuve buena figura paterna, mi madre es una robot y no se si yo pueda ser una buena mamá.

El hecho de que una persona dependa de mi me hace querer correr lejos de esa responsabilidad, pero a la misma vez me emociona.

Yo decidí tener al bebé porque sentí que es lo que me hacía feliz. Algo me decía que esté bebé traería consigo amor para mí y algo más que no puedo tener certeza de que será.

Me encontré a mi misma volviendo a la Academia por un par de cosas que hace años dejé en mi habitación y son de suma importancia para mí. Las iba a llevar ayer pero con todo lo que pasó y mi gran huída no pude. Al entrar a la mansión estaba silenciosa.

Subí las escaleras con cuidado tratando de pasar desapercibida por si alguien andaba deambulando por ahí. Antes de poder entrar escuche una voz llamándome con cierta sorpresa.

──¿Ocho? ¿Eres tú?

Me di media vuelta y sonreí dulcemente.

──Allison. Supongo que si soy yo ¿quién más podría ser?

──Wow estás... ¿Viajaste en el tiempo como cinco? Porque pareces una niña y estas..

──Embarazada –terminé por ella.

Asintió acercándose a mí, apenas estuvo a unos centímetros de distancia me abrazó con emoción.

──¡Felicidades ocho, serás una mamá increíble!

──Gracias. Eso espero en realidad.

──Recuerdo cuando Claire nació, fue maravilloso desde ese día se convirtió en la persona que más amo en este mundo.

A broken promise || Five Hargreeves #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora