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Debía buscar a cinco .

Quiero una explicación de el porque lo buscan para matarlo, no pienso dejar que le hagan daño. No voy a perderlo de esa forma. Cinco podrá ser un imbécil podrá haber sido el peor novio del mundo, pero no por eso permitiré que le hagan daño porque si le pasó algo yo...

Negué un momento para salir de la habitación y dejar esos pensamientos estúpidos. Al menos se donde estará las próximas horas ya qué busca a ese hombre, puede ser muy insistente.

Pasaría de largo para ir a la salida pero me detuve en secó al ver a poco, Diego y Luther dentro de la habitación de cinco. Camine un poco para entrar. Los observé a todos analizando la situación, mis dos hermanos cabizbajos mirando hacía cualquier lugar y pogo con el ceño fruncido.

¿Los había regañado?

──¿Que hacen aquí? –pregunté un tanto confundida.

La atención recayó en mí. Los idiotas de hermanos que tenía se miraron por un segundo buscando una respuesta en el otro.

──Buscamos a cinco –contesto el grandote. Asentí dubitativa mirándolos aún.

──¿Y que hacen aquí?

──Buscamos pistas. Pero parece que ya lo encontramos.

Observé la habitación en busca del chico, sin embargo no había rastro de cinco en el lugar.

──Esta justo frente a nosotros.

Estos cada vez tienen menos neuronas ¿como es que se les queman solas?

Los observe confundida. 

. . .

Ibamos directo a la furgoneta para ver si cinco seguía ahí, cosa que esperaba con ansias. No quería llegar y que no hubiera nada o peor que si hubiera algo, pero no lo que yo quería.

¿Alguna vez te has sentido confundida? ¿Llego una persona a seguir cambiando el curso de tu vida?

Cinco es y siempre será la persona que podrá volver a mi vida y cambiarlo todo si a si lo desea, es quién puede desaparecer, quien puede hacerme daño con solo unas palabras, un gesto, una acción. Cinco es parte de mi debilidad, mi estabilidad.

Parece una mierda ¿no?

Lo és, sentirlo da miedo. El que tenga el poder de hacerme daño me causa terror, de nada me sirvió mentirme a mi misma porque aunque me haya preguntado, convencido de que no lo amaba siempre sería la misma estúpida respuesta y eso me hacía odiar el sentimiento que sentía.

Quería llorar, estaba asustada.

Recordé cada momento de nuestra infancia, de nuestro amor, peleas, súplicas, de la despedida. Y un mal sabor quedó en mi boca. No podía parar de pensar en cuánto lo ame, lo amo y lo amaré. No podía dejar de pensar en cómo me derrumbaria si le pasará algo, si lo perdiera de nuevo.

Sentí una punzada en el pecho al llegar al lugar donde estaba aparcada la furgoneta porque no había nadie en ella, ni una sola presencia. El edificio de enfrenté estaba en llamas y la furgoneta polvorienta.

Sentí como todo mi mundo se derrumbó, como todas las alarmas dentro de mí se activaron de inmediato. Algo no estaba bien, algo dentro de mí sabia que nada estaba bién. Ignore a los chicos y lo que estuvieran haciendo.

Volvimos a buscar. Fuimos a una biblioteca, el lugar era hermoso, grande. Me sentía en el mismo cielo dentro de ella, pero aún en uno de los lugares que más me harían felíz el infierno de la preocupación lo alcanzaba con una brutalidad exasperante.

A broken promise || Five Hargreeves #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora