Mire una última vez a cinco marcharse, las lágrimas caían por mis mejillas como una lluvia sin fin, como una tormenta. La fuerza que me mantenía en pie se desvanecía y los sollozos se hacían más fuertes, más audibles. Camine lentamente hacia la Academia, tratando de mantener el equilibrio.
¿Por qué se fué? ¿Qué había hecho?
Yo lo había dejado ir y tenía un mal presentimiento junto a una angustia pegada a la garganta que no me dejaba tragar siquiera la saliva, el aire me faltaba y el pecho me estaba siendo comprimido de manera dolorosa, ardía, asfixiaba. Mi vista borrosa por las lágrimas.
Entre a la Academia con una ola de irá, de angustia, tristeza, de vacío un vacío grande y doloroso. Cuando llegue todos seguían sentados comiendo a cabeza baja, en silencio sin siquiera preocuparse por cinco y eso me molestó, me causó repugnancia hacia ellos.
Los observe como a una abominación. ¿Como podían estar tranquilos? Era cinco, parte de la familia, crecieron con él y ellos... Simplemente eran indiferentes.
──Hipocritas -murmuro arrastrando las palabras, la boca seca y la garganta me ardía. Toda la atención recayó en mí, miradas confusas, perplejas, pero no de preocupación.
──¿Que estás diciendo número ocho? -preguntó Reginald-, ¿olvidas que me has desobedecido?
Negué.
──Lo que no olvidó es cómo no hicieron nada... Como son tan indiferentes.
──¡Ocho bast...
Interrumpi al viejo mirándolo desafiante y me descargue de todo lo que sentía.
──¿¡Que me vas a decir, eh!? ¡Dimelo que quiero escucharlo, quiero escuchar como has dejado que uno de tus hijos se fuera! ¿¡O es que acaso la preocupación tampoco está integrada en tú papel de experimentación!? ¿¡Es que como no es una puta misión no te interesa maldito monstruo!?
──¡Ocho no hagas esto! -gritó Luther.
──¿Qué no haga que? ¿Que me quede callada como tú, que aguanté toda esta mierda o que sea indiferente con cinco como todos ustedes lo son ahora? No pienso hacerlo, puede morir y ustedes solo se preocupan por sí mismo porque son unos malditos egoístas sin corazón.
Quedaron atónitos, boquiabiertos pero yo no iba a esperar una reacción, me di media vuelta para irme a mi dormitorio, busqué fuerzas que no se de donde saqué y llegué a mi habitación aunque en cuanto cerré la puerta me derrumbe, caí al suelo, lloré, lloré, lloré y lloré.
Sin embargo ni una lágrima derramada me devolvió a mi novio, mi habitación parecía tan ajena a mí, la Academia, mi familia, todo.
Solo podía pensar en él, en su hermosa sonrisa, difícil de sacar, no esa egocéntrica o arrogante. Una sonrisa sincera que solo me regaló a mí. En esos ojos verdes tan peculiares y en cómo me miraban.
Y todo volvía a ser oscuridad...
Me desperté sudando, agitada con miedo, frío y temblando. Observé a mis alrededores, misma habitación pero no mismo tiempo ni recuerdo. Me levante para abrir la ventana y obtener un poco de aire fresco. Pesadillas de nuevo. Hace tanto que ya no las tenía.
Me coloque mis zapatos nuevamente para ir por agua cuando escuché unos disparos. Salí de la habitación con cuidado hasta bajar las escaleras, nada. Fuí al recibidor y pare en seco al ver a dos personas con máscaras apuntaban a la sala de estar. Una mujer y un hombre grande, difícil de derribar.
¿Que madres estaba pasando?
Mi preocupación se volvió más grande cuando comenzaron a disparar hacia la Sala donde probablemente había alguien, debía, no, tenía que hacer algo. Suspiro y cierro mis ojos para tratar de percibir una herida reciente. La mujer... Nada, nada, nada y nuevamente nada.
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A broken promise || Five Hargreeves #2
FanfictionHabía vívido mi vida como la quería sin él, seguí adelante después de dejarlo ir, pero ¿por qué volvía a revolucionar mi vida? ¿por qué volvió con un Apocalipsis? ¿que pasa con un Apocalipsis y un embarazo? Parte dos de; Traveling through love. Fan...